Me levante en seguida de la cama, sin despegar mi mirada de KJ. Pequeños fragmentos vuelven a mi cerebro, una experiencia que no mencionare y algo de mis tacones Gucci. Baje mi mirada a mi ropa, para darme cuenta que tenia puesto un ancho pantalón de pijama, no recuerdo esto. Mi mirada vaga por primera vez por su habitación.
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Su habitación sobre pasa mis expectativas de gusto en un chico. Es tan espaciosa, que incluso parece un pequeño departamento. Su cama es kind zise y es decorada con al parecer cojines grises en la base de la cama, él descansa en una orilla con un aspecto tan tranquilo y ahora puedo apreciar mejor su cabello, es gris aunque casi blanco. Es tan delgado y su mandíbula, tan perfecta. Pero eso no importa, le gustan los Beatles al parecer. Él diseño de sus paredes debió ser caro para ser así de único. Hay un sofá, dividido en tres colores; gris, negro y guindo. Una repisa es adornada con fotos de su infancia y otras con sus amigos riendo. Busque mis cosas, que se encontraban en una pequeña mesa negra, mi teléfono seguía vivo con 60% y eso hizo aliviar un poco mi molestia con mis amigas. Desbloqueo mi teléfono y abro Instagram para enviarle un vídeo a mi amiga.
—Amanecí en él cuarto de KJ junto a él, ¿que clase de amiga eres, Piper?—Me grabe a mi misma y gire la cámara hacia él, que aparecía durmiendo. Me deje caer en él sofá, en seguida recibiendo una respuesta de mi amiga.
@piperwalker
¡No me lo creó! Te habías encerrado en él baño, tuve que dejarte ahí. Estabas lo suficiente borracha como para no escuchar mis golpes.
¿Por qué me trajo a su habitación? ¡Me voy!
—¿Por qué no te has ido?—Di un brinco al escuchar su voz, lo mire con él ceño fruncido al levantarme.
—¿Por qué me trajiste aquí?—Baje los pantalones, acomodando mi vestido y comencé a abrochar mis tacones.
—Te has quedado dormida en mi baño, tuve que sacarte de ahí.—Salio de su cama, con su pijama puesta y camino hacia mi.
—Da igual.—Murmuré y até mi cabello en una cola. Salí de la habitación con mis cosas en mano y baje las largas escaleras, habían botellas por doquier.
—Llama un taxi, no planeo llevarte. —La falta de carisma en su voz me hacia enfadar aún más, busque en mi teléfono algún numero de taxi.
—¡KJ muevete, hay que limpiar!—Ambos miramos hacia Ethan, él chico pecoso y a Jordan, ellos se miraron entre si, a la vez que Jordán movía la quijada con molestia.
—¿Han vomitado en algún sofá?—Pregunto sin interés, encontré él numero de taxi y llame.
—Jordan ha...tu no...hay que hablar.—Ethan hablaba nervioso, hasta que Jordán lo interrumpió.
—Chocolate, Dashner.—Aleje mi vista del teléfono y mire a KJ, que abrió sus ojos con sorpresa. Esto era extraño e infantil, al parecer chocolate tiene un doble sentido entre ellos. Al tercer timbre, una mujer contesto:
