Y si, era obvio que le iba a doler.

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- ¿Qué he hecho mal?... Bueno, sé que hago todo mal, pero vamos, ¿en serio?. Han, no lo hagas... ¿Soy tan mal amigo?.

- SeungCheol...

- No lo hagas. - Interrumpió.

- Tengo que hacerlo.

- ¡JeongHan!...

- ¿Para qué quieres que me quede?

¿Qué ocurría?; SeungCheol siendo estúpido de nuevo.

No era una novedad.

Nada de qué asombrarse, lo que sí importaba era que este idiota quería... bueno, tal vez el no pero no podía negarlo. Su querida novia deseaba vivir a su lado.

¿Cómo se supone que viviría con ellos?... de ninguna manera.

¿Qué implicaba esto?, que JeongHan se enfadara. Y no solo eso.

Pero no, no se lo hizo saber a Cheol.

La hermana de JeongHan se enteró de todo -Era su "confidente", Así se hacía nombrar ella misma... ¿Esperaban que no le contara nada?- y aparte de querer mandar a golpear a SeungCheol, o torturarlo ella misma por hacer pasar a su hermano por tantas tonterías... si, se le ocurrían bastante cosas pero no es el momento de saber exactamente qué.

Jeonghan se iría a vivir con su familia -a petición de ella- excusando al rubio con:

"Estoy sola y joven, tú tienes que alimentar y bañar a la rata de alcantarilla que vas a traer. Una cosa como esa no necesita dos dueños, a menos que Hannie quiera cuidar de tu topo pulgoso también... Esa lombriz apachurrada es un asco y un problema, igual que tú, asno maloliente."

Sí, no le agradaba.

"Ya cierra la boca mocosa tonta, Han se queda. De cualquier manera tendrá que cuidar de una foca ciega si se va contigo, Gnomo hediondo. Y, y, también eres un asco. Buitre miope."

Hannie, Cheol esta insultándome!"

SeungCheol, deja en paz a mi hermana!"

[...]

- ¿En serio JeongHan? - Era la... quien sabe cuántas veces eran las que escuchaba aquello en menos de una hora, pero era bastante. Dios, no se cansaba de repetir lo mismo una y otra vez.

- En serio. Además, piénsalo. Ahora tienen más privacidad. Suerte con... no recuerdo tu nombre. - Sonrió a la pequeña chica frente a él, fingiendo estar apenado.

Vaya que sonreír forzadamente le era terrible.

- Como sea, ya nos vamos. - Mantuvo aquella incómoda sonrisa mientras tomaba de la mano a su pequeña hermana y salían del departamento sin esperar respuesta alguna.

Aquella pequeña acomodó sus lentes con sus pequeños dedos. Miró a su hermano y sonrió.

- Hannie, puedo conseguirte a alguien más guapo. - Habló con seguridad, haciendo reír a su hermano mayor. - Solo déjame tu corazón en mis manos, yo se lo daré a conocer.

- Pequeña... - Suspiró observando los pequeños orbes que lo miraban hacia arriba. - Yo debería encargarme de encontrar a tu príncipe.

- Uh... No. Gracias, pero tú tienes unos gustos terribles.

- Claro que...

- SeungCheol es un clarísimo ejemplo. - Interrumpió.

El mayor dió unos pasos con suficiencia - Entonces como tengo malos gustos... creo que tendré que descartar a Chenle. Vaya que si me agradaba, es bastante galán. Ah... - Fingió secar una lágrima y continuó caminando a la par que murmuraba distintas incoherencias.

- Espera... - Dió pequeños brincos mientras mentalmente gritaba aquel nombre. Sus trencitas rebotaban sobre sus hombros y sus lentes amenazaban con caer. - ¿Podrías hacerlo?. Soy bastante tímida para decírselo yo misma...

- Ah, ese tal Chenle en verdad te gusta... - Murmuró con una sonrisa ladina mientras arrastraba sus maletas por el estacionamiento.

La pequeña solo sonreía satisfecha.

Ambos subieron al auto y JeongHan dio partida.

Bastaron unos cuantos minutos más después de salir, sabía que Cheol lo llamaría. Y así fue.

Estacionó el auto cerca de una cafetería, la pequeña solo miraba con curiosidad, pues el celular sonaba y sonaba pero parecía que su hermano no quería atender.

Hasta que por fin respondió y la voz de SeungCheol se escuchó segundos después.

- JeongHan.

- ¿Qué ocurre? - Habló con tranquilidad. - ¿Olvide algo?

- Solo... quería preguntar una cosa.

- ¿Qué es? - Reposando su codo izquierdo en la ventanilla, miró a su hermana quien hacía señas indicando que quería saber de lo que hablaban. Este solo rodó los ojos y soltó una pequeña risa.

- A pesar de que te iras de Seúl... y no nos veremos más... - Hubo un no muy largo silencio al cual el rubio suspiro impaciente. - Seguiremos siendo amigos, ¿Verdad?

Al escucharlo Han soltó una gran carcajada, confundiendo al que tenía en línea y a la pequeña de los Yoon.

¿Por qué deberíamos?...

- Cheol... ¡Claro que lo seremos!, idiota.

¿Recuerdan algo?, el nudito regresó.

-Voy a extrañarte. Te quiero, Hannie.- Sonaba totalmente desanimado.

Jeong Han no quiso responder a aquello, ni seguir hablando más.

-Nos vemos, SeungCheol. - Sonrió con melancolía mirando los autos pasar por la ancha carretera.

Terminó la llamada y miró a su pequeña hermana. - Aprovechando que estamos aquí, ¿Quieres comprar un cupcake? -Fingiendo gran alegría, bajó del auto siendo seguido por la menor.

-Han...- Sabía que su hermano se sentía mal, pero decidió no decir nada. -¿Sabes?, tengo dos bananas. - Sonrió divertida sacándolas de su abrigo.

—No lo has logrado con solo dos dedos.—Aseguró —Te enseñaré. Es realmente fácil, no puedo creer que no seas capaz. Todos pueden.

Pequeñas risas fue lo último que se escuchó por ambos antes de entrar en la cafetería.

Jeong Han apagó su celular y centró toda su atención en aquella niña que lo único que hacía era intentar que su hermano lograra algo tonto.

¿Y el "Hyung" del rubio?

Intentando ser olvidado por un dulce chico.

-Princesa, si te gusta en verdad tu mejor amigo... díselo. - Sonrió mordiendo un pequeño pastelillo.

-¿Estas diciendo que le haga saber a Chenle?... - Sorprendida abrió ambos ojitos. -¿Como lo haría?, ¿Qué le diría exactamente?...

-Eso mismo. Y... solo hazlo. Lo que salga en ese momento. Después puedes reafirmar lo y dejárselo bien en claro. No importa si lo que dices es algo tonto... solo dilo.

-Y... ¿Si nuestra amistad se arruina? - Comentó ahora con el ánimo por los suelos. Pensar en ello era algo abrumador.

-Entonces... No era una amistad que valía la pena.

Asintiendo ambos se miraron. Jeong Han tomó la mano de su pequeña hermana y sonrió ampliamente.

-Feliz cumpleaños. Buscaré un gran regalo para ti.

-No hace falta... con venir a vivir con nosotros has hecho demasiado. Demasiado. Toda la familia te extraña, hermano.

Y si, era obvio que le iba a doler. Pero sabía que no tendría nada bueno con quedarse a lado de su mejor "amigo".

Ese nudo es terrible. JeongHan no logrará deshacerse de él. Que gran lío.

-Hannie, y tu... ¿Cuándo te declararas?

-¿Declararme?, no. Yo seguiré pelando bananas.

BANANADonde viven las historias. Descúbrelo ahora