Relato corto.

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El miraba, como el viento movía los hermosos rizos achocolatados de esa chica que surcaba en sus pensamientos. Su tristeza se hizo notar, era como si el cielo sabía de su decaimiento y también se entristeció. La vio correr hasta el, buscando un refugio en donde sentirse segura. Sus manos tocan lentamente su rostro con temor a romperlo. Como si de porcelana se tratara, la acarició, con ternura, con amor.

Su rostro tenía mucho que contar, pero a la vez solo quería callar. Intento descifrar el enigma y aún con los años que tenía junto a ella, no pudo.

¿Qué ha pasado? - susurró entre sus labios. Ella negó y sus brazos se aferraron a él, como si fuera su salvavidas. ¿Qué hare sin ti? Pensó. Sentía miedo, si, mucho miedo. Un miedo que nunca pensó que sentiría. ¿Qué que hare? – Pregunto, Mejor dicho, murmuró. El escucho y suspiro con pensar- nunca podré dejar ir. Te pertenezco

Entre sus brazos se sentía segura. Para ella ese es su lugar, su hogar y él se sentía hacía. Ellos se pertenecían.

Duele mucho ... ¿sabes? Odio despertar y saber que no estarás. -sus lágrimas escapan de sus ojos y no sabe cómo se pudo aguantar tanto.

Nos encontraremos de nuevo. Espera por mi-susurró el en su oído y una carga eléctrica muy conocida recorrido por todo su cuerpo- siempre volveré a ti.

Despertó y su corazón dolió, dolió tanto que deseo morir. Su respiración era desesperada, intento de buscar un poco de aire, pero no era suficiente. Su aire ya no estaba y ella no sabía cómo volver a vivir sin él.


Su cuerpo no resistiría más. Era culpa de ese hombre. -! eras tú que está borracho, No él! - gritó a todo pulmón decidida a que el paciente de al lado la escuchara su angustia y furia - ! tú debiste morir! ¡Me ha quitado todo!

Los doctores entran rápidamente y por un momento se siento feliz. Lo volvería a ver... aunque sea en sus sueños.

Mi mente, mi mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora