LABONAIR.[NEW BEACON FALLS][COMPLETA]

2.

Bajé las escaleras con tranquilidad,no estoy acostumbrada a madrugar y la verdad no entiendo por qué estoy haciéndolo.

-Buenos días.-susurró Alaric antes de dejar un beso en mi cabezo.

Nunca conocí a mis verdaderos padres,sé que Alaric se casó con una mujer y tuvieron a Stiles y un día me encontraron vagando por la calle,me acogieron y me cuidan desde entonces.

-Buenos días.-respondo sentándome en el taburete para comenzar a desayunar.-Anoche me ocurrió algo extraño.

-¿Como de extraño?.-dijo mientras me servía un vaso de zumo.

-En el bar conocí a dos hombres bastante misteriosos,uno llevaba un traje carísimo y el otro tenía un acento inglés muy notable.-le vi tensarse un poco.-De vuelta a casa escuché gritos de ayuda en el bosque y acudí por si podía ayudar,un tercer sujeto se bebió la sangre de esa chica.

-¿Estabas colocada?.-preguntó riéndose un poco.-¿Que es esto,Crepúsculo?.

-Ya se que suena demasiado ridículo.-me tomé el zumo y suspiré.-Pero se lo que vi,¿que pasa si de verdad existen y peor aun,si estamos rodeados de ellos?.

-No te preocupes,no te pasará nada.-me guiñó el ojo antes de comenzar a recoger todos los platos.

-No estaría tan segura de ello.-me bajé del taburete y guardé mi móvil en el bolsillo trasero antes de salir de casa.

Monté en mi coche y comencé mi camino hacia el bar,tras diez minutos llego frente a éste y sacó las llaves para abrirlo.

-Hola.-las llaves callejón al suelo por el salto que pegué,y mi mano se posicionó en mi pecho.-No pretendía asustarte.

-¿Otra vez tú?.-pregunté mirando al rubio.

-Este bar sirve el mejor Bourbon de todo el mundo.-dijo apoyándose en la pared.

Recogí las llaves y abrí la puerta,una vez dentro,me limité a limpiar un poco las mesas y las máquinas.

-¿Te sirvo algo más?.-pregunté observando la botella vacía,joder,no han sido más de cuarenta minutos lo que he tardado en limpiar.

-No,mejor siéntate aquí y háblame de ti.-señaló la silla.

-Tengo que trabajar.-susurré mirando a el grupo de hombres que entraba.-¿Son amigos tuyos?.

El hombre se giró,e inmediatamente cayó al suelo,una chica del grupo de visitantes lo miraba con rabia mientras  apretaba su puño para después mover su mano,provocando que Niklaus salga disparado al fondo del bar.

-Chicos,siento decirlo pero cualquier cosa que rompáis la tendréis que pagar.-me coloqué en medio para evitar que sigan con la pelea.

-¿Eres el nuevo juguete de Klaus?.-preguntaron con diversión.

Uno de los chicos se colocó frente a mi con una velocidad inexplicable,cuando quise reaccionar ya tenía sus manos apretando mi cuello entorpeciendo mi intento de respirar.

-No la toquéis,creedme,no os conviene.

-No te preocupes,Klaus.-sonrió.-Hay muchos peces en el mar.

Miré a aquel chico con odio,mi mano formó un puño y a los pocos segundos su cuerpo fue envuelto por un montón de llamas,abrí los ojos asustada.

Cuando me soltaron,corrí para ayudar a socorrer al chico,pero algo me echo para atrás.

-Es ella,lo vi en sus ojos.-dijo mientras agonizaba.-El fin de acerca,pronto no podremos salvarnos.

Todas las miradas se posaron sobre mi,en ellas indentifiqué el miedo,cogieron a su compañero y se marcharon.

Me senté en el suelo y abracé mi cuerpo,y cuando recordé que acababa de quemar vivo a aquel hombre llevé mi mirada a mis manos,alejándolas.

-¿Que diablos está pasando?.-pensé para mis adentros.

Vi a Niklaus hablando por teléfono y fruncí el ceño cuando a pesar de su distancia,podía escuchar lo que decía su hermana.

-No te preocupes,amor.-susurró agachándose a mi altura.

-¿Quienes eran ellos?.-mi voz salió débilmente.

-Personas que quieren hacerme daño.-me levantó.

-¿Por qué quieren hacerte daño?.-insistí.

-Porque a lo largo de mi vida he asesinado a mucha gente.-retrocedí algunos pasos.-Tranquila,solo algunos vampiros y algunos humanos que estaban a punto de unirse al club.

-Entonces es cierto,existen.

-¿Los vampiros?.-me miró.-Están en todas partes.

-¿Que otras criaturas hay?,me siento como la protagonista de Crepúsculo.

-No estás mal encaminada,la diferencia es que esa débil muchacha,no tenía el poder que tú posees.-Antea de poder seguir interrogándole,una chica de cabello rubio entró en el local.

-¿Es tu hermana?.-pregunté mirándole de reojo.

-¿Como lo has adivinado?.-sonrió brevemente.

-Tenéis...esa mirada.-respondí.

-¿De que mirada hablas?.-habló ella esta vez.

-De arrogancia.-ambos sonrieron de lado.-Ah,tenéis la sonrisa a juego también.

-Me gusta.-confesó la chica.-Soy Freya Mikaelson,la hermana mayor de todos ellos.

-¿Elijah y Klaus?.-Su mirada viajó hasta el rubio.

-Por si no te lo había dicho nadie,somos una familia grande,tengo otros dos hermanos a parte de los inseparables.-rodó los ojos.-Rebekah y Kol.

-Rebekah va al mismo instituto que yo.-dije sorprendida.

-Kol también,solo que ahí lo llaman Kaleb.-asentí con mi cabeza.

-Ambos se han encargado de cuidarte desde hace años.-fruncí el ceño.-Desde que Alaric te acogió.

-¿Por qué?.-quise saber.

-Ya mostrabas el poder que tenías,mi hermana recibía una muy fuerte,y por lo que la profecía indica,la última del linaje real de los lobos tendría una peculiaridad,la naturaleza te creó como un capricho,eres una tríbida,eres la reina del linaje LABONAIR,es decir,eres su Alpha,eres una vampira y una bruja.

Froté mi cara con mis manos en un torpe intento de intentar analizar todo lo que me están diciendo.

-¿Esto es por la botella de Bourbon que te bebiste antes,verdad?.-pregunté con diversión.

-Si no te transformas es porque tu condición te deja hacerlo cuando quieras,o tal vez no activaste ese lado porque aún no mataste a nadie.

-Claro que no he matado a nadie.

-Bien.

-Te costará asumir todo esto,lo sé.-habló Freya.-Si me dejas te mostraré todo.

Me acerqué a ella y cerré los ojos cuanto alzó su mano,una ráfaga de imágenes llegaban a mi mente,mis verdaderos padres,yo moviendo objetos sin tocarlos,el dolor comenzaba a volverse insoportable.

-Basta...-grité y los cristales se rompieron,ella se detuvo y le miró.-No se que coño fue todo eso pero no quiero saber nada,no quiero que os acerquéis a mi.-dije antes de señalar la puerta.

Ambos se marcharon sin poner resistencia,Klaus giró su cabeza para echarme una ultima mirada.

-Cuídate,amor.-dijo con ese peculiar acento inglés.

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