Capitulo 12

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Pv Lauren

—Lauren... que sorpresa.- dijo la madre de Camila. No sabía que ella fuera su madre.

— profesora Sinuhe, profesor Alejandro que sorpresa. ¿ son tus padres?.- le pregunté a Camila sorprendida.

—Claro, ¿los conoces?.- la cara de Camila estaba tan sorprendida como la mía.

—Laurn qué grata sorpresa, ¿tú eres la profesora particular de nuestra Mila?.- dijo mi profesor Alejandro. No podía creer  que la chica que siempre me nombraba en clase como su hija mimada fuera la chica a mi lado.

— si, seré yo quien le de clases.- dije un poco intimidada.

La pequeña Sofia, me miraba desde la espalda de su madre, tenía vergüenza de mi y solo me miraba.

—me alegra que sean Lauren quien te ayude, con ella estoy segura que vas a aprobar. Es una alumna muy eficiente y una de las mejores.- dijo Sinuhe sentándose en el sofá.

Alejandro se sentó a su lado asintiendo y muy contento. Camila solo miraba cómo interactuamos incrédula.

— ¿cómo os habéis conocido Mila?.- preguntó Sinuhe.

—pues, hace unas semanas en una fiesta.- dijo Camila mirándome.

—Lauren... Lauren... acaba de empezar el verano y ya estás de fiesta.- dijo Alejandro conociendo mis hábitos en verano.

—eeems... bueno, resuelta que era una fiesta de inauguración de verano.- intenté sonar convencida.

—tranquila Lauren, te conocemos, no tienes que ponerte nerviosa.- dijo Alejandro riéndose.

Conocía a los padres de Camila por qué han sido mis profesores en la universidad, y son mis favoritos en toda la carrera.

Después de hablar sobre el sueldo, los horarios con Camila, seguir discutiendo por el hecho de que Camila no quería madrugar y escuchar como su madre le regañaba en castellano, no podía dejar de reírme.

Me alegraba a ver conocido a Camila, no me había reído tan seguido en mucho tiempo.

—bueno Lauren ¿sabes las optativas que cojeras el curso que viene? .- me preguntó Alejandro.

— pues si vas a volver a cursar teatro de la misma forma que el curso pasado, prefiero cogerme otra asignatura optativa.- le dije comiendo las pastas que puso Camila esa tarde sobre la mesa.

— no son aburridas, eres tú que no tienes paciencia y dejas la obra a medias, eres un desastre.- me dijo indignado.

—cierto, soy un desastre pero en mi defensa sabes que tengo razón cuando digo que tus obras aburren. Sinuhe puede confírmalo.- dije mirando a su esposa.

— amor, tienes que reconocer que la última obra fue un desastre y no gustó mucho. Laur tiene razón, pero el próximo año seguro te va mejor.- dijo Sinu acariciándole la barbilla.

— hagamos un trato Lauren.- dijo Alejandro sabiendo de mis aficiones por las apuestas.

—te escucho Cabello.- le dije en respuesta.

— te dejo ayudarme a elegir la programación de obras del curso próximo con una condición.- dijo Alejandro señalándome con un dedo.— tienes que apuntarte a mi asignatura y sacar mínimo un 7, si no, te suspendo.

—¿que ganaría yo?.— dije tentada a aceptar... poder elegir las obras me gustaba, amaba el teatro y más si podía elegir algún musical.

— me has pedido por dos años que hiciésemos un musical ¿no? Sería tu oportunidad Jauregui.- me dijo tentándome.

Me quedé callada, durante mis primeros años de universidad le insistí en hacer un musical, y nunca me dejaba, decía ceñirse al protocolo de la programación y bla bla bla...

Camila me miraba divertida, creo que esta situación le estaba divirtiendo y me gustaba verla así, parecía otra persona.

Céntrate Lauren... piensa...

—acepto... pero... quiero un musical a final de curso y yo elijo la obra y los actores de ese musical y prometo sacar más de un 7 de nota.- dije estirando la mano a Alejandro en señal de promesa.

— tenemos una apuesta Jauregui, no me falles. - me dijo guiñándome un ojo mientras Camila hacia palmas junto a Sofia por nuestro trato.

— nunca fallo, lo sabes .- dije riendo.

Los señores cabello me invitaron a cenar y como no quería ser mal educada acepté y realmente me lo pase bien, la cena fue muy entretenida y me divertí, llevaba todo el día sonriendo y eso, era gracias a Camila, no me atrevería a darle las gracias pero era un placer olvidar lo malo.

Como no, me piqué con Camila, empezamos a discutir por una tontería y como era tan cabezona, o le daba la razón o seguiríamos discutiendo.

Lauren se dice plátano.- me dijo irritada Camila.

— ¿y tú desde cuando te enfadas tanto eh? Te estoy diciendo que también se puede decir banana al igual que plátano, no seas terca niña.- le dije irritada también yo.

— ¡me enfadas tú, no yo Lauren! El término correcto es plátano ¿vale? Pues ya está no discutamos más que me va a sentar mal.- y dicho esto me callo la boca como si hubiera ganado algo. No puede conmigo una mocosa de 16 años ...

— Lauren ¿harás el trabajo que pedí para subir nota a los alumnos con baja nota?.- me dijo Sinu.

—en realidad no pensaba hacerlo Sinu... me conformaba con la nota que me pusiste.- dije arrepintiéndome de mis palabras, ya que ahor aunque sería la profesora de Camila iba a verla muy seguido y no me iba a dejar empezar hasta que hiciera ese maldigo trabajo.

—Lauren... sabes que te tengo dijo en clase que no te conformes con tu nota. Intenta sacar más nota, haz el trabajo y entrégamelo en las recuperaciones de los pendientes, eres una alumna muy buena. Sácate la carrera con matrícula de honor. .- dijo Sinu un poco irritada, ya sabia de dónde sacaba el genio Camila.— darás clases a Camila cuatro veces en semana dos horas, puedes aprovechar y dar una hora más y hacer tú tu trabajo para subir nota.- dijo más afirmando que preguntando.

— no te prometo nada, lo pienso intentar al menos ¿vale? Quiero disfrutar del verano y no pensar en trabajos de psicología universal.- podía hacer el trabajo, subir nota no me vendría mal. Tal vez tenga razón Sinu.

—Lauren primero haz el trabajo, recuerda que estudiar va primero y es por tu bien, recuerda las palabras de mi madre .- dijo Camila con sorna en la voz.

****

La noche fue muy amena y se me pasó rápido el tiempo y debía irme a casa ya, así que me despedí de la familia Cabello y me fui a casa, Camila me acompañó a la puerta de la calle.

— nos vemos mañana Lauren, te espero.- me dijo dándome un abrazo y un beso en la mejilla.

—hasta mañana Camila, descansa y ponte la alarma, no te olvides.- le dije intentado picarla.

En ese momento me apetecía besarla de nuevo y como la tenía agarrada todavía en el abrazo lo intenté. Intenté darle un beso pero ella me cogió de las mejillas y me dio un beso en la cara.

Cruce de destinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora