8.

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—¿Que le pasó a Liam?— Le pregunta Theo al mejor amigo de Liam, Mason.

Mason se queda mirando extrañado a Theo, nunca había hablado con el.

—La moneda que le tiro el Coach le causó una herida interna en el ojo— Dice Mason para después soltar una carcajada.

—Oh, ¿Sabes cuando vuelve a clases?— Pregunta Theo provocando la extrañes de Mason, nunca había visto a Theo preocupado por alguien.

—Probablemente mañana, pero no le hagas bullying— Le advierte Mason al castaño.

—¿Por que le haría bullying?— Dice Theo con intriga, tal vez Liam iba a llegar sin un ojo.

—Tiene que estar por un mes con una venda en su ojo— Dice Mason, causando la risa de Theo.

Llego el día siguiente y Theo mira el puesto de Liam, que lleva vacío como por una semana.

—Buenos días inútiles, no hay nada peor que empezar la mañana con ustedes, pero no importa. La actividad de ho...— El Coach fue interrumpido por el sonido de la puerta abriéndose.

Era Liam, el cuál camina apresurado hacia su puesto ganando todas las miradas de la sala.

—Hola Liam, como decía antes de ser interrumpido, la actividad de hoy va a ser escribir un prólogo de una novela, el mejor prólogo se ganará un 7,0. Solo eso, no hagan preguntas ya que voy a dormir— Dice el Coach y se estira en su silla.

Liam saca su cuaderno de lenguaje de su mochila y se da una cachetada mental, había dejado los lápices que le regalo Theo en su casa, de nuevo.

No encontró otra solución que tocar el hombro de Theo.

Liam iba a hablar primero pero Theo le gana.

—¿Que necesitas, Carl Grimes?— Dice Theo soltando una carcajada.

Liam lo fulminó con la mirada.

—¿Préstame un lápiz?— Pregunta Liam, aún sabiendo que la repuesta iba a ser un no.

—Te lo presto con una condición— Dice Theo.

—Cuál condición? Si es meterme en una olla con agua hirviendo, no me lo prestes— Dice Liam.

—Te lo presto si mañana me ayudas con el prólogo— Dice Theo— Escuche que eres bueno escribiendo novelas.

—He escrito una novela en toda mi vida y fue para el día del libro, desde ese día los profesores creen que tengo talento— Gruñe Liam al recordar eso.

El castaño espera la respuesta de Liam, clavando la mirada en el.

—¿De verdad quieres que te ayude, Raeken?

—Si, te prometo que después yo te ayudo.

—Oh no créeme, Theo, no necesito tu ayuda.

—¡Dunbar! ¡Raeken! Dejen de conversar, parecen pareja— Grita el Coach.

Theo y Liam ruedan los ojos.

¿Préstame un lápiz? | Thiam Donde viven las historias. Descúbrelo ahora