cap 1

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Mi tierra no es un paraíso, pero es donde nací, rodeado de blanco y verde con icebergs más grandes que un Drage, bosques que no paran de crecer, montañas joviales que le dan refugio a tribus lejanas y uno que otro guardián. El viento es frío junto al mar ambos dispuestos a llevarte a donde quieras.
Los guardianes fueron asigandos por nuestros dioses para protegernos y cuidarnos representados por espíritus animales. Cada tribu tiene una piedra símbolo maracada con las trece huellas, dientes, pelaje o cornamenta de estos y cada año se realiza una ofrenda para dar buen augurio a los jóvenes de diez años. A esa edad se realiza una transición para pertenecer completamente a la tribu, las trece tribus con sus jovenes son llevadas al centro de la tierra en el mismo lugar que bajaron los dioses en eras pasadas.
Todas se reúnen junto a los guardianes y estos eligen al joven que aprenderá sus costumbres, supervivencia y cultura. Durante seis años aprenderán esta forma de vida.

Mi nombre es Eyra de la tribu de los Hippogriff, este es el año de mi transición junto a los otros de mi tribu, cada adulto lleva grabado en su piel la marca hecha por el guardian que lo escogió acompañado de su Seele. Son bestias que sin Sjek ya que éstos estos se alejaron de los trece animales y al alejarse de este círculo éstos no razonan por eso uno debe compartir su Seele de esta manera volverán a ser parte del círculo.

Mi madre Mirv, tiene la marca del Bär y mi padre Serf la marca del Hirch. Ellos me dicen que no importe que guardián te escoja ya que de igual manera pertenecerás a la tribu, solo que cada experiencia es completamente única, similares pero nunca iguales.
Los Seele son diferentes tipos de animales, pero la elección es fundamental porque el Seele solo se puede dividir en dos al igual que el Herz.
Nuestros padres nos enseñan a como defendernos, utilizar armas, cocinar y recolectar alimentos esto se hace como tradición que se debe realizar antes de cumplir los diez años, porque después de esta edad los gurdianes se encargan de enseñar sus conocimientos.
Mi tribu se prepara para la ceremonia que se realizará en tres días más, y por esto hoy y mañana serán los últimos días de entrenamiento. Mientras otros recolectan o cocinan yo estoy combatiendo en la arena con mi compañera Aldair, la melodía del metal resonando cuando es golpeado una y otra vez es lo que envuelve la arena. El arma de Aldair es un mangual acompañado con su escudo que está grabado con el animal de nuestra tribu, mientras yo tengo mi labrys y el mismo tipo de escudo.
Ambas nos movemos con agilidad adquirida en estos años de entrenamiento, elevo mi escudo para bloquear su ataque, el cual ella aprovecha para darme una patada en las costillas, ese golpe me restará movilidad y ella lo sabe. Me agacho para reponerme lo cual ella aprovecha para botarme al suelo y poner au escudo en mi garganta tratándo de inmovilizarme, en el último segundo con ambas manos sujeto su escudo, creando una batalla de fuerzas. Empujo con fuerzas igualadas mirándonos fijamente, utilizando su fuerza en su contra empujo el escudo haciendo que este le de un golpe en la mandíbula quedando visiblemente adolorida, haciendo que ésta retroceda.
Levantándome rápidamente y acercándome hacia a ella le doy un golpe certero en su mejilla produciendo que voltee su cara hacia la derecha y ella devolviéndome el puñetazo, golpea mi mejilla izquierda.
Retrocediendo un poco, siento ese característico sabor metálico, escupiéndolo al mismo tiempo que mi compañera manchando la arena con carmesí. Kaira al ver esto da por terminada la pelea; ella es nuestra entrenadora, en au hombro lleva la marca del Mammut.

Me acerco hacia Aldair y chocamos nuestros antebrazos en señal de una buena pelea; recojo mi labrys y escudo, dirigiéndome hacia la salida de la arena. Mientras iba caminando, Aldair corre hacia mi para acompañarme a casa ya que ella vive cerca mío, durante el camino hablábamos sobre lo emocionadas que estábamos sobre la ceremonia. Sin darnos cuenta llegamos a nuestros hogares, nos despedimos y yo entré a mi hogar. Saludé a mis padres que estaban ocupados cocinando la cena. Fui a mi habitación a dejar mi arma y escudo; después de eso me dirigí hacia el baño a buscar el cubo para llenarlo con el agua termal que estaba atrás de mi casa. Saliendo por la puerta trasera y dirigiéndome hacia la tina. Haciendo esto tres veces la tina al fin estuvo completa con el agua, agregándole unas infusiones regenerativas para las heridas. Metiéndome en esta, el agua relajante cubre todo mi cuerpo sanando las heridas por el entrenamiento.

Después de darme ese baño debía preparar mi bolso para mañana ya que al amanecer partiríamos al centro de la tierra. En la cena mis padres y yo hablamos sobre mañana de lo emocionante que será la elección del guardián. Mis padres me ayudaran a guardar las cosas adentro del bolso ellos no me pueden acompañar ya que solo los jóvenes pueden ir guiados por el líder de la tribu.
A la mañana siguiente ya lista para partir mia padres se despiden con tristeza y alegría. Salgo de mi hogar con mi bolso dirigiéndome al centro de la tribu donde están reunidos los jóvenes, junto al líder y la piedra símbolo. Rodeada de ofrendas es adornada la piedra haciendo una pequeña ceremonia, el lider con su Seele encabeza al grupo de jóvenes, poniéndonos en marcha salimos de la tribu con los gritos de emoción de los adultos y niños para un buen augurio. Lanzando pétalos de las flores hacia nosotros.
Es así como el viaje comienza...

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2017 ⏰

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