CSI "Famosos"

CSI "Famosos" 9

Seguíamos ahí sentadas, no sé cuanto llevábamos pero se me estaba durmiendo el culo. Volvieron a aparecer Justin y Harry, pero esta vez tenían cuerdas.

-Hola guapas-se acerco al medio de nosotras- Justin tu hoy te quedas con Aida, que a mí me apetece probar a Erika

-No, déjame a mí a Erika, que ella me pone más que Aida

-Bueno te la dejo pero mañana para mí

-Vale maestro

Se llevo a Erika arrastrando y yo me quede con Harry. Me temía lo peor.

Narra Erika:

Tenía miedo no sabía que iba a hacerme. «Al menos no estaba con Harry» Pensaba.

-Nena estate tranquila, no te voy a hacer nada, solo quiero ayudarte

-Si me quieres ayudar suéltame las esposas

-Vale

Empezó a soltarme las esposas y también empezó a caerme bien. Al fin estaba suelta, que gusta da la libertad.

-¿Y ahora que vas a hacerme?

-Dejarte en libertad

-¡No!

-¿Cómo que no?

-Si me dejas en libertada también a Aida

-A las dos no os puedo salvar

-Pues entonces no nos salves a ninguna

-Que quieres estar aquí para que te maltraten

-Prefiero eso antes de dejar a Aida sola

-Tu veras pero si no te vas ahora vas a perder la oportunidad, mañana te toca con Harry y no va a ser como yo

-No puede hacerme mucho                                                                                               

-Ya vas a ver como sale Aida, todas salen con moratones, heridas y toda destrozada. El aparte de violaros, os pega para satisfacerse

-Sera hijo de puta

-Pues si

-¿Y por qué tu eres su cómplice?

-Porque yo las intento salvar

-Joder te juzgue antes de tiempo lo siento

-Tranquila

Le abrace con él me sentía segura y tranquila. No quería volver con el hijo de puta de Harry, tenía miedo de lo que le habría hecho a Aida.

Narra Álvaro:

Había quedado con Erika, mi novia, que gusto da llamarla así. Hoy teníamos nuestra primera cita como novios oficiales y le había preparado algo súper romántico, había puesto en mi casa un camino de rosas hasta la bañera en donde había pétalos esparcidos y velas. Primero tendríamos un baño juntos y luego lo que surja. Llegue a su casa antes de lo previsto pero a ella no creo que le importe. Llame al timbre pero no había nadie menos mal que me había dado unas llaves de su casa el año pasado. Entre y estaba todo revuelto, que había pasado aquí.

-¡ERIKA!-grite

.Me estaba preocupando, menos mal que Erika tenía cámaras de seguridad, mirare que paso, espero que no le haya pasado nada. Mire el video y resulta que un extraño se había colado en casa y las había secuestrado. Juro que la voy a encontrar sana y salva y a Aida también. Antes de ir a la comisaria llamo a David, estoy seguro de que le importara sobre todo por Aida.

-David tío

-¿Qué pasa bro?

-Pues nada bueno

-¿Cómo que nada bueno que ha pasado?

-Han secuestrado a Erika

-¡QUE!

-Y a Aida

-No me jodas tío-hizo una pausa-me voy para allí ya

-No te preocupes me encargare yo

-No, cuando Aida entro al cuerpo le prometí a su madre que cuidaría de ella y eso voy a hacer

-Bueno, haz lo que quieras pero yo me voy a la comisaria

Narra Aida:

Me había quedado con Harry, tenía miedo, mucho miedo. Empezó a desatarme los pies, luego me desato la mano y me vendo los ojos. Aunque no veía intente huir, no lo conseguí, lo único que conseguí fue que Harry empezara a pegarme, le daba igual tortazos que patadas. Estaba en el suelo tendida con magulladuras y llorando. Tenía que ser fuerte, no podía dejar que me hundieran.

-Que mal has hecho en intentar huir-me dijo a la vez que me pegaba la patada más fuerte de todas.

-Puedes hacerme todo el daño que quieras pero no vas a tener el placer de oírme gritar

-Voy a conseguir que grites como no lo has hecho en tu vida

Me cogió del pelo, haciendo que me moviera hasta el colchón, un colchón mugriento y asqueroso. Me ato las manos y pies con cuerdas a los eslabones de la cama, dejando a su merced toda mi feminidad, por tener las piernas abiertas, ya que con unas tijeras había roto mi ropa. Me quito el sujetador y empezó a tocar mis pechos, de tocarlos paso a morderos, dolía pero no iba a conseguir que gritara. De mis pechos paso a mi coño, en el no se entretuvo mucho y fue directamente a penetrarlo. Lo penetro sin pleno aviso, haciendo que las paredes de mi vagina se contrajeran ante el dolor que me producía. Sus embestidas eran rápidas y fuertes, desgarrando mi interior hasta conseguir hacerme sangrar. Un dolor invadía mi cuerpo. Ya no oponía resistencia y como eso no le gustaba a Harry empezó a pegarme guantazos, arañarme la cara y arrancarme pelos para que chillara. Pero no lo iba a conseguir, ahora solo quería morir y dejar de sentir este dolor. La sacaba y volvía a meter, en un momento determinado le mordí la polla con todas mis fuerzas haciendo que gritara de dolor.

-Con que quieres jugar duro, pues vamos a jugar-me dijo con toda su mala leche

Sacó su pene de mi boca y cogió una fusta que tenía cerca, con ella empezó a pegarme en el estomago, las piernas hasta el punto de tener todo el cuerpo dolorido y con muchas heridas y sangre.