"Pero siempre recuerda, la vida no es el número de alientos que respiras. Son los momentos que te quitan el aliento."
-… No soy ninguna puta papá –Le dije en susurro.
- ¡Eres igual a tu madre! –Me dio una bofetada.- ¡Todo es tu maldita culpa! –Gritó.
Comencé a llorar mientras llevaba una de mis manos a mi mejilla golpeada.
Esto era costumbre, refregarme que era una puta cuando ni siquiera tengo novio, que ironía.
Salió de la casa dando un portazo haciendo eco.
Me pegue a la pared y fui bajando hasta quedar sentada en el piso frio. Apoye mi cara en mis rodillas.
-Flash back-
-Sabes, hay alguien que me pidió salir hoy –Dijo sonriendo.
- ¿Ah sí? ¿Quién? –Le pregunte.
- Ethan
- Ashley… que bien –Sonreí.
No, no estaba bien. ¡Por supuesto que no! Ethan era mi mejor amigo, pero nadie sabía que me gustaba.
-Sí, ya sabes antes de que se vaya a Francia a estudiar a esa escuela que desea –rodo sus ojos.
- Si, genial Ash.
-Fin del flash back-
¿Por qué no podía ser bonita como Ashley? ¿Por qué no podía ser feliz como ella?
Solo… ¿Por qué? Todos los que me gustaban la preferían a ella, siempre.
[…]
-¿No iras a clases? –Pregunto.
- He dicho que solo a la primera, Harry –repetí.
- ¿Por qué? –Pregunto de nuevo.
- Si no te vas, también llegaras a la segundo hora –Hice una mueca.
- De acuerdo, te veo allá –Beso mi mejilla.
Se alejo de la puerta para montarse en su auto y así mismo arrancar.
Entre de nuevo a mi casa, subí a mi habitación a acomodar algunas cosas tiradas.
Y la razón por la que no quería ir a la primera hora era porque me tocaría con Louis.
*
Llegue 15 minutos antes al instituto antes de que tocaran para la segunda hora.
Fui a mi casillero saque algunos libros. Después decidí ir a la cafetería a esperar los minutos restantes.
-Hola ____ –Se sentó frente a mí.
- Hola Liam –Dije.
- ¿Como estas? –Pregunto.
- Bien, muy bien –Mentí.- Por cierto, no te había visto –Cambie de tema.
- Es porque falte dos días –respondió.
- Oh…
- ¿Te gustaría ir a comer a un restaurante mexicano? –Pregunto.- Claro, para establecer una buena amistad y conocernos, ya sabes –rió tímido.
- Claro –respondí insegura.
- ¿Paso a tu casa a las 4?
- Sí… –conteste.
Justo tocaron en anuncio a la segunda hora de clases, me levante a lo igual que Liam.
Me despedí de él con un gesto con mi mano para luego tomar caminos diferentes e ir a nuestro salón correspondiente.
*
-¡hey! –Grito Harry.
-Hey –Lo imite.
- Hasta que te encuentro –Bufo.
- ¿Me andabas buscando? –Pregunte estúpidamente.
- Ah, ¿no es obvio?
- Sí, ya –Me encogí en hombros.- ¿Para qué? –Pregunte.
- Quería verte… También para decirte que no tengo nada que hacer hoy por la tarde ¿salimos a algún lado? –Pregunto.
- No puedo Harry, saldré –respondí.
- ¿Tu? –Dijo burlón.
Era molesto, estúpido Harry. Me daban ganas de mandarlo al demonio.
-Me voy –Me gire para seguir mi camino pero me detuvo agarrando mi brazo.
- Perdón –Me dijo en cuanto voltee a verlo.
- Déjalo así –Me solté de agarre y ahora si seguí mi camino.
*
Cuando llegue a casa hice un poco de aseo y luego me duche, no sin antes lastimarme la piel.
Así paso el tiempo hasta que dieron las 4 y yo ya estaba lista esperando a Liam.
Tocaron el timbre, rápidamente baje a abrir para luego encontrarme con un Liam muy bien vestido.
-Hola –Saludo.
- Hola –Le sonreí.
*
Llegamos al restaurante, Liam antes de bajar me abrió la puerta una vez más (ya que cuando me llevo a casa lo hizo).
Nos sentamos en una de las mesas cerca de la enorme ventana que daba vista a la carretera con más tiendas enfrente.
Un mesero se acerco a nosotros para pedir lo que comeríamos, yo pedí tacos pues es lo típico de México además de que eran deliciosos. Liam pidió lo mismo.
-¿Y cómo te fue hoy en tus clases? –Pregunto interesado mirándome penetrante.
- Odio la escuela –Dije sinceramente.
- No es tan mala
- Para mí sí –respondí.
- Oye te haré una pregunta pero no te molestes ¿vale?
- Eres muy preguntón –Liam gurdo silencio, tal vez lo que dije estuvo mal.- Fue broma Liam, prosigue –pedí. Él soltó una pequeña risita lo que me hizo sonreír.
- ¿Por qué traes un suéter? Hace mucho calor, ¿no quieres quitártelo? –Pregunto.
Mierda; pensé rápidamente.
-Te-engo frio –Titubee.
- ¿Estas enferma?
Que chico tan preguntón y preocupado.
-Nada grave, solo ayer me pego un resfriado pero solo –Dije rápido. Él asintió.
El mesero llego con nuestra comida. Comenzamos a comer mientras Liam me platicaba cosas de él, yo hablaba muy poco de mí. Era muy agradable y preocupado.
En cuanto terminamos Liam pago, ya saben el típico insistente. Luego me llevo a casa.
*
-Te aseguro que la he pasado bien –Me sonrió.
- También yo, gracias. Ya tengo un nuevo amigo –Le dije.
- Espero salgamos más seguido
- Eh… Seguro –Dije insegura.
Estaba parado justo enfrente de mí, yo a punto de entrar. Sus ojos brillaban, eran lindos. Y se iba acercando el pensamiento más ridículo vino a mi cabeza, ¿iba a besarme?