C u a t r o

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El llegar a mi casa intentó llamar a mis padres otra vez, y nada. Necesito hablar con alguien.

Decido llamar a la casa de los padres de Emilio.

— ¿Hola? — pregunta América.

—Hola, soy Liliana.

—Hola mi niña ¿cómo estás? Estábamos preocupados por ti, hace días que no sabíamos nada.

—estoy bien gracias, he estado con mucho trabajo lo siento. Y ¿ustedes cómo están? — pregunto mientras me estiró en la cama.

—Muy bien Lili, ya sabes no tenemos mucho que hacer, somos viejos.

—América, los extraño mucho.

—y nosotros a ti, ya sabes que está casa siempre será tuya. Que Emilio no este no significa que no puedas venir.

—me hace mucha falta Emilio. — digo mientras lágrimas caen por mis mejillas.

—a todos mi niña, a todos nos hace mucha falta, él era la alegría de la casa.

—desearía volver el tiempo atrás.

—pero no puedes y debes seguir adelante Liliana. No puedes seguir viviendo así, tú eres joven y guapa debes superar la muerte de Emilio todos lo hemos hecho menos tú.

—No puedo.

—Si puedes, que lo superes y sigas con tu vida no significa que lo vas a olvidar. A él le gustaría verte feliz, y no lo estas.

—es difícil, él es todo lo que siempre tuve.

—Lili, debo dejarte el gato se está comiendo la cena. — dice mientras le grita al gato que se baje de la mesa. — te amamos nena, cuídate y vive.

—Nos vemos, los quiero. — digo mientras cuelgo.

El timbre de mi departamento suena, de seguro es Laura que viene a ver como estoy.

Abro la puerta y ahí está Laura con su usual traje de enfermera sonriendo, no sé cómo ella tiene siempre una sonrisa en su cara.

—amiga, no sabes a quien me encontré abajo. — dice mientras tira de la mano de alguien. — venía llegando y él estaba esperando a subir.

—Hola florecilla. — dice mientras sonríe. — te traje unas flores.

Me entrega un ramo de rosas rojas, y entran a mi departamento.

—pasen, adelante. — digo sarcásticamente cerrando la puerta.

—Bueno, Federico me dijo que te había invitado a salir.

—Sí, y le dije que no.

—Lili, no puedes quedarte aquí. Además, me invito también y quiero ir, por fis.

—No seas chantajista, vayan los dos.

—Florecilla, escucha a tu amiga. Sólo vamos a cenar, luego las traeré sanas y salvas.

—di que sí, no quiero cocinar. — dice Laura mientras estira su labio.

—Está bien, iré, pero solo un rato.

Ambos sonríen y chocan los cinco.

—Bien, iré a cambiarme el uniforme.

—yo también me cambiaré, te quedas sentado en el sofá. —

Laura se va, yo voy a mi habitación y comienzo a buscar ropa. Me desvisto cuando estoy por sacarme las bragas entra Federico.

— ¿Que estás haciendo? — digo mientras me tapo con una toalla. — sal ahora mismo de aquí.

—Eres hermosa florecilla. — dice mientras se acerca a mí. — creo que estoy loco por ti.

Sus manos están en todas partes, comienza a besar mi cuello lentamente.

— ¿Qué es lo quieres de mí?

—lo quiero todo, no puedo sacarte de mi cabeza.

Todo mi cuerpo reacciona a su toque, toma mis labios y los besa apasionadamente.

—Esto no está bien, yo no puedo corresponderte. —me apartó de él. — por favor sal de aquí.

—No puedo, necesito más de ti. — me besa nuevamente, tira de mi hasta caer en la cama.



Feliz lectura 🐣🐤🐥

Me acosté con mi JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora