Etéreo ➳ yoonmin

deux

"De repente te vi, imperturbable, con una serenidad extrema. Te vi, melancólico, con tus ojos cautivando todo lo que miraras; vi brillar todo a tu alrededor. Te vi brillar, me cegaste con tu luz, y sin embargo, oscureciste mi alma, porque desde entonces supe que una tonta llovizna no podía igualar a la tormenta eléctrica que eras."

No importaba cuán optimista intentaba ser, YoonGi solo tenía la capacidad de echarse abajo el mismo. Nadie nunca podía herirlo, solo él mismo.

¿Hasta qué punto eso era bueno?

Pero él ahora lo disfrutaba, porque su pesimismo lo hundía en una melancolía quizá triste, pero a la vez dulce, como la lluvia. Él amaba la soledad que lo apoderaba, porque era un momento de introspección que él solía tener, donde veía sus errores y sus aciertos.

Donde en la mayoría de las veces, JiMin estaba ahí.

Ahora volcaba sus pensamientos en dulces y suaves notas que resonaban en cuanto él apoyaba sus dedos en las teclas de su piano favorito. 

La dulzura de aquel sonido tan armonioso y conmovedor haciendo eco en la casa, parecía estar llevando a YoonGi a otro lugar, a un mundo donde lo visual no existe. Donde nada se ve y nada se toca. Solo se oye. 

Un mundo donde los sentimientos pueden moverse a causa del sonido. Su sonido favorito.

Las notas del piano.

Sintió la necesidad de dejar salir su voz en armonía con aquellas notas.

Estoy mirándote

Mientras contengo la respiración

Como si el mundo se detuviera 

Su grave voz hacía erizar la piel de alguien que lo oía. Sin querer, alguien de baja estatura, y ojos curiosos fue acercándose a la ventana de donde escuchaba aquella melodía tan preciosa, tan pacífica y triste a la vez. Tan perfecta.

Duele tanto amarte

No puedo sacarte de mi corazón

y eso es tan triste...

JiMin suspiraba con su mente volando, imaginando toda la triste historia que esa canción le daba a entender. Cerró sus ojos y se concentró en la melodía lo más profundamente posible.

Es difícil olvidarte

Es un sueño muy triste

que me hace llorar en secreto

Algún día espero poder amarte tanto 

como lo deseo ahora.

 

 "¿Qué corazón tan roto podría escribir algo tan desgarrador y conmovedor?"

JiMin no entendía que un corazón enamorado no siempre es un corazón feliz.

Porque amar duele mucho.

Sobre todo, cuando te enamoras todos los días como si fuera el primero, y aquella persona es tan lejana de uno.

Cuando sientes que nadie podría merecer debidamente a aquella persona, pero de todas formas se desea con toda el alma ser a quien sus ojos miren sin cansancio.

Simplemente ser correspondido.

Pero JiMin era  tan malditamente mágico, que probablemente ningún ser humano podría admirarlo como se merece.

YoonGi le regalaría rosas de color negro.

Porque JiMin es tan inefable, que con solo una sonrisa, podría darles todos los colores del mundo, e incluso, hacerlas vivir de nuevo.

Porque eso era lo que había hecho con YoonGi.