Laura llegó más temprano de lo que debería, tenía un hermoso vestido con estampado de flores, turquesa, que resaltaba perfectamente con sus ojos.Leo llegó unos 10 minutos más tarde, Laura estuvo a punto de creer que él no llegaría, que simplemente, le había engañado.
-Hola, en serio viniste.- Dijo ella.
-¿Creerías que no vendría?, sería un desperdicio no hablar con una chica tan linda como tú.- dijo él sin vergüenza, de una forma descarada, pero que sonaba tan lindo.
Ella sonrió, se veía definitivamente hermosa.
-Y bueno, ¿Que te gustaría pedir?- le dijo ella.
-Eso debería preguntarte yo, ¿no?- respondió.
Después de un rato sin hablar, se miraron, ella estaba perdidamente atraída por él, y el caso de él, era todo lo contrario, ella no le gustaba, simplemente, era agradable.
Comieron hasta quedar satisfechos.-Estuvo delicioso, ¿No lo crees?- Dijo ella tratando de comenzar una conversación.
-Je, sí, lo estuvo- Respondió tratando de evitar una conversación que pudiese durar demasiado.Él decidió pagar la cuenta, y luego de esto, acompaño a Laura a su casa, al parecer necesitaba parecer caballeroso.
Al llegar, ella sonrió amablemente y le agradeció ese gesto; pasó sus suaves manos por su vestido liso y hermoso, y ella sentía que necesitaba besarlo; que deseaba unir su cuerpo con el de él, lo necesitaba.
Él también se limitó solamente a sonreír, ¿Qué otra cosa debería hacer?Alguien se asomó de la ventana del departamento de ella, su hermana la esperaba ansiosa de saber como le había ido a Laura en su "cita".
Él al darse cuenta lo tomó como un gran pretexto y le dijo que mejor dejaba que fuera a descansar, que al parecer le esperaban y que podría estar cansada, y así como se despidió, se fue.Laura llegó, abrió la puerta emocionada, y la cerró de un empujón, gritó por toda la casa cuánto lo amaba; parecía que fuese una adolescente enamorada de un tipo que le correspondía.
-Vaya... Creó que definitivamente él te gusta- dijo su hermana bromeando.
-¿Qué te parecería si lo invito mañana a comer con nosotras?, ¿Te molestaría?- le comentó Laura.
-No, no, no; me encantaría conocer al chico de mi bella hermana- Volvió a bromear mientras le guiñaba él ojo a Laura.Y así, al anochecer se colocó sus audífonos y comenzó a escribir en sus notas, dentro de su celular; "He comido con él que podría llegar a ser él amor de mi vida"; y sonrió al leer tal comentario, cualquier persona creería que ella definitivamente es ridícula.
En unos minutos ya estaba descansando con una amplia sonrisa en su rostro, estaba feliz.
Al siguiente día, llegó temprano a la universidad; cuando trató de saludar a Leo, éste simplemente se fue derecho, sin voltear siquiera a verle, Laura sintió un dolor en él pecho, creó que el que la ignorase definitivamente no le hacía bien, pero, ni siquiera eran algo; sin embargo, le dolía.
Después, en él receso, ella se le acercó.
-Hola, quería saber si te gustaría venir a comer conmigo...- trató de ser lo más amable posible.
-Hmmm, es que... tengo planes, sí, ya tengo planes- hizo una sonrisa forzada.Ella definitivamente sintió como algo en su pecho quebró, podrá sonar ridículo, pero ella sentía como su corazón se hacia pequeño.
Todas las chicas que estaban rodeando a Leo miraron un momento a Laura y pensaron: "Qué vergüenza", y rieron burlonas, ¿Ahora que se supone debía sentir?
Al llegar a casa estaba más desanimada de lo normal, su hermana lo notó y le preguntó:-Oye tú, ¿Qué tienes?- dijo fingiendo enojo.
-Es un patán de primera- respondió Laura, cansada.
-Creo que era obvio, se le nota desde lejos- sonrió.Laura entró a su cuarto, allí se mantuvo toda la tarde; estaba bien sola.
Ya en la noche escribió: "¿Porque tuviste que comportarte así?"De todas formas, mañana será otro día.