Prólogo

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Se veía tan... nostálgica.

Estaba allí, sentada en el parque viendo la boda frente a ella; había lágrimas en sus ojos. Pero no lágrimas de felicidad como las que gente en general dejaba salir en las bodas. No de oh-mi-Dios-qué-hermosa.

Eran lágrimas solitarias que contenía, fingiendo serenidad.

A su lado estaba sentado un hombre que supuse era su novio. No era que fuera amoroso o reconfortante en lo más mínimo. Parecía un imbécil total, en realidad. Pero se inclinaba para murmurarle algo de vez en cuando; ella asentía y se enderezaba. Había deslizado su máscara de compostura de nuevo.

En realidad no era que fuera hermosa. Pero, Dios mío, lo era. Cabello castaño largo que se arrastraba por su cuello, cayendo en rizos dispersos a sus hombros desnudos. Llevaba un vestido de color rojo oscuro que brillaba con las luces tenues que rodeaban la pequeña reunión; su piel de marfil parecía suave y... perfecta.

Traté de no observarla. Estaba allí con mi amigo Cody, esperando que la ceremonia terminara y la recepción empezara. Su hermano mayor era parte de la banda, así que teníamos un poco de tiempo para matar. Y me mantenía encontrándome atraído hacia ella. Preguntándome quién era. Cómo era. Por qué se veía tan retraída.

Era como si estuviera esperando observar algo.

Entonces Cody sacó un cigarro de su bolsillo y se deslizó de nuevo detrás del pabellón para pasar el tiempo.

El sol se había puesto justo cuando la novia y el novio decían sus votos y la música había iniciado. Así como la recepción empezó a patear a alta velocidad, un resplandor en la distancia me llamó la atención. A través de la sombras del parque, vi los destellos de ese vestido rojo.

Mi primer pensamiento fue que estaba escabulléndose con su novio. Las bodas tendían a ser una increíble forma de excitación para las mujeres. Me había beneficiado de su intensa necesidad de tener relaciones una vez o dos en el pasado.

Pero estaba extrañamente desconsolado por el pensamiento de que solo buscara un interludio romántico.

Entonces, me di cuenta que estaba sola. Llevando sus zapatos en la mano, los pies descalzos asomándose por su larga y amplia falda mientras se movía en silencio a través de la hierba hacia la fuente.

Se detuvo un momento, leyendo el anuncio en la base, y, a la vez, puso la mirada más fascinante en su rostro. Se mordió el labio y frunció la boca en una sonrisa pícara. Entonces bajó sus zapatos al suelo, subiendo su falda para desnudar algo de sus increíbles muslos bastante increíbles y entró en la fuente.

No era, de ninguna manera, un romántico. Era todo sobre el placer libre y sencillo, nunca me había puesto todo sensible por una chica antes.

Así que tal vez era el cigarro. Quizás drogarme me había provocado cierta profundidad, estimulando una sección de mi cerebro. Una parte que me hacía pensar en todo tipo de mierda florida.

Igual que la forma en que su vestido brillaba en la oscuridad, como estrellas en el cielo.

O la manera en que su rostro se iluminó cuando sonrió y se echó en la piscina poco profunda.

Y en ese momento, quise conocerla. Quise averiguar qué la hacía temblar. Cómo sonaba en la primera hora de la mañana, con su voz ronca por el sueño. Quería ver si sus labios se sentían tan increíblemente suaves como parecían. Si su cabello era tan suave como la seda, de la forma que aparentaba. Cómo su piel desnuda brillaría de sudor en el calor de la pasión.

Una risita casi infantil se le escapó y miró hacia la fiesta por un momento, observando cuidadosamente. Bajó la mirada a sus pies, girando uno alrededor por un momento más y dejó escapar un profundo suspiro.

Al salir de la fuente, la chica misteriosa recogió sus zapatos. Con una anhelante mirada más a su escape momentáneo, regresó a través de la oscuridad hacia la recepción.

No tenía idea quién era.

Pero la deseaba.

Cuando me enteré quién era, me hubiera gustado que hubiera sido alguien más. Las leyes de orden social nunca permitirían que una chica como ella estuviera con un tipo como yo.

Así que traté de olvidarla. De cualquier manera que pude 

Copperline #1  (Edward Styles)Where stories live. Discover now