Él es un hombre bueno
Él no tiene ninguna concupiscencia
Él no fuma, él no se embriaga
Ni tiene malos pensamientos, vive en calma
Él es un alma de Dios
Así dice toda la gente
Él vive en armonía con el creador
Comparten esta casa con otros hermanos
Él siempre es puntual, jamás demora
No piensa en sexo, solo en el celibato
Puro y sin mancha, libre de pecado
Así le ven, así lo demuestra él
Al caer la noche cada uno a su celda
Tan solitarios se sienten los hombres
Sin amor, sin calor ajeno, sin pasión
Solo la presencia del Señor
Hay quien se preocupa por el prójimo
Algunos aposentos yacen vacíos
Otros reciben visitas
En las penumbras se desplazan
Él parece inquieto en su cuarto,
Su respiración es un poco agitada
Pero los monjes tienen gran paciencia
Y allí está, la sombra en el umbral
La puerta rechina, la escasa luz se filtra
La habitación de nuevo es oscura
Lentamente las sombras se juntan
Lentamente los hábitos estorban.
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El lado oscuro de la mente.
PoezjaNarraciones oscuras de locura, soledad, lujuria y muerte.