Capítulo V

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Dolor, furia, resentimiento y miedo. Es lo que sentía Serena mientras el demonio le sujetaba con fuerza la muñeca.

No se dejó intimidar por esos ojos purpuras y lo miró fijamente.

El demonio también la miraba fijamente, podía notar la fuerza que transmitían esos ojos.

De repente ella sintió un olor extraño,
como a óxido y a sal.

Sangre.

Ella abrió sus ojos con sorpresa y miró para ver de dónde provenía; provenía del brazo del demonio donde le clavó la flecha, la sangre le chorreaba por todo el brazo.

Ella giró la cara y empezó a respirar por la boca tapándose la nariz.

Al demonio le sorprendió esa actitud, no sabía por el cambio de la princesa.

Ella no podía más sentía sus oídos pitar, la visión se volvió borrosa, pero no podía dejarse vencer, no podía darle la satisfacción al demonio.

-Lleven a la princesa a la sala del trono- dijo el demonio de repente, sorprendiendo a Serena.

Ella fue conducida por uno de los soldados a dicha sala en donde se encontraba el cuerpo sin vida de
su padre.

Con la mente un poco más despejada sin la presencia de la sangre, ella pudo pensar de nuevo con claridad y frialdad.

Dejaron a Serena con varios soldados, mientras al demonio le curaban el hombro.

No fue tarea fácil, pero aun así ningún sonido de dolor ni de queja salió de la garganta del demonio.

Una vez vendada la herida, el demonio recorrió todas las habitaciones del palacio junto a sus hombres, sabían que el rey Kenji tenía un hijo pequeño, el heredero.

Buscaron por todas las habitaciones pero no encontraron al niño.

El demonio estaba furioso, nadie le desafía, en donde estaba ese maldito mocoso.

Fue corriendo hacia la sala del trono donde se encontraba la princesa.

-¿Y el heredero al trono?- preguntó a la princesa enfurecido.

-Si se refiere a mi hermano, el príncipe Sammy, murió cuando tenía 5 meses de edad- respondió con suficiencia Serena.

Su plan había tenido éxito.

El demonio no lo podía creer, muerto.

El príncipe Sammy estaba muerto.

No podía ser.

No podía estar muerto.

Era la única baza para tener a la princesa consigo

***Recuerdo***

Estaba pensando en su adorado ángel, en como tenerlo, tenía que buscar su punto débil, no podía solo secuestrarla y tenerla cautiva, sabía que ella podía escaparse o quitarse la vida.

Tenía quetenerla atada, debía de tener una punto débil para que ella no hiciera ninguna tontería y se quedara con el cómo su reina dócil.

Debía de haber algo.

Llamó a Rei.

Ella era la sobrina del rey Kenji, estaba con él desde que asaltó su palacio y ella eligió ser una de sus concubinas.

-Rei...

-Dime, mi señor

-Pronto conquistare el Reino Dorado y quiero a la princesa conmigo.

En Manos del DemonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora