—¡Sonríe!
No hacía falta que el mayor se lo pidiera, porque en realidad ese día nadie podía estar más sonriente que él. Posó sonriente hasta que escuchó el típico "click" de la cámara y luego esperó unos momentos con la vieja cámara en sus manos, para después observar lentamente cómo la imagen pasaba a de ser negra, a una llena de color y una sonrisa que, según Jihoon, era más brillante que el mismísimo sol.
—Jinyounggie, sales tan lindo~ —sonrió con una ternura que se contagió al nombrado al verlo así, ah, tan adorable. Él era el dueño de esa sonrisa, y lo sabía.
—Tú eres el lindo aquí —dijo abrazándolo, aún con la foto en sus manos.
Una vez separados, se sacó la mochila de tela de su espalda, dejándola en el piso para luego buscar entre ellas un marcador negro.
Dio al reverso la foto, y escribió unas palabras en ella. Jihoon miraba todo atentamente.
—Toma, para ti _se mordió el interior de su mejilla algo sonrojado.
—¡Baejin! aigoo —soltó abrazando la foto para luego acercarse rápidamente y robarle un beso en la mejilla al más alto.
—Vamos, se nos hace tarde —rió ignorando lo anterior ya que estaba más que sonrojado.
Tomó su mano y se adentró en el instituto con él.
Primer día del instituto, el mejor de todos.
