Capítulo 6

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El más mínimo rayo de sol que entraba por la ventana impacta justo en mi cara. Me levanto estirando mi anatomía en el proceso, me dirigí al baño para hacer mis necesidades, cepillarme los dientes y arreglar un poco mi cabello, seguido salgo de la habitación y bajo las escaleras, se escuchaban algunos murmullos que provienen de la cocina.

Me recargo en el marco de la puerta y veo a la abuela y a Liz cocinando animadamente, ellas siguen concentradas en su plática que no han notado mi presencia. Las observo, ver a la abuela cocinar tan feliz hace recordar a mama cuando me preparaba el desayuno cuando era pequeña, cocinando panqueques con el ceño fruncido porque nunca le salían como ella quería o que se le quemarán y al final terminaba rindiéndose y me daba un plato con cereal.

- No entiendo porque no me salen – Se desespera y tira la masa de panqueques al bote de basura – Lo siento cariño, los panqueques no son lo mío – Me entrega un plato con cereal

-No te preocupes mami, algún día lo lograras – Tomo su mano y le doy un apretón
Me mira sin ninguna expresión y retira su mano como si mi toque la quemara

Una lágrima recorre mi mejilla, la quito con el dorso de mi mano y me acerco hasta la abuela, la abrazo por la espalda causando que de un pequeño brinco por el susto, rio por su acción y le doy un beso en la mejilla.

- Buenos días mi niña, como amaneciste – Se mueve a uno de los estantes para tomar un poco de especias y colocarlas en el sartén donde cocina algo y yo aún sigo abrazada a ella.

- De maravilla, buenos días Liz – Le doy otro beso en la mejilla, me siento en uno de los bancos de la barra mientras las observo

- Buenos días – Está ayudando a la abuela a preparar el almuerzo – En la tarde vendrá Diana para mostrarte el vestido que llevaremos en la boda

- Espero que sus gustos sean buenos, están algo mayores ya así que sus gustos son algo feos – Le digo riendo causando que ella gire rápidamente el rostro hacia mí y pone una mano en su pecho como si lo que acabara de decir le doliera – Sabes que bromeo Liz, confió plenamente en ustedes

- Nuestros gustos son muy buenos y no somos viejas – Pone una mano en su cadera y me mira sacando la legua – Sabemos que te encantara

- Mi niña con cualquier cosa que se ponga se ve hermosa – Dice la abuela mirándome y Liz solo rueda los ojos.

Seguimos charlando mientras el almuerzo estaba preparado, cuando el almuerzo estuvo listo, salí al jardín para llamar a Dylan y Tom quienes jugaban con una pelota de futbol. Juego un rato con ellos, hasta que Liz llega a hablarnos que el almuerzo ya está preparado, me da un golpe en el hombro por quedarme a jugar con ellos y no decirles que el almuerzo estaba listo.

Subo a la habitación a cambiarme de ropa, me puse unos shorts de mezclilla y una blusa holgada de manga corta color negra, mis converse negras, recojo mi cabello en un moño y salí hacia el jardín donde me esperaban Diana, Liz y Clara. Camine al jardín donde me esperaban sentadas en una pequeña mesa de cristal. Me siento al lado de Diana quien me mira aplaudiendo emocionada por contarme todo los preparativos de la boda.

- Este será el vestido – Me pasa un hoja de papel donde se encuentra un vestido de color rosa pálido, escote corazón, espalda descubierta y sin mangas, adornado de un cinturón de pedrería a la cintura.

- No lo voy a negar, es muy hermoso

- Sabíamos que te iba a gustar – Dice Clara emocionada.

- Diana por cierto quien será el padrino?

-Oh.. Es un amigo de Evan, el día de la boda lo conocerás

Seguimos hablando cosas relacionadas con la boda, como los arreglos, las mesas, las flores.
La ceremonia seria en la playa y la fiesta iba a realizarse en el jardín trasero ya que es un lugar grande y espacioso y perfecto para una boda.

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