Capítulo 2

29 9 0
                                    

Mi vida ha cambiado mucho desde hace 4 años, aun me es difícil asimilar el rumbo que tomo aquella noche.

Los 2 años que viví con mi padre y su familia no fueron tan malos, no es que tenga mala relación con mi padre. Adam me reconoció cuando tenía 13 años no tuve algún problema con ello, no le digo papa, suelo llamarlo por su nombre. Mi madre no me dijo las mejores cosas sobre él, ella quería que lo odiara pero no fue así, no tenía por qué odiarlo, fue la culpa de los dos por no cuidarse y que mi madre quedara embarazada. El en ese tiempo estaba casado así que no me reconoció, su esposa odia a muerte a mi madre por haberse metido con Adam.

Colette la esposa de Adam, es una buena mujer a pesar de lo mala que fue conmigo, cuando me mude con ellos era atenta conmigo, así fue el primer año hasta que empezó a tratarme como si fuera su sirvienta, mis hermanastros Donna que tiene 16 y Dave 24 años a pesar de que ella les hablaba mierda sobre mi para alejarlos, ellos me ayudaron cuando caí en depresión después de lo que paso, siempre les estaré agradecida por ello. Colette al año de estar ahí empezó a hablar a mi espaldas, ella creía que no me daba cuenta, pero vamos.. Solo era un intrusa en su casa, no me podría quejar con mi padre sobre ello, asi que me resigne a ignorar sus comentarios. En algunas ocasiones si estaba decidida a hablar con ella, su pasatiempo favorito era contar lo que paso, siempre era lo mismo con ella, amaba decir que yo fui la causante de todo, la culpable de que ella me alejara y lo que había pasado era lo que me merecía. Nunca le dije a mi padre sobre ello, no quería que Adam tuviera problemas con ella por mi culpa, ya suficiente tenía con tener a una bastarda en su casa, así era como me llamaba cuando estaba molesta obvio no frente a Adam.

Cuando termine el colegio le dije a mi padre que ya no seguiría con mis estudios, quería irme y empezar una nueva vida lejos. Durante un año me encargue de convencerlo de dejarme ir a vivir a Seattle al final no tuvo más que aceptar que era lo que me haría feliz y me ayudaría a superar todo.

No hablo mucho con Adam, su trabajo ocupa mucho de su tiempo, y cuando hay oportunidad hablamos solo por unos cuantos minutos, no es como si tuviéramos mucho de qué hablar, mientras él se encuentre bien yo estoy bien. Suelo viajar a Chicago solo para su cumpleaños, me cuesta mucho volver al lugar, me hace recordar todo.

Viajo más a California a visitar a mi mama Charly y papa Nicolás. La familia completa se mundo a California tiempo después de lo que paso, ellos tampoco soportaron estar en el lugar donde todos hablaban de la familia. Ellos querían que me fuera con ellos, no querían dejarme en Chicago, pero Adam no estaba de acuerdo con ellos y al final termine quedándome. Adam y los abuelos acordaron que en cuando terminara el colegio yo decidiría con quien me quedaba, a lo que termine quedándome un año más con Adam.
Cuando les dije a los abuelos que me iría a vivir a Seattle se molestaron conmigo ya que querían que me fuera con ellos, que no encontraría otro lugar mejor que estar con la familia completa. Recuerdo que tuve que ir hasta California para poder convencerlos, me quede una semana completa y al final terminaron aceptando con la condición de que nunca los dejara de visitar y yo no tengo el problema en ir a verlos. No puedo pasar tanto tiempo sin visitarlos, son lo que más amo en esta vida, después de ella.

Estar con los abuelos es lo que mas amo en este mundo, ellos siempre han estado para mi pase lo que pase. La familia siempre me reciben haciendo una pequeña fiesta familiar, preparan mi comida favorita, acampamos, pasamos todo el día en la playa y la tradición de la familia, una gran fogata en la playa contando historias. Pasar el tiempo con ellos me hace olvidar el pasado que tanto me atormenta.

CLIFFDonde viven las historias. Descúbrelo ahora