BUSCÁNDOTE HASTA EL FIN ( Riku x Sora )

Error parte 2

Narra Riku

Una ves entramos al castillo bella junto con bestia bajaron a recibirnos, ambos nos miraron con sorpresa no solo por las heridas en nuestro cuerpo sino por que en mis brazos traía a aquel que los había ayudado tantas veces, rápidamente me dijeron en que habitación podía dejar que mi amigo descansará sin embargo yo me negué a llevarlo a otro lado que no fuera la habitación que yo ocupaba pues tenía miedo de que esto aún fuera un sueño y Sora en cualquier momento desapareciera nuevamente.

Sin decir otra palabra fui a mi habitación seguido de Axel quién no dejaba de verme con preocupación lo cual realmente me estaba empezando a cansar, pero no le dije nada y deje que acompañará; recosté a Sora en mi cama y lo tape muy bien con las cobijas pues aún estaba muy frío por el tiempo que pasó en el bosque, no entiendo cómo el con esta tormenta estaba fuera y sin la ropa adecuada, bueno si lo entiendo, pero quería pensar que aunque sea el hecho de no tener una chamarra había sido un olvido lo cual tal ves era algo cierto.

Mientras me quedaba observando el rostro durmiente de sora, Axel prendió la chimenea, se lo agradesco pues así todos recuperaríamos rápidamente nuestra temperatura corporal, pero claro no se lo pensaba decir, por lo que solo me senté en la orilla de la cama a observar que mi amigo despertara.

- Riku, deberías ir a comer algo, gástate bastante energía haya fuera, algunos de los sirvientes de bestia puede cuidar de sora mientras....

- no me iré me quedaré aquí hasta que despierte - volte a verlo con seriedad  - tú puedes ir a comer si quieres yo me quedaré aquí.

- Riku, tienes que comer algo sino puede que tú seas el desmayado, lo captas?

No preste atención a lo que dijo y regrese mi mirada al castaño quién dormía con tanta tranquilidad, eso me recordó a cuando regresamos de la prueba y el no despertó hasta que yo entré a su corazón, espero que esta ves el despierte por su propia voluntad así sabré que no tiene nada malo.

Al final Axel entendió que no me separaría de Sora por lo que se fue al comedor el solo dejando la chimenea prendida y las luces apagadas.

El tiempo pasó y lo único que podía hacer era caminar por la habitación mientras pensaba en lo que le diría cuando despertara, estaba algo nervioso pues no sabía si hacerlo ahorita o esperar un poco por lo que no dejaba de dar vueltas por el lugar.

Cuando finalmente me detuve enfrente de la ventana eh invoque mi llave espada escuche como algo en la cama se movía, con rapidez voltea para ver qué pasaba y me encontré a Sora sentado observando todo, me alegré al verlo así pues significaba que estaba bien, cuando posos sus ojos en lo único que hice fue sonreír pero el no me respondió de la misma forma sino que en su rostro se podía ver algo de enojo.

- Riku? Que es lo qué haces aquí?

- yo...vine a buscarte pues aún no regresabas así que...

- no debiste venir, bien les dije que yo estaría bien, no debían de buscarme - se notaba molesto? Eso no lo puedo creer.

- pero estaba preocupado nadie sabía de tu paradero y no te habías comunicado así que yo decidí venir por mi cuenta.

- que no pensaste que si no me encontraban era porque yo no quería que lo hicieran? Quiero estar solo Riku

No entendía sus palabras el diciéndome que quería estar solo, jamás habia querido estar solo, que era lo que había pasado para que pensara y hablara de esa forma además de que en su mirada se podía notar el enojo, algo que jamás había visto en el, eso me empezaba a preocupar.

- Sora pero que cosas dices tú no eres así.

- si yo no era así, pues ahora lo soy - se levantó de la cama - regresa con el rey y no vuelvas a buscarme.

No entiendo que esta pasando, sora el que me busco para tráeme de vuelta el que me mostró el camino hacia la luz y quién me convenció de aceptar la prueba ahora me está corriendo como si nuestra amistad jamás hubiera existido, era algo que no podía aceptar así que me acerque a él y agarre su mano pues no iba a dejar que me apartara.

- no...no te dejaré ir a ningún lado, no si yo no estoy contigo, no dejaré que vuelvas a desaparecer