# 16

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El príncipe sale del castillo.

La princesa rápido se viste de nuevo y duerme..

A la mañana siguiente, despierta y se dirige a la ducha.

Mira que tiene unas marcas por lo sucedido la noche anterior hací que busca ropa que cubra las marcas.

Sale al comedor y como de costumbre no hay nadie en la casa solo la ama de llaves.

-disculpa, podrías preparar una canasta con vino y algo de comida.

-por supuesto que si señoríta solo para usted o también para un acompañante.

-Que sea para dos por favor.

-Si, enseguida se lo traigo

La ama de llaves volvio tiempo después con la canasta y se la entrego a la princesa, ella salio del castillo y se dirigió a la casa del plebeyo.

-buenos días princesa te ves muy hermosa esta mañana

- Muchas gracias, tu también te vez muy bien el día de hoy

-no tanto como tu pero dime ¿Que haces aquí ? ¿creí que me mandarias una carta para decir cuando y donde nos veríamos?

- No hay mucho que hacer en el castillo y tenía muchas ganas de verte así que te quería invitar a un picnic ¿aceptas?

- Esta bien ,solo con la condicion, de que me dejes ayudate con la canasta

- Bien

Ambos fueron al bosque en un lugar donde podían estar solos con un hermoso paisaje para poder hablar tanto como quisieran y así fue por varias horas.

- princesa sabes que te amo y haz sido lo mejor que me ha pasado en mucho tiempo, no sabes lo mucho que me gustaría ser tu esposo.

- Dicen que los sentimientos son mutuos y en este caso pienso que los pensamientos tambien...

- Te amo

- No es necesario que lo digas en tus ojos se nota el amor

El plebeyo se acerco lentamente y beso a la princesa...

El plebeyo desea tener una tarde apacionada con la princesa pero al momento de bajarle un poco el vestido se da cuenta...

- Princesa...¿Que son estas marcas?

- Te amo...

La princesa besa al plabeyo y corre lejos de el sin poder contestar el cuestionamiento de su amado, lágrimas caen de sus ojos, sólo su cama y "esposo" sabes las razones de esas lágrimas de dolor.

Una historia sin finalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora