Son Gine, la hija del famoso héroe Son Goku. Ella nació dos años antes que Goten, pero no recuerda muy bien a su padre. 7 años después de la derrota de Cell, su padre volverá durante un día, y verá de nuevo a su hija, Gine, y conocerá a su hijo, Got...
Nota: Dragón Ball y sus personajes no me pertenecen, le pertenecen a Akira Toriyama.
Una niña de nueve años de edad se encontraba saltando por los árboles del inmenso bosque que estaba al lado de su casa. Usaba su cola de mono para poder tomar impulso e ir de árbol en árbol.
Esa zona era diferente a los demás bosques, pues en esta se podían encontrar dinosaurios de los cuales muchos crean que se encontraban extintos. Las personas que vivían cerca de este procuraban no entrar en aquel bosque, pero entre ese grupo de personas no se encontraba la familia Son.
La pequeña vio a un tigre dientes de sable y lo primero que hizo fue acercarse.
—Hola señor tigre, ¿cómo esta?— pregunto con una sonrisa la pequeña.
El tigre se volteo a verla para luego empezar a correr en dirección opuesta a la que se encontraba la niña.
Ella solo río.
—¡Que tenga un buen día señor tigre!— grito antes de seguir su camino.
Unos minutos después, logro encontrar lo que buscaba; el lago.
Sonrió para luego dejar su mochila al lado de un árbol y luego lanzarse al agua.
Nado casi hasta el fondo de aquel lago, donde encontró un pez demasiado grande, quien intento golpearle con su aleta, pero ella lo esquivo y le dio un golpe en el estómago, matando al pez. Tomo al pez de la aleta y nado hasta la superficie.
Una vez afuera, tomo su mochila y empezó a caminar hacia su casa, intentando no arrastrar al pobre pez.
Luego de unos minutos, logro ver las luces de su casa, y apresuro aun mas su paso, ocasionando que tropezara por error con una raíz sobresaliente del suelo y cayera de picada al suelo. Quedo enfrente de la entrada de su casa, aun cargando al pescado, solo que con la diferencia de que gracias al agua que se quedo en su ropa, la tierra también se quedo pegada a ella.
Milk, que estaba en la cocina haciendo la comida, escucho ruido afuera. Dejo el cuchillo en su lugar y con un trapo se limpio las manos, para luego ir hasta la entrada y abrir la puerta.
La pequeña al ver a su madre, lo primero que hizo fue reír de felicidad.
—¡Encontré un pez grande!— grito la niña con emoción.
Su madre le miro, y luego se desmayo al ver en que estado se encontraba.
—¿eh? ¿Mamá?— dijo la niña con confusión, pues no entendía nada de lo que ocurrió.
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Gine ahora estaba ya limpia de todo rastro de tierra.
Su madre le grito y regaño por llegar de ese modo, aunque Gine no entendía porque.
