Diario de un amor prohibido.

La ducha

Capitulo 5.

Suena el despertador. 

Las siete en punto, por fin es lunes, nunca pensé que diría esto pero me alegra que sea lunes al fin, así tendré una semana para distraerme aunque sea por unas horas...

Me levanto de la cama y me miro en el enorme espejo que hay a los pies de mi cama en voz alta digo:

-Te ves horrible...

-Eso no es cierto,buenos días.-dice Ethan y se va al baño.

Mierda, por que estará la puerta de mi habitación abierta, ¿por que habrá dicho eso?¿a caso no tiene pijamas y tiene que pasearse así por casa?, demasiadas preguntas,cálmate,cálmate me digo a mi misma, solo era un cumplido, nada más.

Aporreó la puerta y gritó:

-¿Que pasa Ethan?, pareces una chica ¡sal ya del baño!

-Pasa, está abierto, me estoy duchando.

¿Al baño?¿con el desnudo al otro lado de la cortina?, suena tentador... en que estoy pensando, como si fuera a pasar algo, aunque no tengo nada que perder así que entro-

-Solo me voy a poner las lentillas.-contesto-

-Esta bien, entonces no te importara pasarme una toalla,no ves nada ¿verdad?-dijo riéndose-

Y oí la cortina correrse, no quería mirar fingí estar ocupada con mis ojos...

-Tampoco soy ciega.- le paso la toalla estirando la mano pero se me cae así que no tengo mas remedio que agacharme a por ella, él también se agachó y nos chocamos.

-Mierda-grite

-Mira que eres torpe eh..¿estas bien?- me levantó la cabeza para ver el golpe en mi frente-

-Si,si no te preocupes, pero tapate ¿quieres?-estaba aturdida por el golpe y por su cuerpo, su pelo empapado sus ojos brillantes y su torso lleno de minúsculas gotitas, me tuve que sentar en la taza del váter pero inmediatamente me puse a recoger mis cosas y cuando estaba a punto de salir me tomó de la mano se acercó y dijo:

-Kate,toma,te dejas esto- y mis ojos se encontraron con los suyos; me sumergí en su mirada cristalina, casi translúcida; sus dedos acariciaron mi mejilla y mi cuello, su tacto me estremecía,tome su mano, estaba tan cerca que podía sentir su respiración rozando mis labios,lenta y pausada, mientras yo moría por dentro, me quede sin aliento mi estomago daba saltos y me temblaban las manos; sus labios rozaban los mios, no podía apartar la mirada de sus ojos.

-Chicos son casi las ocho, vais a llegar tarde.

Abrí la puerta y salí disparada hacía mi habitación, conseguí tragar un poco de saliva, tenía la boca seca y aún me temblaban las manos, no era consciente de lo que había ocurrido.