Cap.2 El cambio

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*NARRA FRED*

Al llegar a la base, nos recibió el hombre que nos contrató y, en parte, adiestró a Mike, el general Gerard Jones. Era un hombre corpulento, de unos 50 ó 60 años, nunca me surgió interés en saberlo. Tenía el pelo canoso pero se mantenía en forma, tanto como si tuviese poco más de 25 años. Le recibimos con un saludo militar y luego, como si fueran amigos de toda la vida, saludó a Mike. Nos indicó que le siguieramos al cuartel de operaciones donde, nos dijo que iba a haber cambios en las misiones.

Cuando oímos la misión que nos deparaba, algunos se negaron y otros, como Mike y yo, simplemente la aceptamos. ¡Nos quería mandar al frente como si fueramos otra cosecha de carnaza que mandaban, no como los mercenarios que éramos! Nos explicó que nos pagaría aún mas de lo que ya cobrabamos, que era una buena suma, pero que ya no habría mas misiones pagadas, sino la guerra en su viva esencia.

Me pareció buena idea ya que al menos ya no me tendría que preocupar más por pagar la munición pero también me disgustó porque no habría pagos extra por recuperar armas, o al menos lo pensaba así. Lo mejor de todo a mi parecer era que estaríamos disparando todo el día .

Al final del día, ya nos habíamos subido al aero-deslizador con todas nuestras cosas de camino a un sitio del cual solo había dos maneras de volver: en una bolsa para cadáveres o como héroes. Por suerte a mis padres les daba igual de que manera volviese, sino, no hubieran accedido a que yo viniera aquí, ¿no?

*NARRA MIKE*

Me importaba más bien poco el cambio de planes, aunque a la mitad del escuadrón no le hizo la más mínima gracia. Ya sabía que Jones nos pediría eso si la guerra estaba bien jodida aunque siempre parecía que nuestro bando iba ganando. Les dije a los chicos que se fueran a recojer sus cosas y me quedé hablando con el general.

   -¿Qué tal la familia Jones?- Le pregunté

   -Todo bien, lo más alejados de esta mierda.- Me respondió

La familia de Gerard estaba formada por su mujer Margaret y sus dos hijos y una hija: Stefany, Marcus y Steven. Vivian en lo que antes era el condado de Oklahoma y la vida les iba muy bien, pero todo acabo en guerra y sangre por culpa de unos... anarquistas creo que son, no se. Solo se que son el enemigo y que intentan matarnos y para eso ya los mato yo primero.

 -¿No los habrá mandado  a la Zona Helada?- Pregunté con inquietud

Cuando empezó la guerra, los países dejaron de existir y se transformaron en territorios, según las alianzas que había en ese momento. Los polos, tanto el del Norte como el del Sur se expandieron artificialmente para evitar las inundaciones e instalar bases secretas y refugios. Al polo Sur se le llamó Zona Helada, ya que, lo que antes era Estados Unidos decidió crear unas aldeas allí, y al polo Norte se le apodó como War Zone 047 (Zona de Guerra 047), militarmente hablando.

 -Ni se me ocurriría Rogers. No quiero que los críos crezcan en un desierto helado. ¿Qué tal tu padre Mike?.- Me respodió mi amigo.

 -Tirando. Mi hermana dijo que ya debía ser hora de desconectarle, pensaba que no se iba a despertar pero le insistí que le diera un poco más de tiempo.- Contesté secamente.

 -No sé Mike, a lo mejor tu hermana tiene razón y todo. Han pasado ya 6 años y medio desde que está en coma, no crees que es hora de despedirse de él.

De la nada salió un soldado interrumpiendo nuestra conversación, yo dando gracias a ello, y me avisó de que el transporte estaría listo en media hora.
Me despedí del general y me dirijí al departamento del escuadrón, bueno, ya no iba a serlo a no ser que volviéramos de la guerra, aunque ya no nos haría falta porque tendríamos que irnos de allí cual mercenarios que somos.
Entré allí y todos mis compañeros formaron ante mí

 -¡A ver niñitas, puede que no volvamos, así que será mejor que cojáis todo o se venderá!-

Al instante todo el mundo corrió hacia las taquillas y se puso a vaciarlas. Yo me acerqué lentamente ya que aún quedaba bastante tiempo.
De repente, Fred se me acercó y me saludo formalmente.

 -¿Señor?- Notaba un aire de pregunta y respeto a la vez.

 -Sin favoritismos Stifson.- Le dije

No me gustaba que Fred me tratase como su superior que soy. Prefería que me tratase como los buenos amigos que somos.

 -Oye Mike, creo que esto puede ser buena idea y todo.-

 -Creo que después de todo esto tendremos un poco de paz, de un modo u otro.- Le contesté.

Al fin sabríamos como era realmente el aspecto de la guerra y de si habíamos influido en algo durante todo este tiempo y después de todas esas misiones peligrosas que hicimos.

Salí de mis pensamientos cuando ví que Fred y Alex estaban a punto de pelear "amistosamente", como ellos decían siempre, pero eso no se lo creía ni un santo ni el rey de las mentiras. Los separé y ordené a todos que se fueran a despedir si querían ya que solo quedaban 10 minutos para llegar al hangar.

Y así es como todo cambió para nosotros, un escuadrón de mercenarios transformado en parte del ejército. Al menos nos respetarían por nuestras acciones, o es espero.







AQUI ESTA EL SEGUNDO CAPÍTULO. ESPERO QUE OS GUSTE A TODO Y LO SIENTO POR TARDAR TANTO EN SUBIRLO. SI TENÉIS ALGUNA OCURRENCIA O PETICIÓN COMENTADLA.



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