ɦσɱσƒσɓเα →johnmark

10→ final

- 2 meses después

Mark salió de la escuela a paso lento, el aire frío golpeó su rostro ocasionandole un escalofrío, acomodó su bufanda verde en su cuello, suspiró tristemente, la bufanda verde que su hyung le había regalado.
Desde que su hyung se había ido, nada de lo que hacia parecía tener sentido.
Lo extrañaba demasiado. Extrañaba todo de él, los momentos juntos, los besos, las caricias, los anhelaba con intensidad.
Una auto que se estacionó frente a él lo volvió a la realidad, la dolorosa realidad sin su hyung.
No le tomó importancia y comenzó a caminar con la cabeza gacha, pero una mano lo tomó de la muñeca impidiéndole seguir caminando. Volteó y lo que vio, logró que sus ojos se pusieran acuosos.

"Hyung"

Susurró el pequeño no pudiendo creer lo que estaba viendo.
Mark se aferró con todas sus fuerzas a su mayor. Impidiéndole que lo deje una vez más.

"Te extrañe tanto pequeño"

Johnny acarició con delicadeza la mejilla de Mark.

"Hyung, ¿volviste?, por favor no me dejes otra vez"

Johnny negó mientras acomodaba la bufanda del menor.

"Escapemos juntos Mark"

Mark abrió los ojos sorprendido.

"Podemos irnos lejos. No volver"

Johnny sonrió mientras abrazaba a su pequeño.

"¿Lo dices enserio Hyung?"

Johnny asintió.

"Me dijiste que te ibas hyung, pero volviste"

Mark se apartó del más alto para poder verlo a los ojos.

"No puedo vivir sin tí Mark. Se que nos juzgaran a donde sea que vayamos, pero sé con seguridad que si estoy contigo nada de lo demás importa"

Mark se paró de puntitas para besar desesperadamente los labios de su hyung. Luego lo tomó de la mano y lo encaminó hacia el auto.

"Si ]ohnny, vámonos"

El mayor abrió la puerta del auto con una sonrisa dejando pasar a Mark, rodeó el auto y entró él.

"¿Seguro dejaras toda tu vida atrás para venir conmigo?"

Mark volvió a besar a Johnny.

"Si te tengo a tí, no necesito nada más"

Se pusieron los cinturones de seguridad y Johnny arrancó el auto encaminándose a una nueva vida juntos. Una vida juntos que no seria arruinada por nada, ni siquiera por la maldita homofobia, porque si se tenían el uno al otro, nada podría dañarlos.

Fin