Tired › : part 2

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Seongwoo.

¿Cómo había llegado a ese punto? Una pregunta de la que sabía muy bien la respuesta, pero que inconscientemente se negaba a responder, creyendo inútilmente que eso haría que su relación con Daniel no se vería tan afectada por sus acciones, ¡qué equivocado estaba!

En un principio no pensaba que todo fuese a salirse de sus manos y explotarle en el rostro, ya que, –según él– tenía todo bajo control y eso no pasaría a mayores, sin embargo, esas salidas se hicieron cada vez más frecuentes, a tal punto en que dejaba a Daniel de lado con alguna excusa barata que se le cruzaba por la cabeza en ese momento.

No era tonto, conocía lo bastante bien a su novio como para reconocer la decepción en su voz cuando más temprano en ese día le había llamado para cancelar la cita por sabe cuanta vez en la semana, pero no hizo nada al respecto y ahora estaba allí, en esa fiesta devorándose los labios de esa chica en lugar de estar en los brazos de su novio.

El par de tragos que había bebido le había ayudado a despejar su mente de su relación y de esa persona que se encontraba esperándolo en casa despierto, sin importar que tan tarde llegase. Por eso sintió su mundo detenerse cuando en ese mismo sitio, no muy lejos de donde se encontraba, pudo divisar a los amigos de Daniel, quienes después del tiempo que habían salido juntos se habían convertido en los suyos también, a excepción de Jisung y Jaehwan, con el mayor del grupo nunca había logrado tener una buena comunicación o relación con él sin que las cosas se tornaran incomodas. En cambio Jaehwan era otra historia, lo conocía desde mucho antes que empezase a salir con Daniel, eran amigos desde que tenía memoria y siempre había estado ahí para el, fue quien más apoyo le dio luego de que sus padres se opusieran rotundamente a la idea de que fuese actor.

"No pasara nada mientras mantengamos nuestras distancias". Se convenció a si mismo ingenuamente y el resto de la noche evito a toda costa ir hacia el otro lado del salón, pero con un par de copas más y el ambiente de diversión, no pasó mucho para que esa dejara de ser su prioridad y volviese a disfrutar sin preocupación.

Pero nada en esta vida dura para siempre y fue entonces cuando un click lo sacó de su mundo y una voz que enseguida reconoció le congeló la sangre.

—Nada más y nada menos que Ong Seongwoo, que si mal no recuerdo... —Hizo una pausa mirándolo con claro enojo.  —Debería estar con Daniel, ¿o me que equivoco?

—Jisung hyung...

—¿Qué? ¿Perdiste la capacidad de hablar de pronto? No sé porque no me sorprende de ti, Mr.Actor. —Agradecía que los demás mantuvieran un agarre en el mayor, ya que probablemente de no ser así el otro ya le habría saltado encima.

Antes de que pudiese decir cualquier cosa en su defensa, "si es que hay algo que decir" pensó que con amargura, el otro ya se había zafado de su agarre y caminaba fuera de la fiesta con Minhyun pisándole los talones.

Luego de semanas, la realidad de sus acciones lo golpeó como un camión de carga y en su mente sólo estaba Daniel y todo por lo que lo había hecho pasar.

—Lo siento, querida, pero me temo que tendré que llevarme a tu cita por la noche. —La chica parecía molesta pero antes de que pudiese decir algo, Jaehwan ya le había tomado del brazo y lo había arrastrado fuera de allí; no estaba en posición de protestar así que sólo lo siguió, sin siquiera molestarse en mirar atrás.

Cuando ambos ya estaba afuera, el otro había soltado su brazo pero no había detenido su andar así que sólo lo siguió, preguntándose a donde quería llegar pero esa pregunta no duro demasiado debido a que Jaehwan había entrado a una pequeña cafetería que al parecer estaba abierta las 24 horas y no pudo pensar en algo más conveniente.

—Ve a sentarte, hyung, nos pediré algo de beber, tenemos mucho de que hablar.

—De acuerda, Jaehwan-ah...

Luego de que volviese con lo que parecía ser café bien cargado, la atmosfera entre los dos era tensa, ninguno decía nada y él mismo no sabía cómo actuar, no había ninguna cosa que pudiese hacer en su defensa.

—¿Por qué lo hiciste? ¿Daniel no te hace feliz?

—¡Daniel siempre me ha hecho feliz! ¿De dónde carajo sacas eso? -Se sorprendió con la rapidez con que esa respuesta había salido de sus labios, Daniel lo hacía feliz y eso no estaba en duda para él.

—Entonces debiste estar con él hoy en la fiesta, ¡no con esa chica! Hyung, sabes bien que Jisung no va a dejar pasar algo así desapercibido, debes hablar con Daniel antes de que todo se ponga peor. —Ese tono de voz que Jaehwan había usado mientras le hablaba era tranquilo y sin duda muy diferente al que el mayor de todos había usado contra él y en cierta forma eso lo tranquilizaba.

—Si es que Daniel ya lo sabe... dudo que quiera verme por el momento.

Una mano se posó sobre su hombro y por fin miró a su amigo a los ojos, quien le sonrió con levedad en un gesto de apoyo.

—Lo mejor es que vayas a casa y si Daniel está allí , dale su espacio, Seongwoo hyung.

Agradecía no estar solo en ese instante, necesitaba a alguien que lo ayudara a pensar con la fría y seguro que sin el otro ya habría cometido alguna otra estupidez.

Luego de que cada uno fuese a su respectivo hogar y él ya estuviese frente a la puerta de su apartamento, se encontró siendo incapaz de abrir por temor a lo que pasaría en cuanto cruzara, pero el mismo había causado todo eso y estaba listo para enfrentarlo. Pero su sorpresa fue encontrar el apartamento en calma con las luces apagadas, escaneo el lugar con la mirada y se topó con una pequeña nota sobre la mesa, extrañado cerró la puerta tras de sí y fue hasta donde estaba para poder leerla.

"Niel-ah, Minhyun cocinó algo para ti para cuando despiertes y te preparé una muda de ropa, llámame cuando veas esto." -Jisung.

Soltó un suspiro, por supuesto que era del mayor, no cabía duda que después de todo lo que había pasado horas atrás el mayor había ido corriendo con Daniel.

—¿Seongwoo?

Esa voz, esa voz que siempre había dicho su nombre con amor y cariño, ahora sólo podía distinguir decepción, indiferencia o quizá un poco de ambos. Sintió su corazón romperse cuando su mirada se encontró con la de Daniel, podía notar lo rojos e hinchados que sus ojos estaban y había un rastro de lágrimas secas en sus mejillas. Era el idiota más grande del mundo.

—Daniel...

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¡Espero que haya disfrutado de esta capítulo! Más tarde subiré la siguiente parte, gracias por el apoyo.

›  t i r e d  ☽ ongnielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora