Ji Chang Min

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Younghoon sonrió sin notarlo, observando la forma en que su mejor amigo intentaba dormir a su hermano menor: Sunwoo. No pudo evitar pensar en lo buen padre que sería el menor, lo cual era gracioso, a él ni siquiera le gustaban los niños, no tendría que estar pensando en tener hijos con el muchacho, pero lo hacía. Porque él simplemente quería tenerlo todo si era con él.

Era ridículo, su madre había pedido a su amigo ayudarle a cuidar a su hermano, ¿Cómo es que no sabía que el chico era quien necesitaba ser cuidado?

Changmin volteó a mirarle con un interrogante grabado en su rostro cuando le oyó reírse, a lo que el mayor respondió con un simple "Eres un bebé" que hizo al menor sonrojarse, haciéndolo verse doblemente tierno. Ji Changmin era la dulzura personificada, y le encantaba, sobre todo cuando actuaba de esa manera tan pura, tan inocente. Lo amaba.

El castaño volteó a mirarlo con cansancio, Sunwoo por fin se había dormido.

"¿No deberías quedarte a dormir con él?" le preguntó cuándo el más alto activó el intercomunicador por si ocurría cualquier accidente con el pequeño.

"¿Quién va a dormirte a ti entonces?" respondió burlón, dando suaves empujones al bajito para sacarlo de la habitación de sus padres y meterlos a ambos en la suya.

"Hyung, hablo en serio" Replicó el chico, intentando sonar serio para convencerlo, pero fallando al fijarse en la mirada intensa que tenía el mayor sobre él.

"También hablo en serio, Ji Changmin, ven aquí"

Y a Changmin no le quedó más remedio que tumbarse en la cama, junto a él, porque no podía negarse a nada que el pelinegro le pidiese, no cuanto tenía esa mirada sobre él.

*

Younghoon suele perderse en el pequeño rostro de Changmin, admirando las arruguitas en sus ojos y sus bonitos labios que lo volvían loco, le encantaba verlo en calma mientras duerme.

Sus manos tenían mente propia si del menor se trataba, comenzando a delinear su perfilada nariz y sus belfos, terminando en ese largo cuello que tanto le fascinaba.

Sintió al chico moverse, sabía que era sensible, sobre todo en esa zona. Su pulso se aceleró al ver los ojitos del muchacho abrirse con lentitud, enfocando su vista en él, para después sonreír, marcando sus profundos hoyuelos, derritiendo el corazón del pelinegro.

"Buenos días, hyung" susurró el menor con voz suave, como siempre.

"Buenos días, bebé" respondió el otro con ternura, no podía resistirse, le gustaba ver ese color carmesí en sus mejillas y su cara tímida.

Sangyeon; su hermano mayor le regañó esa vez (y todas las veces siguiente) que le oyó hablando con el menor; mimándolo, él insistía en que no debía tratar de esa manera al muchacho, como si no fueran simplemente amigos, él lo sabía, pero no podía (ni quería) dejar de demostrarle lo enamorado que estaba de él, tal vez no tenía ninguna oportunidad, tal vez Changmin era demasiado para él, pero no podía detenerse, incluso si eso terminara por romper su corazón.

Changmin pareció darse cuenta que había olvidado algo importante en el momento en que se desperezó "¿Sunwoo? ¿Aún no despierta?"

Younghoon sonrió, no podía creer lo adorable que era "Mamá vino antes, ya no tienes que preocuparte"

Changmin asintió, acurrucándose de nuevo, buscando calidez en el cuerpo del mayor, éste estrechándolo entre sus brazos, con cariño.

"Eres tan hermoso" dijo, después de varios minutos observándolo, y lo decía en cualquier ámbito, tanto internamente como externamente. Sentía que nunca iba a tener suficiente de él, que no se cansaría de mirarle nunca.

"Hyuuung" acusó el otro, abochornado "Calla"

Pero Younghoon no iba a callarse, porque Changmin no lucía incómodo, al contrario, se veía complacido, y esa era la verdadera razón por la cual no dejaba de tratarlo como lo hacía.

Younghoon podía saber un montón de cosas; cuál era el helado favorito del menor, la canción que le gustaba oír cuando estaba triste o que últimamente había desarrollado una pequeña manía con hablar consigo mismo, pero no sabía porqué el muchacho no podía hablar acerca del tema, justo cuando él se moría de ganas por hacerlo, pero por Changmin podía ser paciente.

sugar, you | bbangkyuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora