¿Como es posible?

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Ahora que me pongo a pensar un poco, jamás imaginé que el amor hacia una chica iba a llegar a mi vida.
Si no mal recuerdo la primera chica que me gustó fue cuando iba a la primaria.
Cuando entre por primera vez a la primaria estaba aterrado, por qué no conocía a nadie, así que cada vez que era la hora del recreo me sentaba en las escaleras solo a comerme mi sandwich de jamón que me preparaba mi jefesita, ya que yo era muy tímido y me costaba trabajo hablar con otros niños y entonces me quedaba sentado viendo a otros niños jugar. Así que cada recreo siempre me sentaba en uno de los escalones solo a comerme mi sandwich. Hasta que un día eso cambio. Recuerdo que una vez cuando estaba en el recreo comiendo una niña se me acercó:
-Hola, ¿me puedo sentar contigo?
Al ver que la niña me empezó hablar me puse rojo y solo movi la cabeza diciendo que si.
La niña se sentó a lado de mi:
-Me llamo Maria, soy nueva en la escuela y tú ¿Cómo te llamas?
Me empezó a dar mucha pena y no le contesté.
-No te preocupes, no te haré nada solo quiero conocerte-me dijo María
-Me llamo Arturo-Conteste
-Mucho gusto Arturo-Contesto María
María tomo la lonchera que llevaba cargando y de ella saco un pequeño toper que tenía Nuggets de pollo.
-¿Quieres una?-Pregunto María
-Si, gracias- respondí
Tomé una de las Nuggets y le di un mordisco.
-¿Sabes Arturo? Me caes muy bien
-Igual me caes bien María
-Oye ¿Quieres ser mi amigo?-Pregunto María con emoción
-Claro que si- respondí
Es curioso como nuestra amistad empezó por una Nugget de pollo.
-Por cierto, ¿En qué salón vas?-Pregunto María
-Voy en el primero c --respondi
-¿Encerio? Ami me van a meter a ese salón-respondio María
-¡Que bien!
Y como Maria y yo, ya éramos amigos en el recreo nos juntabamos para almorzar.
Algo que se me hacía raro de María era que no era como las demás niñas, ya que a las demás niñas les gustaban las princesas y las muñecas Barbie, y a María le gustaba jugar fútbol y ver en la tele los Thundercats. Para mí eso la volvía única.
Cómo nuestros padres ya sabian que éramos amigos me dejaban ir a su casa y la dejaban venir a la mia.
Recuerdo que cuando nos juntabamos nos sentabamos frente al televisor y veíamos la caricatura de Los cazafantasmas, tanto era nuestro fanatismo por esa caricatura que una vez tomamos dos aspiradoras y en la noche íbamos por toda la casa "atrapando fantasmas". Otra ocasión tomamos pintura Vinci y no las pusimos en el cabello para poder ser "sayajines" como Goku y sus amigos, esa vez la recuerdo muy bien porque cuando regrese a mi casa mi mamá me dió una chinga por pintarme el pelo de amarillo y lo peor fue que no se me despinto el pelo hasta después de una semana. María y yo pasamos muchas aventuras, pero no solo eso, además siempre me apoyaba o mejor dicho nos apoyabamos en las buenas y en las malas. Cómo una vez que ya habíamos pasado a tercer año, recuerdo que habían inscrito a dos chicos nuevos en la escuela, el problema de ellos dos era que los habían cambiado de escuela ya que eran los alumnos más problemáticos que te hayas imaginado, y de seguro de preguntaras o no ¿Porque los cambiaron de escuela? Resulta que en su otra escuela los habían expulsado por poner lombrices en la comida del director (aún no entiendo de dónde chingaos se les ocurrió hacer eso) pero en fin, sus nombres eran Javier y Enrique y lo peor de todo era que habían metido a los dos a nuestro salón.
Cuando se iba el maestro nunca faltaba el típico desmadre de ellos dos, lo que más les gustaba hacer era aventar las mochilas de los compañeros o patearlas como si fueran balones.
Ellos ya habían molestado a la mayoría del salón, pero solo faltaban dos personas... Ami y a María.
María y yo estábamos algo asustados ya que por lo que oiamos en el recreo de los otros compañeros era que hacían las bromas más desagradables que podías imaginar, como llenarte tu mochila de lodo con todo y utiles, el famoso chicle en el cabello (solo que estos cabrones, antes de hacer esta broma juntaban todo los chicles posibles 3 días antes y después...tú sabes lo que hacían) y si no tenían ideas para hacerte una broma te golpeaban. Y un día en el recreo estaba buscando a María y de repente alguien me jalo de mi ropa y me llevo a tras de los salones, tal era mi sorpresa que eran nada más y nada menos que Javier y Enrique, lo primero que me vino a la mente fue "ya vali madre" .
-¡Tú! ¿Eres Arturo?-pregunto Enrique
-Ehh... Depende para me busques- respondí aterrado
-No te hagas tonto, si ya sabes para qué te buscamos- Respondió Javier
-Sabes tienes mucha suerte, ya que no tenemos ideas para hacerte una broma-Respondio Enrique
Cuando Enrique me dijo eso, lo primero que me vino a la mente es que iba a tocar dos chingas, la que me van a dar estos weyes y la que me iba dar mi mamá cuando llega de la escuela por haberme dejado que me peguen.
-Ya basta de tanta plática y vamos directo al grano- dijo Javier
Justo antes de que me dieran el primer golpe apareció María.
-Dejenlo en paz-dijo María
Cuando ví a María me preocupe más ya que no quería que le hicieran nada.
-¡María! ¡Correeee!- grite con desesperación
Enrique se acercó a María:
-Y que vas a hacernos si solo eres una simple niña
María se enfado bastante así que tomó a Enrique de los hombros y le soltó un rodillaso en los testículos.
Javier al ver esto se acercó a María para golpearla, yo al ver esto fui hacia ella par escapar los dos, pero justo antes de que diera el primer paso, María le dió una patada en el estómago a Javier, lo cual hizo que se cayera del dolor. Después María se acercó ami:
-¿Estas bien Arturo?¿No te hicieron daño?
-No Mari pero dime una cosa
-¿Que?
-¿Dónde aprendiste eso?
-Aaa eso me lo enseñó mi papa, como el era militar, el me enseñó a defenderme
-Oye Arturo mejor vámonos de aqui, ya casi termina el recreo
-Si está bien
La verdad yo me quedé sorprendido por qué ella sola pudo derrotar a ellos dos.
Después de eso sentí una sensación rara dentro de mi, era como si sintiera algo más por Maria pero no sabia que era.
Al dia siguiente en la escuela me encuentre a María:
-Oye María crees que me enseñes a pelear como tú
-Pues yo no sé mucho pero te puedo enseñar lo que se
-¡Si! Por favor
-Ok ven a mi casa en la tarde para iniciar las primeras clases
Cuando dieron las dos de la tarde fui a su casa y toque su puerta y salió su madre
-Hola Arturo, pasa, María te esperando adentro
-Muchas gracias señora
Cuando entre a la casa, María estaba sentada en su sillón vestida con ropa deportiva y una sudadera rosa en la cabeza.
-¿Estas listo para empezar Arturo?
-Si supongo
-Muy bien empezemos
Ese día María me trajo en chinga toda la tarde, me ponía a cargar cubetas de agua, hacer lagartijas, abdominales, a subir y a bajar escaleras e incluso me puso a cargar ladrillos. Dieron las 5 pm y fue cuando me dejó descansar:
-Muy bien Arturo terminamos por hoy
Equella tarde terminé todo cansado casi a morir ya que jamás había hecho ejercicio por lo cual terminé todo sudado como si hubiera corrido 2 kilómetros. Salí de su casa y me despedí de ella y cuando llegue a mi casa mi mamá me dijo:
-Ni soñando te metes a la cama oliendo a sudor, me prendes el pinche boiler y te metes a bañar.
Y pues dicho y hecho, me bañé y me dormí lo bueno es que era Viernes. Al día siguiente no me podia ni levantar sentía como si me hubieran golpeado.
Cuando por fin me levanté mi mamá entro a mi cuarto y dijo:
-Oye, María te está esperando aya abajo
Así que como pude me vestí, tendi mi cama y baje a ver a María
-Oye, ya no más entrenamiento por favor Maria
-No seas menso Arturo, eso es hasta el lunes, recuerda que hoy es cuando jugamos videojuegos
-Oooh es cierto lo olvidaba
-Pues apúrate entonces que tenemos que derrotar a Némesis
También otra cosa que nos encantaba hacer a María y a mi era jugar videojuegos, nuestro videojuego favorito era resident evil.

En Busca del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora