Como pasa el tiempo

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En ese momento sentí como mi amor hacia Lucía se iba destruyendo lentamente dentro de mi, como un edificio cayendo después de una explosión. Y ese amor que alguna vez tuve por ella se fue cambiado por odio, enojo y sobre todo dolor.
Me quedé unos segundos inmóvil al ver esa escena y después de unos segúndos solte la caja de chocolates y la rosa, mientras una pequeña lágrima corría por mi mejilla. Lucía volteo al oír el ruido de la caja de chocolates que se oyó al caer.
Lucía me miraba con ojos de terror como si hubiese visto un fantasma o algo parecido, y cuando iba a decirme algo, di media vuelta y camine hacia la salida del parque, mientras agachaba la cabeza con una mirada de enojó y tristeza a la vez.
Justo cuando iba caminando Lucía me tomo del hombro:
-Arturo ¡Espera!
-Dejame en paz
-Puedo explicarte
-¡Que me vas a explicar!-conteste gritando- que fui un idiota al confiar en ti, que perdí un amigo por defenderte, que llegue a pensar que sentías algo por mi...
-Perdoname Arturo pero...
-No quiero saber nada de ti
-Por favor Arturo déjame expli...
-¡No me importa tus explicaciones, ya te dije que no te quiero volver a ver jamás!
Cuando termine de hablar, Lucía se tiró al pasto y comenzó a llorar, y fue entonces cuando di la vuelta y salí del parque.
Esa vez había aprendido algo y es nunca confíes en alguien que llevas poco tiempo de conocer, porque tarde o temprano te puede traicionar...
Cuando llegue a mi casa fui a mi cuarto sin decir nada y me tire en la cama. Termino el fin de semana y el lunes me fui a la escuela y al llegar a la primera persona que me tope fue nada más y nada menos que Lucia
-Hola Arturo
Voltie la mirada y seguí con mi camino y mientras caminaba Lucía me iba siguiendo
-Arturo por favor perdóname, sabes que de verdad te quiero
Cuando dijo eso voltie a verla con mirada de enojó
-Si me quisieras no harías idiosteses como las del viernes
-Por favor te lo suplico dame otra oportunidad
-¡Uy si volvamos a seguir con esta relación y olvidemos lo que pasó como si no hubiese pasado nada!- contesté con sarcasmo- Lo siento Lucia pero entre tú y yo ya no existe, ni existirá nada.
Cuando termine de hablar Lucía bajo la mirada y no dijo nada más, así que me aleje y fui al salón.
En esos días sentía una extraña sensación dentro de mí ya que sentía coraje y a la vez sentía aún un poco de amor por ella.
Cuando estábamos en clase fui con Luis para hablar con el.
-Hola Luis- cuando termine de decir su nombre levantó un poco la mirada para verme y de inmediato la bajo (se veía claramente que tenía un poco de enojó hacia mi).
Sé que no me quieres hablar pero escucha, te quiero pedirte perdón porque tuviste toda la razón al decirme lo de Lucía y me arrepiento de no haberte creido y quiero que me perdones- cuando termine de hablar Luis levanto un poco la mirada-
-Esta bien Arturo, te perdono. Y ¿Qué pasó con Lucía?
-Termine con ella
-Y ¿Porque?
Le empecé a contar con detalle lo que había pasado aquel día.
-Pues lo único que te puedo decir es lo siento- dijo Luis
-Descuida, en verdad yo tuve la culpa al confiar en ella.
Es algo gracioso ya que, desde ese día que pasó lo de Lucía, aprendí una lección "Nunca confíes en una persona que llevas poco tiempo de conocer".
Después de la pequeña charla que tuve con Luis, esperamos a que terminase la clase para poder irnos. Y desde ese día Luis y yo nos volvimos muy buenos amigos.
En fin, estaba a mediados de sexto grado e hize a un lado mi vida amorosa y me enfoque a mis estudios, ya que mis calificaciones bajaron un poco. Entonces pasaron los dias y los meses, y en ese tiempo Lucía me seguía rogando que por favor le diera otra oportunidad, pero yo le decía que no. No tanto porque no me gustará, si no que tenía miedo a que me volviera hacer lo mismo que la vez pasada. Como sea, siguió pasando el tiempo hasta que en un abrir y cerrar de ojos, ya solo quedaba una semana para poder salir de la primaria. Y como ya saben lo típico que pasa en las escuelas cuando vas en el último año, es que lloran por esas personas que conocieron en el transcurso de esos años en la escuela y como de costumbre los maestros te dejan de tarea el ya conocido anuario, para mí era algo triste ya que con las únicas personas que había convivido en estos 6 años habían sido María, Lucía y Luis. Saben, a mí me hubiera encantado que María me hubiera escrito algo por última vez, pero era algo tristemente imposible, ya que los únicos recuerdos que me quedaban de ella era la última carta que me escribio, el collar con su inicial que me dió y una foto que nos tomo mamá cuando teníamos 9 años.
Y entonces lo único que me quedaba era darle mi anuario a Luis y a Lucía.

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⏰ Última actualización: Dec 04, 2017 ⏰

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