Narrador Omnisciente
Las olas del mar refrescaban los pies de Ámbar, que se encontraba observando el final de la playa. Un atardecer hermoso se aproximaba, y Simón no perdería la oportunidad de expresarle todo lo que siente mediante palabras y actos.
El antes dicho se acercó a su novia y masajeó con cariño él hueco de su cintura mientras observaba lo mismo que ella. Algunas gaviotas y el viento chocando contra las palmeras hacían el momento más relajante.
—¿Te gusta? —susurra con suavidad en su oído.
—Es perfecto. —se voltea frente a él para despeinar el cabello proveniente de la nuca. La acercó más y se fundieron en un beso que daría inicio a una noche romántica.
Continuaron con el beso y Simón lo profundizaba aún más. Sus cuerpos estaban tan unidos que ni una leve y fina corriente de aire podría traspasarlos. Simón la tomó de los muslos y la levantó sobre su cadera, aún sin separarse. Estaban en el lugar perfecto, y totalmente solos. No estaría mal hacer el amor... ¿O sólo echarían unos polvos?
La pregunta inquietó Ámbar lo suficiente como para desconcentrarse de su novio y romper el beso, mientras bajaba la cabeza.
—¿Qué pasa? —preguntó al notar que su pareja no decía nada, y se había alejado muy extraña de él.
—Simón, prométeme que nuestra relación será seria. Y que lo que va a pasar ahora no sea un simple acostón. —Ámbar lo miraba triste, pensando en tener que dejarlo. Pero ella no sería el juguete de nadie.
Él tomó el mentón de ella, para que lo mirara a los ojos. El atardecer estaba empezando a caer sobre ellos, y aún no se habían dado cuenta.
—Eres muy especial para mi. Me es imposible hacerte daño. Lo que más quiero en el mundo es casarme contigo, tener muchos hijos y amarte para toda la vida. —ambos sonríen. —Pero, si aún no te sientes lista, yo esperaré lo que sea necesario. Jamás me perdonaría el hecho de lastimarte por un tonto calentón. —Ámbar toca las manos de Simón y las acerca a su cara.
—Estoy más que lista. —dijo con buena pronunciación y seguridad.
Él se lanzó a besarla, dejando su cuerpo bajo el suyo.
Las horas pasaban, y ellos no se percataban. La temperatura de sus cuerpos y la fresca brisa nocturna los mantenía bastante distraídos. Acostados a la orilla de la playa, estaban a punto de entregarse.
—¿Segura? —preguntó por cuarta vez.
—¡Venga ya, Simón! Si lo vas a hacer, hazlo de una vez. —luego de una intensa mirada, sintió lo que hace unos meses necesitaba desesperadamente dentro de ella. No pudo evitar un gemido.
—¿Te he echo daño?
—Me harás daño si no sigues. Vamos... Mhm. —calló sus palabras con muchos besos por su cara, mientras la penetraba aún con cuidado.
Más tarde, se encontraban sentados en la arena, con una enorme manta tapándolos del frío de la noche. Las estrellas y la luna giraban en dirección a ellos. El agua había dejado de moverse, y estaban en una gran burbuja de paz. Cuando a ella se le ocurrió preguntar.
—¿Dónde diablos conseguiste una playa sin olas nocturnas?
—Un mago nunca revela sus secretos.
—¿puedes hacer una excepción?
—no lo creo
—Esta bien mejor besame—se abalanzó sobre él para poder besarlo y fue la primera vez que ellos se sentían tan a gusto de estar en una playa
—¿Estaras conmigo para siempre?
—hasta que la muerte nos separé—y se fundieron otra vez en una dulce beso
FIN DEL CAPITULO ESPECIAL
Este capitulo fue hecho por nuestra querida amiga Laura. Ella hizo este capitulo para compensarlos de que ella no ha subido historias
Espero que les haya gustado
~Sarah🎄
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¿Los opuestos se atraen? {Ş} [Lutteo] [Simbar]
FanfictionLuna Valente: una chica de 18 años dulce, gentil y la más amable de toda la universidad. Matteo Balsano: un chico de 19 años problematico,popular entre las chica y es el mas odiado en toda la universidad (entre los chicos). Ambar Smith: una chica de...