Feliz cumpleaños a mi

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El sol se filtraba por la pequeña ranura que las cortinas habían dejado, y así permitía que su molesta luz cayera directo en mi cara. Me removí incomoda por la luz que daba directamente en mis ojos, gritándome silenciosamente que me levantara de mi cómoda cama.

Gruñí con exageración y con un movimiento perezoso pero rápido de parte de mis brazos, levante la manta y cubrí mi cabeza con esta. Con mis ojos libres de molestias, mi cuerpo aun acostado en el suave colchón de mi cama y mis ganas de dormir volviendo a mi, cerré mis ojos, dispuesta a disfrutar un par de ''minutos'' mas de sueño.

Pero la puerta de mi habitación causo un chirrido, de esos que causan las puertas cuando están a punto de caer y que te gritan ''eh, un poco de aceite no me iría mal''. Abrí los ojos de golpe, preguntándome quien se atrevía a interrumpir mi sueño de ''belleza'', pero negándome a destapar mi cuerpo completo y sentir la fría briza que se había comenzado a sentir anteriormente.

Unos pequeños pasos se pudieron sentir chocar contra el sueño, mientras una risueña risita escapaba de los labios de aquella persona. No tenia que verificar que era quien creía que era. Lo conocía como la palma de mi mano, sabia sus gustos, sus miedos, sus problemas, no tenia que preguntar, pues el siempre rebelaba lo que pasaba en su imaginaria mente. Lo pasos cesaron a un extremo de la cama, y de pronto, el pequeño peso de un niño de 5 años se sintió hundir levemente el colchón. El pequeño cuerpo avanzo y por lo que pude sentir, se paro sobre la cama.

Sin algún aviso, mi pequeño hermano se lanzo sobre mi, mientras dejaba escapar un quejido de dolor por su peso contra mi cuerpo.

Me destape completamente, dispuesta a reprender a mi hermano por su tremenda osadía a interrumpir mis sueños, pero esa tierna sonrisa que se dibujaba en su rostro detuvo mis planes. No podía discutir o molestarme con ese diablillo, era mi vida.

-Que manera mas bonita es esta de levantarme eh- Sonreí, y me senté del todo.

-Es que hoy es un día especial, es tu cumpleaños hermanita!!- Chillo, levantando los brazos y volviendo a lanzar su cuerpo sobre el mio. Pero esta vez, rodeándome en un cálido abrazo de ''Feliz cumpleaños''.

-Vaya, si te acordaste- Me reí, y le devolví el abrazo.

-Tía Rosie preparo tortitas!!- Celebro Alex, soltándose del abrazo y bajando a todo velocidad de la cama- El que llega primero, come la mayor cantidad!!

Alex sabia que odiaba correr u apresurarme, pero era demasiado generosa para competir con mi hermano menor por unas tortitas. Ademas, tenia que alistarme para ir al instituto,ahí me esperaban en el lugar de siempre, en nuestro lugar secreto. Mis amigos preparando alguna típica sorpresa de cumpleaños y las ganas por las que mas tenia hoy de ir al horrible instituto, mi novio.

Estaba ansiosa de saber que era lo que me regalaría, pero el simple hecho de estar con el, ya era el mejor regalo de mi vida. Tres años juntos, jamas había durado tanto con alguien, ni tampoco había amado a alguien con tanta fuerza. 

Y con una sonrisa en mi rostro dibujada a causa de los bonitos recuerdos que habían venido a mi mente, rebusque entre mi guarda ropas, buscando un conjunto digno de mi cumpleaños. Y BINGO unas Vans negras perfectas, unos shorts jeans con rasgados en medio, un polo manga cero completamente ceñido y un suéter de tela color crema.

Tome mi toalla, y me metí al baño, a por una ducha que me consiguiera despertar mas.

~1 hora después~

Baje completamente animada y lista para ir al instituto, y con mi mochila colgando de mi hombro, me dirigí hacia la cocina. De la que escapaba un olor exquisito, lo que demostraba que Alex no se había equivocado, la tía Rosie había preparado su deliciosas tortitas.

Una fiesta para olvidar ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora