𝗍𝖾𝖾𝗇 𝗐𝗈𝗅𝖿. ⠀─ 𝗽𝗿𝗲𝗳𝗲𝗿𝗲𝗻𝗰𝗲𝘀

013; scott mccall.

Sabías que el no estaba bien, sabias que la extrañaba y eso nunca había sido un problema notable en su relación. Estabas acostumbrada a ignorar el hecho de que el seguía pensando en ella independientemente de que estaba contigo. Hacías el esfuerzo por intentar llegar a tu altura, sin embargo parecía que cuando tu pensabas que habías llenado de la misma manera su corazón, llegaba una ola de situaciones que te arrastraba al principio de todo.

Todos sabían que el la amaba a ella y a ti no.
Todos sabían que el la preferia a ella y a ti no.
Todos sabían que pensaba en ella y en ti escasas ocaciones. Pero nadie te lo dijo.

Ahora todo estaba claro, la noche anterior Scott se encontraba dormido a tu lado, como de costumbre no te esperó. Te sentaste a su lado y lo miraste. Miraste como su pecho subía y bajaba con tranquilidad, miraste sus labios y sentiste la necesidad de besarlo, miraste sus mejillas y sentiste la necesidad de acariciarlas, miraste sus ojos y deseaste que solo te miracen a ti y a nadie más.

Pero la burbuja en la que te encontrabas se reventó y sentiste como como tu mundo se iba a bajo cuando aquellas palabras salieron de sus labios.

-Aún te amo Allison.

Quedaste helada al escucharlo de sus propias palabras. No sabias como reaccionar. Simplemente no estabas preparada para recibir la verdad, estabas dispuesta a seguir viviendo en la mentira. Estabas dispuesta a ignorar lo que habías escuchado y acostarte a su lado. Estabas dispuesta a todo por no dejarlo. Pero como sabias. Solo hay tres cosas que no se pueden ocultar y una de ellas era la verdad. Te habías enamorado de alguien que ya amaba a alguien más y para hacer peor la situación querías seguir estando enamorada de él.

No querías traicionarte. Tenías dignidad y valor por ti misma. Miles de pensamientos llenos de dolor llegaron a tu mente. Querías enfrentarlo y y decirle que era un idiota. Pero más idiota habías sido tu al continuar lastimandote de esa manera.

Sentiste una mano sobre tu hombro izquierdo y de inmediato te tensaste. Era el.

-¿Qué haces?- escuchaste su voz y volviste a sentirte impotente. No le respondiste. No querías hablarle. No querías verlo. No querías nada con Scott McCall.

a pesar de que hace minutos querías todo con el.

-Scott McCall. - lograrse decir con dificultad -¿Aún la amas cierto? - pregúntaste.

Sabías la respuesta, lo sabias con exactitud.

-No tengo idea de que me hablas. - dijo y tu de inmediato volteaste a verlo.

-A Allison, no hace falta que mientas. No lo hagas de nuevo. - dijiste tranquila, intentando no romper en llanto.

Su reacción fue suficiente para ti.

-Vete de mi casa McCall- negaste con la cabeza abriendo tu ventana. -No puedo seguir con esta mentira. - dejaste tus hombros caer en modo de rendición.

-Yo nunca quise _____. - dijo con tristeza. -De verdad, lo siento.

-Vete de mi casa ahora. - intentaste no gritar. Sentirse como tú cuerpo comenzaba a temblar, perderías la razón si el seguía aquí.

El se dio cuenta de ello y tomó tus manos.

-¡Terminamos, Scott! ¿Que haces aún aquí? ¿Disfrutas verme de esta forma? ¡Vete de mi casa!- quitaste tus manos sobre las de el.

Acto seguido el empezó a ponerse sus ropas, recogía todo lo suyo con torpeza. En otras ocasiones eso te habría parecido tierno. Pero ahora simplemente querías que se fuera. Necesitabas sacar todo lo que estuviste reteniendo por tanto tiempo.

Cuando puso un pie fuera de la ventana te miro.
-Lo siento.

  © 𝖺𝗌𝗍𝗋𝗑𝖽𝗅𝗆𝖺𝗈 𝟮𝟬𝟭𝟳