Capitulo 9

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Es Domingo veinticinco de Abril del 99' y siento que es bella la primavera. Ella me hace sentir que es primavera, ella es mi primavera.

Antes de ayer sábado la besé en mi propia casa y desde entonces no puedo quitarme esa sensación de mis labios. Me he descubierto a mí misma un par de veces embelesada con los dedos en mi boca intentando recordar o captar el sabor de sus besos. Dios mío ¿Qué me pasa? Sólo fue un leve roce, sólo fue un pequeño contacto pero no puedo quitármelo de la cabeza ¿Estoy enamorada? Sí, estoy muy, muy enamorada y hoy justo hace un mes que la vi por primera vez ¿Oyen lo que digo? ¡Un mes! ¡Un solo mes! Es incomprensible lo que me ha pasado, es brutal como el amor me ha golpeado.

Me he pasado todo el domingo preguntándome cómo se encontrará ella, como se sentirá ¿Estará bien? ¿Estará mal? ¿Estará arrepentida? No lo sé. Sé que se marchó junto a su marido Matthew, sé que tenía la cara desencajada al tiempo que tenia los ojos brillantes de ilusión. Así que no lo sé, estoy perdida, es un enigma que tengo que descubrir cuanto antes.

Para mí ayer fue un día un tanto duro ¿saben?, levantarme con Alessandro, desayunar con Alessandro, comer y cenar con él mientras mi mente está en otro lugar y con otra persona. No es algo de buen gusto pero no puedo evitarlo, no puedo. Ayer domingo es la primera vez que hice gala de mis dotes de actriz las cuales ignoraba que poseía. Ayer domingo fue la primera vez y obviamente no sería la última.

Mi marido ya no está en casa se ha marchado hacia a la oficina con lo cual entiendo que el de Camila tampoco está en la suya. Ya no puedo esperar más, supongo que a estas alturas se han dado cuenta que la paciencia en lo que se refiere a mi vida privada no es una de mis virtudes. Así que es lunes, son las siete y media de la mañana y le escribo un mensaje de SMS.

"Camila, ¿estás bien?"

Así de escueto y de directo, pues saber si ella está bien es lo único que me importa en estos momentos. Me muerdo las uñas ante la espera de una respuesta, estoy sentada con una taza doble de café en la mano, tengo el teléfono sobre la mesa de la cocina y no puedo dejar de mirar la jodida pantalla. Se ilumina enseguida.

"Estoy asustada."

Ambigua respuesta ¿Verdad? No sé cómo interpretar esto, no tengo ni la más remota idea de cómo interpretar lo que mis ojos acaban de leer. ¿Está asustada por lo que siente? ¿Está asustada por si Matthew se entera? ¿Está asustada de qué?

Pero... ¿Y yo? ¿Acaso no lo estoy? La respuesta viéndolo desde la perspectiva de mí actual presente es que no era consciente de lo que estaba haciendo, no me puse a pensar en todo lo que implicaba el hecho de enamorarme de la mujer de otro.

Pero en ese presente, en esos días de septiembre quiero verla, necesito verla lo mismo que necesito respirar, porque el miércoles tengo vuelo y creo que si no la veo, si no hablamos antes de que yo me incorpore al trabajo me volveré loca, estaré histérica y de mal humor. Y porque además, ¡Demonios! ¡Quiero verla!

"Quiero verte Camila. ¿Podemos vernos? Tenemos que hablar."

Lo sé, voy directa al grano, sí. Pero ella no me contesta. Han pasado dos eternos minutos desde que he enviado este último mensaje y no recibo respuesta. Miro fijamente el celular.

¡Puta madre me está llamando! No me lo esperaba. Casi se me cae el celular de las manos por mi reacción.

-C-Camila...hola.-Balbuceo

-Hola Lauren.-Me contesta y yo siento que me derrito nada más oír su voz -No sé si es buena idea vernos...

-Solo quiero hablar. -La corto porque lo veo venir, está indecisa y está muy, muy confundida y la arrastro hacia donde quiero.

En Mi Siguiente Vida [Camren EDITADO 2022]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora