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Los antecedentes del equipo crepuscular, uno de los quintetos más talentosos de la Liga Nacional de Baloncesto, se remontan al año 1982, cuando Flavio Fridegotto decide vender el equipo Colosos de Carabobo.
Cuando Carl Herrera regresa a la franquicia, los Bravos de Lara deben abandonar las tierras crepusculares y se trasladan a la ciudad original donde el equipo había surgido: Guanare, retomando de ese modo el nombre con el que se los conoció en un principio, Bravos de Portuguesa.
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Una nueva compra y una nueva mudanza les espera a los Bravos de Portuguesa en el año 2003, cuando Carlos García Ibáñez compra al equipo y decide devolver el club a la ciudad de Barquisimeto. Es entonces cuando toma el nombre con el que se le conoce en la actualidad: .
Aunque Guaros de Lara tiene ya trece años de trayectoria en la Liga Profesional de Baloncesto venezolana, nunca han conseguido titularse campeones. Han conseguido llegar a las rondas finales en varias ocasiones y al subcampeonato.
En el año 2012, Jorge Hernández Fernández y su socio, el pelotero Luis Sojo, decidieron comprar Guaros de Lara, para abrir una nueva etapa de éxitos en el club.
Aunque la LNB aún es un asunto pendiente para Guaros, ha sido, además de Trotamundos de Carabobo, el único equipo de baloncesto criollo capaz de alcanzar títulos internacionales, coronándose en el 2016 como campeones de la Liga de las Américas y ganando la Copa Intercontinental.
