Cap. 20

4.1K 322 56
                                    

Pov. Adrien

Después de que Plagg se marchara decidí regresar adentro, donde mis tres amigos me esperaban, pero mi mente no estaba ahí, ¿que acababa de suceder? Y sobre todo ¿porque no me opuse?

—¡Adrien!— salí de mis pensamientos cuando Alya agito su mano frente a mi cara

—lo siento, ¿decian algo?—

—¿estas bien?— me preguntó Marinette con cierto toque de vergüenza

—¿donde esta tu primo?— dijo Alya mientras lo buscaba con la mirada

—se sintió un poco indispuesto, asi que se retiro, y descuida Marinette, estoy bien— le respondí a ambas

—bueno, se hace tarde, es mejor que nos vayamos ya ¿no?— dijo Nino

—si, vamos a mi casa—
Después de eso salimos del cine, yo iba en silencio con la mirada baja unos pasos mas atrás que los demás.

—¿se-seguro que te encuentras bien?, si no... Es... Es mejor que vayas a casa— me dijo Marinette jugando un poco con sus dedos mientras miraba al piso

—de verdad estoy bien... Solo estoy algo agotado— sonreí para que no se preocupara

—oh, esta bien— y sonrió
Después de un rato ya estábamos en casa de Alya, nos sentamos en un sofá mientras ella recogía algunos juguetes que sus hermanas dejaron por ahí, y después de eso se sentó frente al sofá de nosotros

—oye Alya, ¿no habrá problema con tus padres?— preguntó Nino

— para nada, el hotel donde trabaja mi madre tiene visitantes especiales asi que se quedara toda la noche y parte de mañana,a mi padre le toca guardia en el zoológico y revisión mañana, y mis hermanas están con mi abuela, asi que no, no hay problema— y después de eso tomo una gran bocanada de aire. Era cierto, no me había dado cuenta de que su casa estaba vacía, solo nosotros, pero creo que ni si quiera me di cuenta cuando llegamos.

—y bueno, ¿que haremos primero?— dijo Nino mientras se frotaba las manos

—¡juguemos a algo!— exclamo Marinette, wow, pensé que no tenia voz exterior.

—buena idea Marinette— le felicitó su amiga —¿y a que quieren jugar?, yo me se varios juegos, algunos los he jugado con mi familia, algunos otros con antiguos amigos, en fin...— nos miraba atenta

—¿que les parece yo nunca nunca?— dijo Nino algo indeciso

—ese ya lo he jugado— comentó Marinette —a ese juego le debo muchas vergüenzas—.
Todos reímos ante su comentario

—empecemos con ese, ya jugaremos más— dijo Alya y sonrió subiendo y bajando las cejas mientras miraba a Marinette

—uh... Me parece buena idea—comenté yo

—concuerdo con mi hermano—

—pero...— repuso Marinette

—vamos Mari, no seas aguafiestas, mientras veré que encuentro en el frigorífico— y después de levantarse Alya se dirigió hacia su cocina

—pero... No sera nada fuerte ¿verdad?— dudó Marinette

—nadie se enterará de lo que pase aquí Marinette, no tienes nada de que preocuparte— decía Nino con calma

—yo tampoco quiero que salga nada de aquí, es mas, no hay que decir nada intimo— dije yo, pues también me preocupaba un poco si algo salia de aquí

—ustedes dos son un par de aguafiestas— dijo Alya quien ya había regresado con varias bolsas de golosinas y galletas— esto no es divertido si no se dice nada vergonzoso, ¿que dices eh Adrien?—

Aun no estaba de acuerdo, pero no dejaría que me dijeran aguafiestas

—esta bien— dije por fin

—¿lo vez Marinette?, si él lo hace tu también—.

Pov. Plagg

Ya hacia media hora que había llegado a casa, estaba recostado en el sofá con el brazo en mi cara, me sentia tonto por haber dejado asi a Adrien, además di una primer mala impresión ante sus amigos, pero, ¿que importaba? Si no los volvería a ver no pasaría nada. Solté un suspiro y me levante para ir a la habitación. Subí las escaleras con pesadez y una vez en el cuarto me arroje a la cama provocando que unos libros que estaban en el buró calleran al suelo, bufé y me levante para recogerlos.
Observé la portada de los libros, en realidad no tenían portadas, solo uno era de color café obscuro y el otro de color grisaseo, decidí hojearlos un poco.

—historia de Francia— leí en mi mente, es de historia así que lo volví a dejar en el buró, después abrí el otro —en blanco— efectivamente, estaba en blanco, me parecía conocido.
No hablaré de mi pasado, pero se acerca de magia tanto negra como blanca, aunque para mi la magia es la magia y todo depende de como la utilices.
—libro en blanco muestrame tus secretos, dime que es lo que escondes ahí dentro— y después de pronunciar esas palabras en el libro iban apareciendo las letras poco a poco. Lo sabia, ya había leído ese libro, aunque sabemos utilizar la magia desde nacimiento, nos hacen leer este libro a fuerzas. Y no, no fui a una escuela de kwamis ni de magia. Era un antiguo libro japones donde vienen los secretos de la magia y algunas otras cosas acerca de esta. Ya lo sabia de memoria así que también lo acomode en el buró. Estaba a punto de levantarme cuando vi una hoja debajo de la cama, estaba doblada. La tome y me senté en la cama, la desdoble y comencé a leerla en mi mente.
—aun estoy confundido, ya hace unos cuatro días que no la veo, pero, no he pensado en ella desde entonces, y es que ese gato estúpido es lo que ha causado. Creo que...—
¿Que! Al parecer era una hoja del diario de Adrien. Lo se, es extraño que un chico tenga un diario, pero teniendo en cuenta de que su padre no lo deja relacionarse mucho con las personas, no tiene a quien contarle sus problemas, así que tiene el diario para desahogarse. Intente encontrar el cuaderno, pero no lo encontré así que me recoste en la cama pensando en esa frase, y me quede dormido.

Pov. Adrien

Las cosas habían subido ya de tono, ahora jugábamos verdad o reto y de simples preguntas y retos cualquiera, ahora eran de hacer cosas mas pesadas e incluso vergonzosas, pero para ser sincero me estaba divirtiendo, e incluso había olvidado lo del cine

—¿verdad o reto Adrien?— dijo mi amiga castaña aun con mucha energía en su voz —¡reto!— exclamó sin darme oportunidad de responder —¡te reto a que beses a Marinette!—

Mire a Marinette quien tenia las mejillas mas que sonrojadas. Después dirigí mi mirada a Niño y a Alya quienes sonreían de manera cómplice.

—yo...— dude un poco, la verdad es que nunca he dado mi primer beso, y me daba miedo confesarlo, ¿y si lo hacia mal? Moriría de vergüenza, aunque tampoco es que necesitara darlo ya

—¡Vamos!... ¡Hazlo!— decía Nino también con demasiada energía en su voz

Me di la vuelta lentamente hacia Marinette y me acerque a ella. Acercaba mi rostro al de ella poco a poco y un poco indeciso, lo hacia lentamente. Nuestros labios estaban a solo centímetros... Cerré mis ojos lentamente, podia hacerlo... Después de todo... ¿Que tan difícil podía ser?... Solo un poco mas... Ahora solo eran milímetros...

Me atreveré a amarte [Yaoi PlaggxAdrien]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora