La nueva Reina

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Después de empacar todo nos vamos al aereopuerto para irnos en nuestro Jet privado.

El viaje es poco largo, aburrido y cansado. Llegamos al aeropuerto de Estados Unidos, lo primero que veo es un grupo de gente (empleados de papá) con carteles y pancartas celebrando nuestra llegada.

Después del ajetreo de llegar a la casa, desocupar maletas, etc. Me acuesto a dormir para ir a la escuela al día siguiente, no ha pasado ni una semana y ya extraño a Zayn y a los chicos. Zayn me regaló un oso enorme con chocolates y una mochila muy linda de panda. Me dijo que la usará o si no me haría cosquillas hasta desmayarme.

(...)

You don't hafe to be afraid to put your dreams in action.....

Me despierta el tarado celular, y me acuerdo que hoy tengo clases, de hecho mi primer día de clases.

Your never gonna tade you'll be the main atraction....

Apagó la mald**a canción, y me meto a la ducha an dormida.

Dejó al agua correr por mi espalda recordando los viejos moratones y cortadas que me hacían las desgraciadas esas. El simple hecho de pensar en eso me da jaqueca.

Me envuelvo en mi bata y salgo. Abro mi guardarropa, me pongo unas bragas blancas, un brasier igual de blanco, un short azul jeans, un suéter pegado al cuerpo de tiras blanco, un chaleco traslúcido gris y unas Converse negras estilo bota.

Me dirijo al tocador y agarro un labial rojo y me lo pongo, me aplicó algo de polvo, después el rimel más frondoso que encuentro, me pasó delineador para marcar mis pestañas todavía más y me pongo una ligera capa de sombra gris. Agarró mis lentes de sol negros y me los pongo. Me aliso mi cabellera rubia y fucsia que ahora no era tan fucsia como antes, era más bien rosa. Me hago unas cuantas ondas y me pongo mi sombrero negro de copa baja.

Tomo mi mochila de panda, meto una libreta, dos bolígrafos, un lápiz, un sacapuntas, un borrador, mi celular, mi labial y una carpeta.

Bajo a la cocina para oler el delicioso aroma del desayuno de mi querida madre.

-Buenos días!-saludo amable a mi familia.

-Hola fula rosa!-dijo mi hermano mayor Harry. Alto, blanco (no pálido como yo), cabello castaño con rulos, ojos verdes, y lo peor.... hoyuelos! Mi hermano es más sexy que yo. Pero igual lo amo mucho, aunque seamos muy diferentes.

El único problemas es que él es demasiado apuesto y siempre está rodeado de chicas, antes no podía estar con él por esa razón, pero al mudarnos a Londres y sufrir de un increíble cambio de imagen, me la paso pegada a Harry siempre que puedo, incluso me siento en sus piernas muy a menudo, así pongo a las chicas celosas y alejo a las moscas. Él no se molesta, es más le parece divertido. Zayn tampoco se molesta, aunque en un principio él se puso celoso hasta que le dije que Harry y yo somos hermanos, se puso rojo de vergüenza.

La cosa es que somos los sexys hermanos Edwards, los más guapos y ricachones del colegio.

- Hola rizos!!-le dije y me senté muy pegada a él para que me rodeara con sus brazos.

-Tienes un look de chica mala? -dijo mientras me rodeaba con sus brazos y yo cruzaba las piernas.

-No, diva popular.-dije despeinandole los rulos.

-Jajajajaja. Como digas Perrie, pero recuerda que le prometí a Zayn alejar a las moscas que se te acerquen.- dijo besando mi frente.

-Ya lo sé, Hazza. -le besó la mejilla- Nunca le sería infiel a Zayn y eso lo sabes mejor que nadie.

-Ya lo sé, pero por si acaso- me guiña el ojo.

-Que pesado- le dije mientras mi mamá nos miraba extrañada.

-Ay hijos! Por qué siempre actúan de esa manera tan empalagosa? -dijo mi madre. Ella siempre nos ha dicho eso, dice que debemos ser un poco más independientes uno del otro. La amo mucho, pero a Harry y yo nos gusta tratarnos así, cursis y muy pegados todo el tiempo. Es más, a veces dormimos los dos juntos (no malpiensen, sólo dormimos en la misma cama y yaaaa!!!!) por diversas razones, una pesadilla, frío, o simplemente porque queremos o nos sentimos solos. Nos contamos todo, no hay nada que yo no sepa de él, al igual que no hay nada que él no sepa de mi.- Mejor desayunen rápido, que se está haciendo tarde.

-Vale -dijimos ambos mientras comíamos unas empanadas con dos huevos y un vaso de jugo de naranja cada uno.

Después de desayunar y cepillarnos los dientes nos vamos a la cochera y ponemos nuestras mochilas en la parte de atrás del Ferrari rojo de Harry.

Subimos, él en el asiento del conductor y yo en el de copiloto. Harry arranca y nos ponemos en marcha al colegio, que no queda muy lejos, sólo a 15 minutos de nuestra casa, o debería decir, mansión.

Al llegar, Harry aparca en un estacionamiento libre que vio cerca de la entrada principal.

-Bien Perrie, que nadie te intimide. Hagamos está escuela nuestra, vale?- me dice levantando el meñique.

-Vale -le tomo el meñique haciendo la promesa.

Salimos del auto y todas las miradas se fijan en nosotros. Osea, mejor auto, mejor ropa, mejor todo... En menos de 5 segundos éramos el centro de atención.

-Oye tú!- dice alguien detrás mío.- ese es mi lugar.- esa rubia plástica la reconocería en donde sea. Es Caroline y viene con sus perras falderas.

A pesar de que la conozco, fingo no hacerlo. La miro de arriba a abajo bajando un poco mis lentes de sol y arqueo una ceja.

-Ajá, y tu eres? -le dije.

-Cómo que quien soy? -dijo la muy engreída- Soy Caroline Flack, y para que te quedé claro, este es mi Reino. Tu no eres más que una pobre insignificante.

-Harry, podrías decirme por qué está ingenua prepotente me está hablando? -dije ignorandola por completo provocando risa en varios estudiantes.

-Pues no se, Perrie. Pero será mejor irse, antes de que empiece a hablar peores estupideces.-dijo ofreciéndome su brazo el cual yo tomé y nos dirigimos a dentro. Era increíble, todos se apartaban cuando pasábamos, éramos más populares que Caroline.

Ahora Yo soy la ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora