1.

17 2 0
                                    

Nie se despertó asustada, había tenido una pesadilla horrible. Soñó que su hermano le había mostrado su más profundo secreto al amor de su vida.

Espera... Eso no fue un sueño, ¿Cierto?

Mientras Nie trataba de recuperar un poco de fuerza para recoger el pedacito de dignidad que le quedaba, alguien tocó su puerta.

-¿No ven que mi vida ya es muy miserable? ¿Qué quieren? -dijo la castaña con tono exasperado.

Nie era flacucha, con un par de ojos grises, cabello castaño que le llegaba a los hombros, tenía pecas y usaba frenillos. A parte, como no veía bien, debía usar un par de anteojos que le cubrían casi toda la cara.

-Hija, es hora de ir a la escuela. -Llamó la señora Parker. -Deja de decir tonterías y arregláte, o llegarás tarde.

No puede ser, debo ir a la escuela, el proyecto de física y... ¡Oh no! Hoy es la visita a los cursos mayores. ¡Tengo que ver a Trevor! ¿Mi vida no puede ser más miserable?

-Nie, muévete. -Resonó la voz de su madre desde la cocina.

La pequeña se levantó, y dando tres sancadas se dio una ducha, se puso un pantalón de jean, una camisa que le llegaba muy por debajo de la cadera y un buso, que igualmente grande, tapaba con sus mangas, sus pequeñas manos. Tenis, un gorro tipo Vinnie, y salió a toda prisa.

Al llegar a la cocina su madre le tenía preparadas unas tostadas con Nutella y un poco de fresas, Nie las devoró como si nunca hubiera comido en su vida y huyó de casa como alma que lleva el diablo.

Corrió lo suficiente para alcanzar el autobús de la escuela, al subir se sentó en el último puesto y miró por la ventana. Recuerdos del día anterior inundaban su mente, un flashback en particular la volvía loca: Trevor sosteniendo el collage en una mano, Lia en sus piernas y riendo a carcajadas hasta más no poder. 

¿Cómo pude ser tan tonta?

Cuando llegó al colegio caminó tranquilamente hacia su salón de clase, pero antes de entrar, vio en uno de los muros del pasillo un post que decía: 

Equipo de boxeo:

INICIAREMOS ENTRENAMIENTOS EL VIERNES A LAS 3:00 PM en gimnasio de la escuela,

Interesados comunicarse al.... 


¿Boxeo?, sería interesante.... ¡¿DE QUÉ COÑOS HABLO?!, mi fuerza es igual a mi dignidad en este momento, o sea, es nula.

Sonó el timbre para entrar a clases.

La clase transcurría con calma y Nie trataba de mantener a raya un poco sus pensamientos, sin embargo la cara de Trevor riéndose estrepitosamente de ella, no la dejaba. Algo como una bola de papel la golpeó en la cabeza, volteó a mirar y para su sorpresa se encontró a Drea y Max que la miraban como preguntando qué le pasaba. 

Por fortuna para todos, la clase de Historia finalizó y Nie pudo reunirse con sus amigos. 

-Puedes por favor explicarnos ¿qué diablos te pasa? - Dijo Drea con tono inquisitivo. 

Drea era una pelinegra, un poco más alta que Nie,  con ojos negros y la tez de su piel era más cálida que la suya, un moreno casi imperceptible. Max por su lado era delgado, más alto que las dos, llegaba a ser tan blanco como Nie y su cabello era de un tono rubio cobrizo. 

Nie siempre debía mirar hacia arriba para poder entablar una conversación con ellos. 

-Nada, desde ayer no he tenido cabeza para nada. - Contestó la castaña un poco decaída. 

-¿Pasa algo, Nie? -Dijo Max, más bien preocupado.

Nie empezó a relatar todo lo que había pasado hasta el momento. 

-Sólo tienes 11 años, esas cosas pasarán. -Habló Drea cuando Nie hubo finalizado. 

-Es verdad. -Esta vez fue Max, quien puso una mano en su hombro como signo de apoyo. El rubio sintió una especie de cosquilleo en su mano y rápidamente quitó su mano, luego de sonrojarse. 

Nie suspiró. 

-Sé que esas cosas pasan, pero, creo que en los 11 años que he vivido, ha sido el momento más vergonzoso que he tenido y por mucho. 

Los tres empezaron a caminar en dirección al salón de matemáticas, mientras Nie iba relatando cómo su madre cuando tenía 6 años la obligó a bailar la macarena frente a sus tías y la vez que sus hermanos la asustaron tanto, que se hizo pipí frente a todos sus amigos en una fiesta de cumpleaños. 

-Ahora debo espe... -Fue interrumpida por un golpe que la dejó aturdida y de pompas en el suelo. No se había dado cuenta del chico que venía tomándose una malteada de cereza y ahora ésta, adornaba su melena, buso, y gorro. Todos a su alrededor empezaron a reír. 

-Sólo esto me faltaba. 

-Oye... Mi malteada. -Dijo el chico quejándose de su torpeza. 

-¿Te la ibas a terminar? -Dijo una molesta Nie. -Si quieres te ayudo con mi puño en tu cara. 

El chico se alejó empezando a reír con los demás. 

-No puede ser, justo hoy que es la visita a los cursos mayores. ¡POR FAVOR MÁTENME! 

Nie tuvo que soportar su cabello apelmazado, y buso manchado durante el día. Cuando llegó la hora de la visita, trató de no llamar la atención, lo cual era bastante complicado ya que por su aspecto era el objeto de miradas y una que otra burla. Su cara fue un poema cuando recorriendo uno de los salones, se topó con Trevor que no pudo evitar preguntarse qué le habría pasado a la pequeña. 

Ya está, voy a tener qué hacer algo para que todos empiecen a tenerme respeto. ¡BOXEO, EL VIERNES NOS CONOCEREMOS!


Me quieres enloquecer, ¿Verdad?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora