Reprimendas.

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Las festividades son algo importante en cada lugar, así como son los carnavales. Y que decir sobre los de este año. Hubieron risas, llantos, enojos, escapes... Les cuento mejor.

Estábamos todos juntos aunque sentía que alguien faltaba. No tardé mucho con la sensación porque al cabo de un rato recibí una llamada del "cielo" de mi madre, diciéndome que estaban junto al árbol más representativo del lugar y que ahí me esperaban unas lindas chicas. Quería creer que era quien yo quería que fuese, efectivamente; Jane... Con su hermana. Maya.

Últimamente mi mundo gira alrededor de ella y sus ojos.

Llegué hasta donde ellas y las llevé conmigo. Apreciamos el acto carnavalesco y después de un rato... Nos escapamos a un lugar solos y apartados. Nos besamos y hablamos de cualquier cosa; en mi caso para no desnudarla y hacerla mía, porque con la falda corta que cargaba quería poner mis manos por debajo y ella no me lo ponía fácil. Se me echaba encima pero no me dejaba tocar donde quería. Vaya.

Era tarde y de noche. Ella no quería irse de mi lado y me estaba reteniendo con sus ricos besos. Al final tuve que que desistir de sus dulces labios y volver a la realidad. Ahora vamos con las reprimendas. Su madre, los vecinos, y pare de sufrir.

Hice que se fuese y yo me quedé ahí. Para que no nos encontrasen juntos. La pobre temblaba, lo noté en su caminar poco decidido aunque valiente, ella sabía lo que le esperaba.

Y a decir verdad me sentía un poco... (Muy) culpable.

Jane.

Al llegar con la gente. (La exagerada de mi madre hizo que se armara un grupo de rescate, y me buscaran) recibí muchos reñimientos, cuestionamientos y malas miradas. Pero aún faltaban los asombrosos, únicos y dolorosos regaños de mi madre.

Resulta que se presentó un altercado de último minuto en la fiesta y hasta tuvieron que intervenir los agentes policíacos. Se alteraron mucho al no encontrarme y llegaron a imaginar que me habían llevado con ellos, mi madre con el corazón en la mano (algo preocupante considerando su enfermedad del corazón; arritmia cardíaca.) al saber que estaba completa en todas mis partes se alivio pero no duro mucho para que volviese a estar histérica y furiosa, riñendo y escupiendo cada palabra con dolor y preocupación mezclados. Se fijó en cada detalle de mi apariencia buscando una señal de lo que se temía ella y comentaban otros: signos de haber estado con él. Pero es que este hombre cambio mi vida por completo y no sé ni cómo ni cuándo pero lo que sí sé es que lo amo.

Al pasar los días no sabía nada de él, ni una llamada ni un texto. Ninguna señal de vida por su parte. Estaba alterada y preocupada como nunca lo había estado, necesitaba verlo. Y así lo hice.

Bad Boy ~ No Juzgues Las Apariencias.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora