Capitulo 1

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3 años en este hospital...3 malditos años que no puedo salir...disfrutar de mi vida...no me gusta estar aquí, mi madre se preocupa mucho por mi salud...dice que soy muy fragil para salir de aquí,ella me ve como un animal indefenso...aquí siempre es la misma rutina...inyecciones...revisiones, comer a las 3 en punto y como siempre jugar juegos de mesa con mi madre...no tengo amigos, aquí los días son eternos y parecen monocromos...perdi a mis pocos amigos...perdi una beca y a mi novia...a ella le parecía repugnante estar con un enfermo...acaso es mi culpa tener leucemia?...

-Alan,Alan!!! -grito mi madre sacándome de mis pensamientos-.

-que pasa?cual es la razón por la cual me llamas? -dije bufando-.

-es hora de tus inyecciones...ven te ayudo...-dijo y se acerco a mi tratando de agarrar mi brazo-.

-yo puedo caminar solo...déjame en paz -dije parándome y apartándola de mi camino, mientras caminaba en dirección de la puerta para abrirla y luego aporrearla con mucha fuerza-.

No me gustaba que me ayudaran, me gustaba hacer las cosas por mi propia cuenta, me gustaba ser independiente y ella muy bien lo sabia, pero ella seguía tratándome como un niño pequeño e indefenso.

-hola Alan,listo para tus inyecciones?-me dijo miranda una enfermera muy bonita y buena, ella era una amiga para mi...ella tiene 19 años es dos años mas grande que yo-.

-claro...-dije entrando a la habitación-.

Al entrar vi que en la habitación había otra chica...por lo que pude observar era nueva...al ponerle la inyección pensé que gritaría o lloraría como yo hago siempre...pero no...solo apretó sus puños fuertemente y mantuvo su cara seria...al presenciar eso me sentí débil, esa chica era realmente fuerte...lo que me hacia sentir algo de pena era que estaba sola...tal vez su madre estaba en...no encuentro una escusa...y tampoco se porque me interesa...

-oye Alan te presento a la chica nueva - grito miranda al lado de aquella chica, me acerque y quede enfrente de ella-.

-Alan Hernandez mucho gusto -dije mirando hacia la televisión me apenaba mirar su rostro pálido y esos ojos azules que te hipnotizaban...que digo maldita sea...-.

-Emily Adam's, el gusto es mio -sonrió, mientras me extendía su mano-.

yo la acepte y sentí un leve sonrojo, pude ver que ella lo había notado,me sonrió para luego soltar una pequeña risa, mis mejillas empeoraron y me solté de su agarre y baje mi mirada apenado...que me haz hecho me siento tan extraño al estar junto a ti...apenas te conozco y parece que te conozco desde hace tiempo...por favor aunque no te lo diga quédate a mi lado...eres realmente fuerte, quiero aprender a ser como tu...

Emily y AlanWhere stories live. Discover now