Yeah, I see you at the bar,
At the edge of my bed
Backseat of my car,
In the back of my headI come alive when I hear your voice
It's a beautiful sound,
It's a beautiful noise×××
Louis está boca abajo sobre una superficie dura cuando algo empuja su hombro y una voz suave dice, "Lo siento, amigo. Hora de cerrar." Se endereza sobresaltado, sólo para darse cuenta de que su mejilla está cubierta en algo viscoso y—
Su corazón comienza a golpear dentro de su pecho.
No tiene jodida idea de dónde está.
Recuerda bajarse de un avión en un aeropuerto en una ciudad en Estados Unidos. Recuerda sentarse en la misma marca de Importante Gran-Auto-Negro en la que siempre viaja. Recuerda a Eliza entregándole la llave de su habitación y a seguridad llevándolo a su habitación, asegurándose de que entrara a salvo como un niño bueno. Recuerda sentarse en una prístina cama blanca —king size, por supuesto— y ser incapaz de sólo irse a dormir, reglas para evitar el jetlag y todo eso. Recuerda pasar por servicio a la habitación, sólo para encontrarse con la misma gama de perfecta comida de hotel que ha comido todas las noches por los últimos seis meses. Recuerda preguntarse vagamente si debería llamar a Zayn o Niall para ver cómo les está yendo, tal vez encontrar algo para ver en la TV.
También recuerda tener la repentina urgencia sobrecogedora de lanzar su teléfono a la pared... Y luego hacer justo eso.
Recuerda estar aliviado y vagamente alarmado de que no había nadie estacionado en el pasillo por lo que debe haber sido la primera vez cuando se había puesto una sudadera y se había deslizado fuera de su habitación sin pensarlo dos veces.
Recuerda literalmente sólo... Irse.
No recuerda, sin embargo, el nombre del hotel en el que se está quedando, ni tampoco recuerda el camino que tomó para llegar a cualquiera que sea el bar en el que terminó.
Definitivamente no recuerda jodidamente quedarse dormido en el bar.
Santa mierda, él se quedó dormido en este bar.
Él automáticamente busca su teléfono, encontrando vacío, por supuesto porque no, aparentemente esto no es sólo una terrible pesadilla, él realmente sí rompió su teléfono contra la pared en un ataque de ansiedad de "estoy muy aburrido y no sé cómo hacer esto sin los otros aquí conmigo y tal vez no estoy tan hecho para esto como pensaba" y él realmente sí se aventuró fuera en una ciudad desconocida sin importar nada.
El golpeteo en su pecho empieza a subir por su garganta.
La voz de antes habla y Louis se alarma otra vez, completamente desorientado, sólo para finalmente notar al chico parado frente a él del otro lado de la barra, mirándolo cautelosamente. "Lamento, um... ¿despertarte?" dice el chico con una sonrisa incómoda, y Louis se da cuenta que es el mismo tipo que lo atendió cuando recién entró— el rizado que había mirado demasiado tiempo su identificación, mirando de ida y vuelta entre plástico y el hombre sentado frente a él con la capucha de la sudadera baja sobre sus ojos hasta que Louis había finalmente balbuceado "Sí," a la pregunta informulada corriendo por su cabeza: "¿Eres—?"