Capitulo 26

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Narra *__*

-Por favor, ___, déjame hacerte el amor- .... Cinico,, pero te deseo tanto como tu a mi

-Sí -susurro.
. Veo su sonrisa triunfante cuando me suelta, me coge de la mano y me conduce hacia un dormitorio jaja ¿como lo supo? instintos del hombre.
Se quita el reloj y lo deja encima de una cómoda a juego con la cama. Luego se quita la americana y la deja en una silla. Lleva la camisa blanca de lino y unos vaqueros. Es guapo hasta perder el sentido. Su pelo cobrizo está alborotado y le cuelga la camisa... Sus ojos azules son audaces y brillantes. Se quita las Converse y se inclina para quitarse también los calcetines.
Agarra su chaqueta y saca una caja de condones. Me mira fijamente. WTF
Madre mía.
Se acerca a mí despacio. Está muy seguro de sí mismo, muy sexy, y le brillan los ojos. El corazón se me dispara y la sangre me bombea por todo el cuerpo. El deseo, un deseo caliente e intenso, me invade el vientre. Se detiene frente a mí y me mira a los ojos. Oh, es tan sexy...
-Vamos a quitarte la chaqueta, si te parece -me dice en voz baja.
Agarra las solapas y muy suavemente me desliza la chaqueta por los hombros y
la deja en la silla.
-¿Tienes idea de lo mucho que te deseo? -me susurra.
Se me corta la respiración. No puedo apartar mis ojos de los suyos.por que me hace esto? Alza una mano y me pasa suavemente los dedos por la mejilla hasta el mentón.
-¿Tienes idea de lo que voy a hacerte? -añade acariciándome la barbilla.
Los músculos de mi parte más profunda y oscura se tensan con infinito placer.
El dolor es tan dulce y tan agudo que quiero cerrar los ojos, pero los suyos, que me miran ardientes, me hipnotizan. Se inclina y me besa. Sus labios exigentes, firmes y lentos se acoplan a los míos. Empieza a desabrocharme la blusa besándome ligeramente la mandíbula, la barbilla y las comisuras de la boca. Me la quita muy despacio y la deja caer al suelo. Se aparta un poco y me observa.
- Quiero besártela centímetro a centímetro.
Me ruborizo. Madre mía... Me agarra de la coleta, la deshace y jadea cuando la melena me cae en cascada sobre los hombros.
Mete las dos manos entre mis cabellos y me sujeta la cabeza. Su beso , su lengua y sus labios. Gimo y mi lengua indecisa se encuentra con la suya. Me rodea con sus brazos, me acerca su cuerpo y me aprieta muy fuerte. Una mano sigue en mi pelo, y la otra me recorre la columna hasta la cintura y sigue avanzando, sigue la curva de mi trasero y me empuja suavemente contra sus caderas. Siento su erección, que empuja lánguidamente contra mi cuerpo.
Vuelvo a gemir sin apartar los labios de su boca. Apenas puedo resistir las desenfrenadas sensaciones -¿o son hormonas?- que me devastan el cuerpo. Lo deseo con locura. Lo cojo por los brazos y siento sus bíceps. Es sorprendentemente
fuerte... musculoso. Con gesto indeciso, subo las manos hasta su cara y su pelo alborotado, que es muy suave. Tiro suavemente de él, y Alonso gime. Me conduce despacio hacia la cama, hasta que la siento detrás de las rodillas. Creo que va a empujarme, pero no lo hace. Me suelta y de pronto se arrodilla. Me sujeta las caderas con las dos manos y desliza la lengua por mi ombligo, avanza hasta la cadera mordisqueándome y después me recorre la barriga en dirección a la otra cadera. gimo. Levanta la cara y sus ardientes ojos Azules me miran a través de las pestañas, increíblemente largas. Sube las manos, me desabrocha el botón de los pantalones y me baja lentamente la cremallera. Sin apartar sus ojos de los míos, introduce muy despacio las manos en mi pantalón, las pega a mi cuerpo, las desliza hasta el trasero y avanza hasta los muslos arrastrando con ellas los pantalones.
Me empuja suavemente y caigo sobre la cama.
-Te Amo -me susurra.
Estoy tumbada en la cama, en bragas y sujetador, y él me mira
detenidamente.
-Eres muy hermosa, Me muero por estar dentro de ti.
¡Vaya manera de hablar! Es todo un seductor. Me corta la respiración. Maldito.
Alonso se tumba a mi lado y me recorre con la mano desde la cadera hasta el pecho, pasando por la cintura. Me observa con expresión impenetrable y me rodea suavemente los pechos con las manos.
-Encajan perfectamente en mi mano, *____* -murmura.
Mete el dedo índice por la copa de mi sujetador, la baja muy despacio y deja mi pecho al aire, empujado hacia arriba por la varilla y la tela. Desplaza el dedo a mi otro seno y repite el proceso. Los pechos se me hinchan y los pezones se me
endurecen bajo su insistente mirada. El sujetador mantiene alzados mis senos.
-Muy bonitos -suspira admirado.
Me chupa suavemente un pezón, desliza una mano al otro pecho, y con el pulgar rodea muy despacio el otro pezón y tira de él. Gimo y siento que una dulce
sensación me desciende hasta ..... Cierra los labios alrededor de mi otro pezón, y cuando lo lame, casi siento una convulsión.
Tiro la cabeza hacia atrás, con la boca abierta, y gimo. Siento las piernas entumecidas. Maldita sea, ¿acaso ya es un experto?
-Déjate ir, nena -murmura.
Me aprieta un pezón con los dientes, con el pulgar y el índice tira fuerte del otro, y me dejo caer en sus manos. Mi cuerpo se agita y estalla en mil pedazos. Me besa profundamente, metiéndome la lengua en la boca para absorber mis gritos.
¡Dios mío! Ha sido fantástico. Ahora ya sé a qué viene tanto asombro ante mi reacción. Me mira con una sonrisa satisfecha, aunque estoy segura de que no es
más que gratitud y admiración por mí.
Introduce un dedo por el encaje y lentamente empieza a trazar círculos alrededor de mi sexo. Cierra los ojos por un instante y contiene la respiración.
-Estás muy húmeda. No sabes cuánto te deseo.
Introduce un dedo dentro de mí, y yo gimomientras lo saca y vuelve a meterlo.
Me frota el clítoris con la palma de la mano, y grito de nuevo. Sigue introduciéndome el dedo, cada vez con más fuerza. Gimo.
De repente se sienta, me quita las bragas y las tira al suelo. Se quita también él los calzoncillos y libera su erección. ¡Madre mía! Alarga el brazo hasta la mesita de noche, coge un paquetito plateado y se mueve entre mis piernas para que las abra.
Se arrodilla y desliza un condón por su largo miembro. Oh, no... ¿Cómo va a entrar?
-No te preocupes -me susurra mirándome a los ojos-. Tú también te dilatas.
Se inclina apoyando las manos a ambos lados de mi cabeza, de modo que queda suspendido por encima de mí. Me mira a los ojos con la mandíbula apretada y los
ojos ardientes. En este momento me doy cuenta de que todavía lleva puesta la camisa.
-¿De verdad quieres hacerlo? -me pregunta en voz baja.
-Por favor -le suplico.
-Levanta las rodillas -me ordena en tono suave.
Obedezco de inmediato.
-Ahora voy a hacer mia *___* -murmura colocando la punta de su miembro erecto delante de mi sexo-. Duro -susurra.
Y me penetra bruscamente.
-¡Aaay! -grito.
Al desgarrarme, siento una extraña sensación en lo más profundo de mí, como un pellizco. Se queda inmóvil y me observa con ojos en los que brilla el triunfo.
Tiene la boca ligeramente abierta y le cuesta respirar. Gime.
-Estás muy cerrada. ¿Estás bien?
Asiento con los ojos en blanco y agarrándome a sus brazos. Me siento llena por dentro. Sigue inmóvil para que me aclimate a la invasiva y abrumadora sensación de tenerlo dentro de mí.
-Voy a moverme -me susurra un momento después en tono firme.
Oh.
Retrocede con exquisita lentitud. Cierra los ojos, gime y vuelve a penetrarme.
Grito por segunda vez, y se detiene.
-¿Más? -me susurra con voz salvaje.
-Sí -le contesto.
Vuelve a penetrarme y a detenerse.
Gimo. Mi cuerpo lo acepta... Oh, quiero que siga.
-¿Otra vez? -me pregunta.
-Sí -le contesto en tono de súplica.
Y se mueve, pero esta vez no se detiene. Se apoya en los codos, de modo que siento su peso sobre mí, aprisionándome. Al principio se mueve despacio, entra y sale de mi cuerpo, empiezo a mover las caderas hacia las suyas. Acelera. Gimo y me embiste con fuerza, cada vez más deprisa, sin piedad, a un ritmo implacable, y yo mantengo el ritmo de sus embestidas. Me agarra la cabeza con las manos, me besa bruscamente y vuelve a tirar de mi labio inferior con los dientes. Se retira un poco y siento que algo crece en lo más profundo de mí, como antes. Voy poniéndome tensa a medida que me penetra una y otra vez. Me tiembla el cuerpo, me arqueo. Estoy bañada en sudor.
Mis pensamientos se dispersan... No hay más que sensaciones... Solo él... Solo yo... Ay, por favor... Mi cuerpo se pone rígido.
-Córrete para mí -susurra sin aliento. Hay Yisus.
Y me dejo ir en cuanto lo dice, llego al clímax y estallo en mil pedazos bajo su cuerpo. Y mientras se corre también él, grita mi nombre, da una última embestida se queda inmóvil, como si se vaciara dentro de mí.
Todavía jadeo, intento ralentizar la respiración y los latidos del corazón, y mis pensamientos se sumen en el caos. Uau... ha sido algo increíble. Abro los ojos.
Alonso ha apoyado su frente en la mía. Tiene los ojos cerrados y su respiración es irregular. Parpadea, abre los ojos y me lanza una mirada turbia, aunque dulce.
Sigue dentro de mí. Se inclina, me besa suavemente en la frente y, muy despacio, empieza a salir de mi cuerpo.


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⏰ Última actualización: Oct 07, 2017 ⏰

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Error Perfecto🙊||Alonso Villalpando|| (CD9)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora