Comencé a caminar, la tierra parecía arena del desierto, totalmente negra, se escuchaba el sollozo de varias almas siendo condenadas, condenadas por la muerte. Andromeda la creo con el fin de que alguien juzgara y fuera dueña de esta tierra, era su creación, su hija prácticamente.
Sentía el aire helado calándome hasta los huesos, mi capucha negra y la armadura que llevaba, no hacia más que cubrirme levemente. Andromeda había decidido hacerle una visita, Thor junto conmigo, la habíamos decidido acompañar.
No me gustaba visitarla, pero algo me olía mal en toda esta situación.
Vi la gran calavera, era el palacio de la Muerte siendo custodiado por la legión de condenados, que cuidaban a su señora, armados con hachas, al momento de vernos, solo se arrodillaron ante nosotros.
Sin dirigirles la mirada entramos, vi un estanque, regalo mio a la Muerte, este con solo remover sus aguas podría responderte cualquier pregunta.
-Muerte.
Esta sin que se le viera su cara y con su capucha, se voltio hacia nosotros, puesto que estaba viendo por la ventana su reino.
-Madre, Andromeda, ¿a qué debo su visita?
-Tengo ciertas dudas, ¿por qué cuando intento ver el pasado del reino no me responde?
Quisimos averiguar por que Thanos estaba tan interesado en ella, pero no podíamos puesto que ella misma nos bloqueaba las memorias del lugar.
-Solo le enseñe unos trucos de artes oscuras y se enamoro como un imbecil.
Apreté los labios por la tranquilidad que esta lo decía.
-¿Qué carajos hiciste? ¿te das cuenta del conocimiento que le has dado a Thanos? ¿cuando paso esto?
-Hace un segundo, el era tan joven, murió, al ver que mi reino moría, le pedí que matase a unos cuantos, pero el imbecil llamo tanto la atención que resucito a las cuatro más grandes del universo, hablando de errores ¿qué hace un vivo aquí?
Señalo a Thor, que no había hablado en ningún momento.
-Muerte, necesito que lo traigas otra vez a tu reino, una batalla más grande vendra pero necesito que el titan no este.
-¿Por qué habría de hacerlo?
Andromeda levanto su espada y comenzó hacer una serie de movimientos, una promesa de diosa.
-Por que si en 24 horas el no esta muerto y refundiéndose en lo más profundo de tu reino, tu estarás ahí, morirás, luego seras completamente destruida y alguien más ocupara tu lugar.
La Muerte empezó a toser, era una promesa que, aunque Andromeda muriera se haría realidad, así que la Muerte se vería obligada a cumplirla.
Andromeda tomo mi mano junto a la de Thor y sentí como mi cuerpo se deshacía mientras nos transportaros a la tierra.
Quedamos frente a la base, vi a Steve con camisa sentado en el sillón leyendo un libro, tal y como lo deje.
-¡STEVE!
Alzo su vista y con sus dientes blancos se paro, mientras yo corriendo, ya había entrado y sin que lo viera venir me monte sobre el, como una niña chiquita, lo abrace y aspire su estúpido y sensual perfume de hombre.
-Maldita perra, destruiste Stony.
Me empece a reír por el comentario de Tony.
-Envidiameeeeee.
-A mi me gustan mayores, de esos que se llaman señores.
solo con escuchar su voz cantando, me empece a poner roja de la risa, estar cerca de Steve me ponía levemente risueña.
"Disfrútalo por que ya vamos por ti Damila"
La voz de Terra hizo que cualquier sonrisa, sensación, lo que sea, se esfumara.
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Ojos Verdes// Steve rogers
Fanfiction"No podía evitarlo, miraba sus ojos y volvía a enamorarme así sin más" -Steven Rogers. créditos de portada @creativegirl1D