Back to you, Lauren // One Shot Hot Camren

Shh

Camila navegaba con su lengua todo el cuerpo de Lauren, haciéndola gemir cual si su música preferida fuese. Lauren jadeaba; su respiración era entrecortada. Las manos de Camila masajeaban suavemente el clítoris de Lauren con sus dedos.

Lauren oía voces lejanas, la llamaban, pero ella estaba disfrutando mucho lo que Camila le hacía...

—¡Lauren!

Sintió que alguien le gritaba en el oído al tiempo que le daban un fuerte golpe. Entonces despertó. Vio a Ally frente a si con una almohada en manos y, sintiéndose seriamente desconcertada, dijo:

—¿Qué?

—Debes levantarte. Tenemos un show dentro de unas seis horas, por si se te olvida —dijo Ally.

Lauren se quejó haciendo un gruñido de cansancio, vio cómo Ally se iba y se detenía en la puerta de la habitación.

—Yo que tú trataría de no gemir tanto —dijo Ally con algo de diversión.

Lauren abrió mucho los ojos de la impresión, tomó una almohada y se la lanzó con todas sus fuerzas a Ally que salió de la habitación cerrando la puerta detrás de sí.

Lauren se frotó los ojos y se levantó de su cama, notando una gran incomodidad en su entrepierna. Sentía la humedad esparciéndose aun por su ropa interior. Extrañaba tocar a Camila, sentirla, escucharla gemir. Pero luego de que abandonase la banda se habían distanciado un poco por los proyectos que tenían cada una y por una fuerte discusión que ambas habían tenido.

Se sentía necesitada de ella, de sus besos, sus caricias... Se dejó caer nuevamente sobre su cama y cerró sus ojos tratando de recordar su dulce sueño... Camila tocándola... Camila besándola...

Sin estar muy consciente de lo que hacía fue bajando su mano lentamente, acariciando su abdomen, hasta su mojada entrepierna masajeando con su dedo medio y anular su clítoris, casi como solía hacerlo Camila.

Lauren soltó un gemido casi insonoro. Su humedad seguía aumentando y los movimientos de sus dedos también. Ahora se introducía unos de sus dedos, mordiendo su labio inferior para ahogar un gemido. Pero aun con todo ese auto placer que estaba dándose, no se comparaba con las maravillas que lograba hacer Camila.

—Deberías meter otro dedo... —oyó que decía alguien.

—¿Qué...?

Lauren abrió rápidamente los ojos, sacó su mano de su entrepierna y se incorporó para ver quién interrumpía tan placentero momento, sintiéndose avergonzada de ser vista.

Camila Cabello estaba recostada en la puerta de su habitación, observándola con la mirada oscurecida y su labio inferior atrapado entre sus dientes.

—Camila... —fue lo que pudo decir Lauren.

La mencionada se fue acercando lentamente a donde estaba Lauren, como una fiera que acecha a su presa. Lauren en cambio se levantó de su cama y se quedó allí de pie quieta, esperando por la chica que tenía frente a sí.

—Vine a verte, Lauren... —dijo Camila con voz un poco ronca —. Quería desearte suerte...

—No necesito suerte —dijo Lauren —. Te necesito a ti.

Y sin más, ambas cortaron con la poca distancia que les quedaba, fundiéndose en un beso necesitado y salvaje. Las manos de Lauren acariciaron todo el cuerpo de Camila, deteniéndose en su culo y estrujándolo.

Sus besos fueron siendo más húmedos. Las manos de Camila se introdujeron en la entrepierna de Lauren, jugando con su clítoris.

—¡Oh, Camila! —gimió Lauren al sentir uno de los dedos de Camila dentro de ella.