Demasiado tarde.
Me desperté al escuchar ruidos que venían de quien sabe dónde, la intensidad del sonido parecía aumentar conforme pasaban los segundos.
En este momento, ya no son simples ruidos, se intensifican. Son susurros, golpes, rasguños, quejidos. No pienso moverme, no quiero averiguar quién causa todo esto. Me parece innecesario.
Un grito gutural me saca de todo pensamiento, los susurros han desaparecido. Supongo que, de haber abierto la puerta, mi familia seguiría aquí, con vida; Pero lamentablemente, eso no pasara, la vida sigue.
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Creepypastas.
TerrorEstos textos no son de mi autoría, derechos reservados al autor, o en su defecto autores.