Razón N°5: Envidia.
Parte 2. Disculpas.
-Buenos días, estoy aquí hoy para pedir disculpas públicamente a Brandon Favoretto y a Anabeth Blake por decir cosas que no debí. Gracias.-se puso de pie, caminó hacía nosotros y miró a Ana.
-¿Feliz?-Ana tapó su boca, tratando de no reír.
Simón tenía un aspecto horrible.
Su labio estaba roto y un gran moretón ocupaba su pómulo izquierdo. Ana le había dado una paliza.
-Pudiste haberlo hecho mejor y más lento- dijo- pero con tu cara demostraste a todos que alguien te dio un buen golpe por lo sucedido ayer.-bufó, mientras tomaba su chaqueta negra y caminaba a la salida.
-¿Crees qué me pasé?-me giré hacía ella, y no pude evitar reír.
-Bueno, lo golpeaste y lo amenazaste para que viniera aquí a pedir disculpas, lo que equivale a una humillación muy grande.-asintió, pensándoselo unos segundos.
-¡Genial!-exclamó y volvimos a la empresa.
-¿Qué tal salió todo?-levanté mi vista a Simón.
-¿Ah?-rodó los ojos y tomó asiento frente a mi.
-Nuestro trato, ¿lo recuerdas?-chasqueé mi lengua.
-Si, lo recuerdo.-susurré tratando de recordar con claridad todo.
-Hola.-traté de controlarme, para no reírme y ser un buen amigo. Obviamente fallé.
-Ana te ha dado una linda paliza, ¿eh?-asintió.
-Y por eso estoy aquí.-negué.
-Estas aquí porque quieres joderme la vida, y al parecer...no tienes casa.-sonreí, y rodó sus ojos.
-Tengo un trato para ti.-lo incité a seguir.-Ana me amenazó para que pidiera disculpas públicamente, y lo haré... a cambio de algo muy pequeño.-
-¿Qué?-
-Necesito que le consigas un empleo a Katia.-fruncí el ceño
-¿Quién?-tomó su teléfono, mostrándome una foto. Era una chica, de ojos verdes y cabello claro.
-La chica de la que te hablé.-dudé-Vamos, no será mucho. Ana es tu secretaria, ¿no? Que sea la secretaria de Anabeth, yo que sé.-
-Tienes que estar bromeando.-se acercó a mi.
-Es diferente, Luke. A todas las demás. Anda, -extendió su mano.-¿qué me dices?--Bah, ¿qué más da?-sonrió.-Me seguirás insistiendo hasta que lo consigas.-le guiñe un ojo.-Ve y conquistala. Nadie se escapa del encanto de Simón Belletti.-
Anabeth.
Vi salir a Simón de la oficina de Luke, y caminé tras él.
-¿Por qué tan feliz?-se detuvo y me miró, aún enojado por lo de hoy.
-No te importa.-rodé mis ojos.
-Dímelo, anda, te mueres por contarme.-mordió su labio inferior y me hizo una seña para alejarnos de ahí.
-Le conseguí un empleo a Katia.-abrí mis ojos sorprendida.
-¿Aquí?- asintió-Bueno, eso es...vaya...¿no crees que vas demasiado rápido? Quiero decir, no la conoces ni hace una semana.-puso sus manos en mis hombros.
-Siento que la conozco de toda la vida, Ana.-me dio un apretón.- Nunca me paso esto con una chica.-susurró.-Me asusta, ¿sabes?-traté de no reirme, fallando en el intento y me lo pensé un momento.
-¿Vas con ella ahora?-volvió a asentir.
-La iré a buscar a la universidad.-levanté mi pulgar hacia él y volví a mi pequeño escritorio.