Capítulo II

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CAPÍTULO II 

SOMBRAS MENTALES.

El me observaba atentamente con esa mirada aterradora. Sus ojos llenos de odio con un encanto poco igual. 

- Dime Emma, ¿tienes miedo q la muerte?  

Esas palabras me helaron el cuerpo, como una helada en pleno invierno.

El viento y los sonidos del bosque no me tenían nada tranquila, en medio de la obscuridad y sin mas, se acerco a mi, me tomo de los brazos y me atrajo hacia el. 

Sentí la tela de su camisa húmeda por la sangre de mis padres, y por algún raro motivo, no me sentía furiosa ni temerosa de estar ahí con el.  

- Te he estado buscando por mucho tiempo Emma, no sabes cuanto, dijo leo. 

Y ahora por fin te tengo conmigo. 

Su voz sonó cálida y su rostro parecía mas aliviado, como si una carga menos hubiese llegado a su vida.

Pero todo cambio de repente...  

- Alejate de ella exclamo un hombre de entre los arbustos.  

- Emma no te lastimare vine a ayudarte, soy tu tio Matt. 

Este señor mato a toda tu familia a sangre fría debes alejarte de el! 

Ven conmigo. Te pondré a salvo.

Esas ultimas palabras debieron hacerme volver en si, me escabullí de entre los brazos de Leo y corrí hacia la protección que me ofrecían.

Mi protector saco un arma de su chaqueta y apunto al asesino de mis padres. En ese momento me desmaye. Debía ser mucha conmoción y pánico atrapada en mi. Que mi cuerpo y cerebro no aguanto mas. 

Después de eso solo recuerdo haber despertado en este hospital. 

Ahora tengo a mi tío frente a mi otra vez, y necesito respuestas.

- Emma ya te sientes mejor? Dijo mi tío. 

Si, tío muchas gracias. 

- Siento mucho la perdida de tus padres, no pudimos hacer nada. Lo lamento mucho en verdad Emma. 

Yo me haré cargo de ti, y cualquier pregunta que tengas y dudas. Que se, que son muchas te las responderé.

- Hola señorita buenas tardes veo que ya al fin ah despertasto y se encuentra mejor. Soy el doctor Foremman. Te daré de alta de inmediato solo sufriste una pequeña contusión en tu cabeza. 

Te recomiendo descansar mucho en casa.

Emma voy a hablar con los doctores y arreglar el papeleo para llevarte a casa. 

Luego hablaremos...

Mi tío tardaba mucho a mi parecer y la ansiedad y soledad que sentía al saber que mis padres habían muerto inundo mi ser, sentía un dolor tan fuerte en mi garganta y en mi pecho, que solo quería salir de ese lugar, no permitiría que nadie me viera llorar. Siempre fui fuerte y siempre lo seré.

Mi tío apareció y vio que ya habia recogido mis cosas, me tomo de la mano y salimos de la habitación.  

Bajamos dos pisos y ya nos encontrábamos en la recepción. De camino observe gente en sus camas durmiendo , no me percate de la hora, ni cuanto tarde en recuperarme luego de haber Despertado.

Tan pronto salimos del hospital, subí al coche, mi tio me pidió que aguardara ahi un momento mientras el hacia una llamada.

No logré oir nada, al cabo de un momento colgo y subió.

Arrancó el auto, no tuvimos conversación alguna, hasta que llegamos a su casa. Todas mis pertenencias ya estaban ahi. Hasta podría haber pensado que todos sabían del peligro que corrian mis padres y yo con anterioridad. 

Tan pronto llegamos el se marchó, diciendo que necesitaba arreglar ciertos asuntos y que en la noche regresaría. Dejo un numero sobre el mostrador en la entrada de la casa.

Nunca antes estuve en su casa, era amplia, todo el piso de madera.

Cuadros en las paredes, lámparas que armonizaban el ambiente. Era una casa con estilos anticuados y toques elegantes. Recogi todas mis cosas de la entrada y subi a la habitacion de huespedes que me asigno mi tio, que ahora me pertenecía.

Al subir por esas escaleras observaba en la pared varias fotografias enmarcadas de la familia, con muchos señores elegantes, enternados. Que yo nunca conocí.

Empecé a desempacar, pero no logré sacar ni la mitad cuando sentí lágrimas correr por mi rostro, de repente me encontraba llorando sin parar. Todo lo que me estaba pasando no podía ser verdad. Mi vida ha cambiado a tal punto de pensar que ya no encajo en ella. Me sentia desamparada, sola, sin mas.

Recordaba mi infancia, la risa de mis padres, lo feliz que fuí con ellos. Como pudo pasar esto? Como?, me preguntaba una y otra vez. 

Me recosté en la cama, abrace con fuerza la almohada y grite con todas mis fuerzas. 

Entre sollozos y cansada de llorar caí profundamente dormida.

-Emma!? gritó mi tio. 

-Ven a desayunar.

Que? desperté y todo estaba claro. La luz del sol, entraba e iluminaba mi habitación.

Dormí hasta el dia siguiente.! Baje las gradas inmediatamente y ví a mi tio sentado y con el desayuno listo.

- Buenos dias! me dijo sonriendo. Debes estar hambrienta. Ven, sientate conmigo. 

Me senté con él a desayunar, había preprarado unos emparedades con jalea y un jugo de naranja. Siempre sabia lo que me gustaba. 

Rompí el silencio preguntando que había ocurrido en mi casa ese día. "Lo sé!, no era forma de empezar el día", pero necesitaba respuestas.

- Lo único que sabemos es que el tipo que irrumpio en su casa ese día no quería otra cosa que vengarse. Dijo mi tio.

- Pero de qué tio? Ellos siempre fueron gente buena, no hacian daño a nadie. Mi tio me miró y note algo de compasión en su mirada. 

- La vida no es tan simple como a veces la pinta la gente Emma.

- Qué pasará conmigo ahora? Qué voy a hacer? 

-Tus padres ordenaron en su testamento que yo sería el encargado de cuidarte y mientras viva estarás bajo mi protección y cuidado. Nos mudaremos a otra ciudad y empezaremos una nueva vida lejos de esta catastrofe. 

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⏰ Última actualización: May 25, 2012 ⏰

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