El misterio de Elena Harrington

Desaparición

"Quien sabe cantar canta y quien solo disfruta el canto escucha" Eso decía mi padre cada vez que mi hermana se entrometia en una conversación sobre cocina. Ella no sabía nada del tema, por lo tanto no tenia porque opinar, sin embargo lo hacía y aunque cueste admitirlo, yo siempre la admire por eso. Era la única revolucionaria de la ciudad y la unica chica interesada en el futuro y en la ciencia, algo que a nadie le interesaba. La única chica que odiaba cazar o que almenos lo admitía libremente, sin embargo eso la llevó a su perdición...

Todo sucedió hace cinco años: mi padre y yo estábamos cocinando un plato exquisito, el mejor que se había cocinado en la ciudad. Era para el evento de inauguración del club de caza. Mi hermana, al igual que todas las chicas de la ciudad, debían cazar una bestia y llevarla al evento, más tarde serían juzgadas y el animal más exótico sería sacrificado para servirse en un banquete. Los chicos debían cocinarlo y si el plato resultaba agradable, el club recibiría una suma de Tronos bastante grande como recompensa, la cual debía usarse para el mantenimiento de las instalaciones. Esa tarde todas las chicas presentaron animales muy extraños, desde un lagarto volador hasta un elefante en miniatura que lanzaba burbujas por su nariz. Sin embargo mi hermana no apareció. Mi padre y yo la buscamos por todos lados y preguntamos a todos los ciudadanos si sabían donde se encontraba pero parecía que nadie sabía nada. El dilema era que el evento era único, no cualquier ciudad inaugura un club de caza oficial, así que frenamos la búsqueda y volvimos al evento, con la esperanza de que mi hermana, Elena, apareciera a la noche.

Las chicas pasaron una por una al escenario y exhibieron las fascinantes criaturas que habían cazado. Primero pasó un cocodrilo que al parecer comía vegetales y le tenia miedo a la carne, y así siguieron pasando bestias muy exóticas hasta que nombraron a mi hermana.

Elena Harrington? dijo la jueza con un tono aburrido

Silencio total

Repito, ELENA HARRINGTON?

Nadie decía nada

Bueno, parece que esta chica no se presento. Aquí finaliza la punt...

Se escucha un ruido extraño que parecía provenir del cielo.
Todos nos sorprendimos y miramos hacia arriba, y allí estaba, mi hermana sosteniendo una cuerda que sujetaba una manta inflada que parecía darle a Elena el control del movimiento en su caída. Era uno de sus inventos. Era una locura, con eso podía tirarse desde cualquier lugar y moverse a donde quisiera con el viento. Ella lo llamaba Flotus. Una máquina fascinante pero riesgosa porque si fallaba, su portador podría salir seriamente lastimado.

Las caras deslumbradas e incrédulas de los espectadores pronto se transformaron en enojo, rabia, vergüenza ajena y sentimientos puramente negativos, pues ClareyLand es una ciudad muy conservadora y la tecnología no les resultaba amigable.

Elena cayó lentamente en el centro del escenario, estaba vestida con una pollera oscura y ondulada, tenia una remera floja y colgante que resultaba hipnótico. Tras ver la desaprobación de la gente su tendencia revolucionaria la obligó a mostrarles su maquina mas moderna: "la cocinadora express". Sacó un pequeño dispositivo de su cartera, este era de metal y tenia un boton verde en el centro, sobre el había una pantalla y un pequeño micrófono pegado con baba pegajosa de Marlok (Un animal que se usa para la creación de materiales pegajosso debido al líquido que segrega ante el calor, el cual se utiliza para fabricar el pegamento o las cintas)

Presiono el botón y una mano robótica comenzó a desplegarse desde el centro del dispositivo, esta se estiró hasta el juez Jules (un maestro de la escuela que resultaba poco agradable) Jules se alejó asustado pero Elena le insistió que se quedase quieto, que la máquina no lo iba a tocar. El asintió y se quedó inmóvil observando con temor la mano que comenzaba a vibrar levemente.

Haz unos huevos de Figota con carne de Mut. Dijo elena en voz alta.

La vibración de la mano aumentó su intensidad y comenzó a liberar humo, tras unos segundos la mano abrió una mini compuerta que se ubicaba en la palma. Debo aclarar que la mano robótica era muy grande ya que en su interior había algo. Entonces, un plato con huevos de Figota y carne de Mut se elevó hasta quedar sobre la palma y las compuertas se cerraron.

Pruébelo señor Jules. Dijo Elena

El señor Jules miró extrañado y sorprendido el plato, acababa de acontecer algo único en la historia, una máquina aparentemente había cocinado un plato típico de ClareyLand. Inspiro y con valentía probó el plato.

El publico quedo sorprendido y en silencio, todos mirábamos con curiosidad e incertidumbre,parecía que el temor se había extinguido. Pero esa tarde aprendí, que un mundo atemorizado, es y será esclavo de sí mismo sin importar la valentía de unos pocos...

La expresión del rostro de Jules era inexplicable, era una mezcla entre sorpresa, emoción y a la vez decepción, pues se dio cuenta de lo que la creación de esta máquina implicaría en el mundo y Elena sería la causante de su propia perdición o también:

De su evolución.

Pero como ciudadano fiel a los pensamientos de ClareyTown y con una reputación respetable, decidió evitar a toda costa la novedad y dijo con frialdad:

Esto sabe horrible, es como si hubieras quemado todo, ni siquiera se acerca al sabor que debería tener. Deja ya de experimentar con esto que tú llamas novedad. No son más que patrañas, puros inventos inutiles que no tienen sentido y que nunca van a funcionar, simplemente porque no son humanos, son máquinas. Me das vergüenza niña.

Así es como el odio y el resentimiento volvieron a las mentes de los espectadores y mi padre subió al escenario. Tomo a mi hermana del cuello y la llevó arrastrandola hacia el hogar, dejando atrás, un rastro de lágrimas de Elena. Esa noche mi padre la reto por dejarlo en vergüenza y por decepcionarlo. Yo no dije nada, pues creía que mi padre tenia razón, aunque en mi interior había un poco de empatía por ella.

Sin embargo, esta situación se escapaba de lo cotidiano, porque al dia siguiente ella no estaba en su cuarto, ni en el cielo, ni en ningun lado. Había desaparecido. Esa fue su perdición, ya que el culpable fue el maestro Jules, quien llamó a las autoridades de la capital para informar de la experimentación ilegal supuestamente "anti armonía" que mi hermana, una chica de 13 años estaba haciendo. En otras palabras, la había secuestrado y nunca más apareció, como todos los capturados por las autoridades de la capital. Sin embargo, todo cambió hoy, cuando encontré una nota escondida que le dio sentido a esta desaparición...