El día llegaba a su ocaso. La luna salía a bailar acompañada de las estrellas, un espectáculo de dimensiones estratosféricas que me hubiera encantado compartir a tu lado. Que bonita aquella danza que se marcaba con las blancas luces la noche, como una pista de baile esperando a que nos uniésemos a crear nuevos escenarios. En ella una suave brisa que hacia rugir a la naturaleza creaba una melodía que invitaba a seguirla, y mis dedos como profesionales de este arte se deslizaban por cada uno de tus lunares marcando el ritmo de tus latidos, dibujando una nueva galaxia, cerrando un espectáculo de dimensiones estratosféricas que me hubiera encantado vivir si hubiera sido de tu mano.
14/07/2017
