La familia es importante

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Se iluminaba la cara de Esteban con los rayos del sol que se posaban en su cara, con esto empezó a levantarse poco a poco adolorido. Vio como Laura y el demonio estaban desvanecidos en el suelo. El muchacho fue lentamente hacia su hermana para ayudarla.

-Laura despierta- La movía hasta que la despertó.

- ¿Qué pasó?, ay.- Algo adolorida.

La casa estaba toda destruida sin nada por el cual se pudiera salvar, todas las paredes y vidrios estaban en el suelo esparcidos o incrustados en el suelo y el árbol se quemaba provocando un incendio en todo el bosque. La mano estaba tirado entre maderas y vidrios; el muchacho la fue a buscar y luego fue donde Laura para guiarla por el camino.

-Ven corramos antes de que pase algo peor- Tomó el brazo de Laura y la mano la guardó en el bolsillo.

-Espera- Comenzó a dirigirse al demonio. -Tu vienes ahora con nosotros, tú nos perteneces ahora-

Con vos seria ya no parecía ser la misma que era antes, una tierna muchacha que ahora se había vuelto algo fría y manipuladora.

-Sí señora- con vista baja comenzó a seguir a Laura.

Esteban algo pasmado no quiso referirse a eso y tomo la mano de Laura para seguir el camino.

Mientras caminaban a sus espaldas se escuchaba como se comenzaba a quemar todo lo que había alrededor de la casa.

-Laura- Dejó de caminar - Perdón pero no puedo dejar que esto se queme, esto fue nuestro hogar y el hogar de muchos animales con los cuales pasábamos mucho tiempo. Si me llegara a pasar algo con lo que voy a pedir, no te pongas mal.-

Sin esperar la respuesta de Laura tomó la mano que se encontraba en su bolsillo y pidió su deseo.

-Deseo que el fuego de este bosque se extinga-

Sólo con un simple deseo comenzó a llover muy fuerte haciendo que las llamas cada vez fueran bajando cada vez más rápido. Aún que por el contrario Esteban sentía como un ardor dentro del cuerpo lo perseguía por cada extremidad del cuerpo, haciendo que él se estremeciera del dolor.

- Esteban ¿Qué pasa?, ¿Te sientes bien?- preocupada se acercó a este.

-Si, no pasa nada. Sigamos hay que buscar una casa para quedarnos esta noche, se que es de mañana pero necesitamos buscar desde ahora, también necesitamos ir a comer siento como tú estómago ruge-

- Esta bien, jajaja- Tomó la mano de Esteban y comenzó a caminar.

Adolorido por cada paso que daba, el chico vio como el dedo bajaba y sólo le quedaban dos dedos quedaban levantados.

Atravesaron la reja y pasaron por los arbustos, hasta llegar a los caminos del parque. Vieron cómo todo estaba normal, las personas no percibían el demonio que los seguía.

- ¿Acaso a ti no te ven?- refiriéndose al demonio.

- No sólo ustedes dos me pueden ver-

Los hermanos no se refirieron más a esté y siguieron su camino. El parque se sentía normal nada fuera de lo común el viento perfecto el color y todo nada se sentía fuera de lo común.

La Familia Es ImportanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora