Todos me regañan porque me quedo viendo todo fijamente: las prostitutas con sus clientes, las prostitutas robando a sus clientes, las discusiones entre borrachos, peleas, las prostitutas golpeadas o con cicatrices que dan miedo, hombres durmiendo en las calles después de una noche de excesos, las prostitutas de avanzada edad, las niñas prostitutas, los niños en los burdeles, niños y niñas tomando. Y aunque trato de explicarles no entienden que eso es lo que pasa cuando una chica de pueblo tranquilo, donde la prostitución es un tabú y si bebes alcohol te castigan, en él cual los niños se duermen a las nueve de la noche y los jovensitos deben llegar a casa a las once de la noche. Donde su vida se resumía a estudiar y ahora a llegado a un pueblo donde el respeto es un mito, todo es un negocio y el pudor es un chiste. Es normal que esa chica de pueblo mente abierta que creía haberlo visto todo, se sorprenda ante tanta ausencia de la esencia humana.
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Confesiones de una inmigrante
Short StorySeguir esta historia, es adentrase en los pensamiento de una joven mujer de 22 años, curiosa, atrevida y tímida a la vez, soñadora por elección... Quien se ve obligada a salir de su país por una fuerte crisis económica. Deberá enfrentarse a una nuev...