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—KyungSoo —llamo JongIn al pequeño híbrido—. ¡KyungSoo!

El pequeño se asomó bajando poco a poco  de las escaleras. Ahora KyungSoo aparentaba una edad de un niño entre seis años, el doctor Oh le había dicho que tendría entre siete u ocho años, ya que habían descubierto que KyungSoo era mucho más bajito para su edad.

—Papi —respondió a su llamado para después bajar corriendo.

Estuvo apunto de tropezar con el primer escalón, pero JongIn echo carrera y alcanzó a tomarlo entre sus brazos.

—Te he dicho que no bajes de esa manera tan apresurada —le regaño haciendo que las orejas de KyungSoo se contrajeran e hiciera un puchero.

—Lo siento —se disculpó mientras agachaba la cabeza.

JongIn no podía enojarse con el pequeño, era en cantador, obediente e inteligente. Al menos con él ya que SooJung tenía un poco de quejas siempre porque con ella no era lo mismo, siempre era rebelde y no obedecía mucho, pero eso no importaba que le consentía y perdonaba cada vez que KyungSoo alzara las orejas y dijera "Mami te quiero".

—¿Has hecho todos tus deberes? —preguntó JongIn mientras cargaba en brazos al híbrido.

—Hmmmm —asintió mientras tomaba las mejillas del mayor—. Mamá me ha dejado hacer algo, pero me aburrí y lo termine tan rápido.

—No debes hacer eso —le reprendió.

—Aburrido Papi, quiero leer.

—No debes saltarte tus lecciones, debes de entenderlo.

—Está bien —el minino soltó un suspiro y fue a acomodarse en la mesa que JongIn había comprado semanas atrás, para aquel pudiese hacer sus deberes.

JongIn miró su reloj y notó que SooJung ya había tardado. Aquella semana había llegado con dos a tres horas de retraso y JongIn estaba un poco molesto, puesto que el trabajo que tenía no le permitía salir lo antes posible y KyungSoo debía estar solo el resto de la mañana. El híbrido se había acostumbrado a estar como gato en ese lapso, rara vez que llegaba lo veía como un niño. Por lo general JongIn llegaría y un KyungSoo esponjoso se lanzaría a sus brazos para que recibiera a un pequeño Niño desnudó.

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—Entonces así es como resuelves una resta, ¿has entendido Soo? —preguntó JongIn.

—Hmmm —el híbrido asintió más de gana que otra cosa.

—KyungSoo hazme caso, si no como podrás si quiera entender esto.

—Papi, sueño, cama —puchereo el híbrido y JongIn se estiró un poco para darse cuenta que su reloj marcaba las nueve de la noche.

—Ya es algo tarde, y ni siquiera has comido —el moreno comenzó a guardar las cosas de KyungSoo, para después cargarlo y aquel recargo su cara adormilada en su hombro.

—Papi huele muy bien —bostezo con lindura y JongIn camino hacia la cocina con el pequeño en brazos.

—¿Quieres un poco de leche? —preguntó y el híbrido asintió algo adormilado.'

Preparo un poco de leche de vainilla —la favorita de KyungSoo—, y lo llevo al cuarto que habían preparado para el pequeño. JongIn se había esforzado tanto en acomodarlo, las paredes amatistas habían sido por elección del mismo KyungSoo.

Le recostó pasándole la leche y este la bebía adormilado.

—Anda que no comiste mucho hoy, tómala bien —le ordeno JongIn mientras le acariciaba los cabellos negros.

Para un rato después JongIn se quedo incluso dormido en la cama de KyungSoo, ambos acurrucados.

JongIn escuchó perfectamente la tormenta que caía aquel día, para después escuchar a SooJung entran de soslayo, intentando hacer el menor ruido posible. Pero aquello no podía pasar de inadvertido ya que JongIn ya la había escuchado entrar e incluso fingió hacerse el dormido cuando está fue a cerciorarse de que tanto KyungSoo y él si estuvieran en casa.

Lo que JongIn no se quitó de la mente cuando ella los arropó y apagó la luz fue aquello que está dijo:

—Lo siento JongIn.

Después las pisadas le siguieron al cuarto que compartían para después escuchar la puerta ser azotada.

JongIn no quiso darle otras palabras a aquello, pero la manera en cómo SooJung se expresó hizo que una sensación de malestar en el estomago se presentara, pero quizás las llegadas tarde también eran un indicio de lo que lo que acababa de acontecer matizada lo que ya venía sospechando.

Como quiera que pasasen las cosas, JongIn no pensaría más en eso. Sobre todo ahora que se acurrucaba más KyungSoo en él, porque al fin de cuenta tenía al híbrido que era suyo y lo estaba amando como al hijo que siempre deseo. KyungSoo ahora era el motivo de los días felices de JongIn.

Lindo Minino (Daddy Kink) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora